Copa Libertadores: Boca juega esta noche

Esta noche, cuando más lo necesita el equipo, reaparece Román. Y aunque él dice que está recuperado de la lesión, Bianchi no lo dejó patear en la última práctica. Será su 4° partido en nueve meses.



Después de que Bianchi los llevara al teatro, ahora son los jugadores los que tienen que entrar en escena. Boca no ofrece espectáculo, pero esta noche puede empezar a abrochar su clasificación a octavos de final de la siempre deseada Copa Libertadores. Riquelme llega justo, para cumplir ese objetivo, y con lo justo. Aunque incluso en una pierna siempre es actor principal en cualquier equipo. Así, en el día del 108° cumpleaños del club, con Barcelona de Ecuador como partenaire, que empiece la función.

“Estoy bien físicamente. Las molestias se pasaron”, contó el 10. Sin embargo, ayer no participó activamente de la práctica de pelota parada: Bianchi plantó los 11 y su lugar lo ocupó Pol Fernández. El enganche la siguió a un costado y, por momentos, hizo bulto en la barrera para confundir al arquero. La realidad es que el aductor es traicionero: no duele al correr aunque se lo carga mucho al patear. Por eso la precaución de ayer. Román ya demostró que el talento no necesita entrenarse y que, a la hora de jugar en serio, la inactividad no le pasa factura. Estuvo siete meses sin pisar una cancha y marcó la diferencia en su vuelta (el día del 1-3 ante Unión). Luego repitió a los cuatro días, otros 90 minutos en el 0-1 contra Nacional. Y a la semana (14/3) jugó 85’ en la revancha, con victoria con gol suyo, en Montevideo. Ese fue su último partido. Iba a repetir contra Excursionistas, pero un día antes, el miércoles 20, sufrió una contractura que derivó en distensión en el aductor derecho. Desde entonces (pasaron 13 días), el 10 se entrenó más con el kinesiólogo Betchakian que bajo las órdenes del Virrey. Y recién volvió a tocar la pelota en serio el lunes, en lo que fue una práctica de fútbol de 35 minutos. Aunque no había chances de que el ídolo se perdiera este partido vital por la Copa en la Bombonera.

Lo recibe un equipo que ante Independiente tuvo la peor de las actuaciones de este ciclo y que no se comió una goleada gracias a lo inspirado que estuvo Orion. “Cuando el equipo no gana y te convierten seguido, es lógico que se la agarren con los defensores. Pero entre todos tenemos que ayudarlos”, bancó Riquelme a sus compañeros. Y agregó en ESPN Radio y en Radio 9: “Somos un equipo nuevo que se está conociendo. Reconocemos que tuvimos muchos errores, pero tampoco es que jugamos partidos horribles como se dice”.

Boca quedó lejos en el torneo Final (16° a diez puntos de Lanús, el próximo rival), por eso la Libertadores, de la que el 10 es el máximo goleador de la historia xeneize y el segundo que más la jugó detrás de Clemente Rodríguez, aparece como una posibilidad más cercana de abrazar la gloria otra vez. Y él así lo siente: “No podemos hacer cálculos en el torneo cuando nos está costando muchísimo jugar al fútbol. Pero en la Copa tenemos una posibilidad importante. Y si ganamos y clasificamos, en el mano a mano en el último tiempo Boca se ha hecho fuerte. Pero si queremos llegar hasta el final, tenemos que empezar por jugar bien de local”. Que se levante el telón.