Un globo aerostático explotó en el aire: 18 turistas muertos

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Globo aerostático caído
Globo aerostático caído
Estaba por aterrizar tras un paseo por Luxor. La rotura de una manguera provocó el estallido del tanque de gas. Una guía también falleció. Apuntan a una mala maniobra del piloto, que sobrevivió.




Fuente: Clarín

La excursión comenzaba de madrugada. La clave era subirse al globo aerostático, tomar un aperitivo y elevarse suavemente hacia el cielo todavía oscuro. Y recién después, desde el aire y en silencio, observar la belleza del sol naciendo sobre la ciudad egipcia de Luxor, en la ribera del río Nilo. Pero el paseo terminó convirtiéndose en una tragedia: el tanque de gas del globo explotó en el aire, lo disparó con 21 pasajeros a unos 300 metros de altura y luego se precipitó en caída libre.

Dieciocho turistas y una guía egipcia murieron: algunos calcinados, otros saltaron desesperados envueltos en llamas y se estrellaron en un cañaveral.

Eran las 6 y media de la mañana y el globo –propiedad de la empresa Sky Cruise– había iniciado la etapa de aterrizaje. Según fuentes oficiales, una manguera que estaba conectada con el tanque de gas se rompió y provocó su explosión. El estallido hizo que el globo reventara y luego se deshiciera en el aire. Segundos después, la cesta en la que iban los turistas se fue a pique.

Fue el piloto de otro globo, que volaba cerca, quien contó las escenas dramáticas que vieron desde el aire, sin poder ayudar: “ Los pasajeros se lanzaban al vacío como paquetes de papel en llamas ”, dijo. Pero ayudarlos después del impacto tampoco fue fácil: los cuerpos y los restos del globo cayeron sobre una zona de cultivo de caña de azúcar, que también se incendió. Eso, sumado a que estaban calcinados, volvió muy difícil su identificación.

Nueve de los turistas muertos habían llegado de Hong Kong, cuatro eran japoneses, dos ingleses –uno saltó de la cesta pero murió luego en el hospital–, dos de Francia, uno de Hungría y una guía local. Cayeron a unos 700 kilómetros de El Cairo.

Uno de los dos sobrevivientes fue un turista británico que logró saltar en el aire, aunque su esposa y su hijo murieron en la explosión. El otro es el piloto, que se salvó por su experiencia: saltó de la cesta en llamas justo antes de impactar y quedó internado con quemaduras de tercer grado. Aunque está grave, ahora deberá enfrentar las acusaciones que lo señalan como el responsable de la mala maniobra que provocó la tragedia.

Las declaraciones del ministro de aviación civil egipcio complicaron aún más su situación: el funcionario dijo que la empresa había sido inspeccionada y había aprobado todos los controles técnicos. Y otro portavoz aseguró “fue un error humano”. Según él, el piloto podría haber cerrado la válvula de gas cuando se rompió la manguera. Además, agregó, tampoco intentó apagar el fuego sino que –a la manera del capitán del crucero Costa Concordia– saltó del globo. Antes, habían descartado la posibilidad de un ataque terrorista vinculado a la inestabilidad política que vive Egipto.

Más tarde, las autoridades egipcias advirtieron que la compañía había cometido infracciones recientes. El presidente de la Cámara de Turismo de Luxor informó que Sky Cruise había finalizado el contrato que tenía con la Organización Meteorológica de Luxor, lo que supone una infracción a las normas. Además, organizaba los vuelos desde la ribera este de Luxor y no desde la orilla oeste del río Nilo, tal como lo estipulan las normas de seguridad.

Así, en cuestión de horas, el gobernador decidió prohibir que siguieran saliendo globos (ver “Suspendieron todos...” en pág 29), algo que no había ocurrido en 2009, cuando 13 turistas extranjeros sufrieron heridas al chocar el globo aerostático que los transportaba contra una torre de telefonía. Tampoco en 2007, cuando cuatro estadounidenses, tres franceses y dos egipcios también resultaron heridos cuando un globo similar cayó en la misma zona.
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