Falta de combustible: "Es un sacrificio que el Estado mide con su vara, no sé si es la de la gente"

Hace casi dos semanas las filas de autos en algunas YPF y en las estaciones Oil alcanzan cuadras y cuadras, mientras otras permanecen vacías por la escasez de combustible. Ante esta situación que mantiene inquieta a los consumidores, el Presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles respondió que “hay problemas en el abastecimiento en el mercado”.

Seco. Turcumán fue duro al hablar del desabastecimiento de combustibles.

 

“El producto está, a veces hay que recorrer un poco para encontrar estaciones de combustible, pero en volúmenes está”, expresó Bernardo Turcumán. ¿Recorrer “un poco”? ¿A qué se refiere? En primer lugar nunca es poco lo que se gasta en combustible para encontrar, con mucha suerte, una estación del Estado con abastecimiento. Segundo, las únicas estaciones en las que nunca escasea el producto son las extranjeras, que venden el litro más caro.

Además, el Presidente de los expendedores argumentó que “esto es cíclico. Los antecedentes los tenemos, los motivos los conocemos”, y explicó: “Hoy consumimos nafta importada y para importarla hay que erogar dólares al extranjero y sacrificar recursos fiscales, porque ese combustible no lleva impuestos”. Otra prueba más del desequilibrio financiero que vive el país. “Es un sacrificio que el Estado lo mide según su vara, no sé si es la de la gente”, expresó Turcumán, cuando se supone que el Gobierno debe gestionar en razón del bien común y no “con su propia vara”.

“Cuando se decide importar hay un proceso, se tiene que esperar hasta que el Gobierno decida y se produce un desfasaje, por ende falta un poco de combustible. Esto es lo que hay que pagar por tener intervenido el mercado tantos años”, explicó el funcionario.

Además, Turcumán, sin querer o queriendo, dejó abierto el foco de debate con respecto a las inversiones extranjeras. “Hay un desaliento en la exploración y en la explotación. Hemos perdido el autoabastecimiento porque hay un desaliento en la gran inversión”. Claramente, la promesa unida a la nacionalización de YPF, sobre la segura inversión de ciertas empresas hacia el yacimiento argentino, todavía tiene un dudoso futuro.