Los Angry Birds volaron hasta la NASA

Son el eje de una muestra interactiva. Es para atraer el interés de los chicos por la ciencia.



Fuente: Clarín

Por invitación de la NASA, el popular videojuego Angry Birds estará en el Centro Espacial Kennedy durante año y medio como centro de una nueva muestra interactiva. Es un esfuerzo para atraer el interés de chicos y jóvenes por las maravillas de las matemáticas y la física.

La exhibición interactiva abrió sus puertas el viernes pasado y de inmediato se llenó de niños, a quienes les encantó el laberinto con espejos, así como los espacios dedicados al diseño de un Angry Bird personal y a usar el videojuego.

Lleva el título de Angry Birds Space Encounter (Encuentro espacial con los Angry Bird) y es el primero en su tipo.

El astronauta Donald Pettit, ingeniero químico y padre de gemelos de 12 años, anunció la colaboración entre la NASA y Rovio Entertainment, empresa finlandesa creadora de los Angry Birds, hace un año cuando se encontraba en la Estación Durante la presentación, contó que “aunque los niños que juegan con los Angry Birds no se percaten de ello, al mismo tiempo están aprendiendo un poco de matemática y de física”. En cinemática existen los conceptos de trayectorias parabólicas, rayectorias hiperbólicas, trayectorias elípticas e incluso órbitas de transferencia de Holman. “Son las que usamos con las naves espaciales que van del planeta A al planeta B. Todas estas cosas están latentes en este juego, especialmente si uno tiende a ser un experto en computación, o un superexperto en computación, o lo que ahora llamo un super-super experto en computación”, afirmó Pettit.

“Todas estas ideas pueden ser extraídas de este juego y pueden ser utilizadas como una excusa para aprender más. De todas formas, si el niño no comprende aún la complejidad de estos conceptos, puede simplemente jugar el juego y divertirse, que de eso se trata’’.

Ahora, si un astronauta de doctorado como Pettit respalda el sitio Angry Birds Space, debe valer la pena visitarlo. Si a eso se le agrega el transbordador Atlantis, que en algunos meses debutará en el museo, el valor educativo alcanza enormes alturas. En todo sentido.