Caen otra vez las reservas del Banco Central

Las reservas en divisas del Banco Central cayeron otros 236.000.000 millones de dólares. Esto representa el menor nivel desde principios de 2007. Además, cayeron el oro y los títulos externos.

En picada. Las reservas del BCRA en la divisa norteamericana caen en millones.

Fuente: Infobae

Además, la jornada se vio afectada por el negativo desempeño de los activos financieros que forman parte de las reservas: el oro cayó 1,33% y los títulos externos sufrieron una baja similar.

De este modo, desde el inicio del año acumula una pérdida neta de u$s11.026 millones, aunque superaría los u$s11.130 millones, si se agrega el efecto de la diferencia negativa que en los últimos días surge entre este dato provisorio que brinda el Banco Central y el corregido dos días después. Mientras que en términos brutos la contracción excede los u$s18.000 millones, si se considera que en el período el saldo del intercambio comercial de bienes con el resto del mundo se ubicó en más de 7.000 millones de dólares.

En tanto, respecto del pico alcanzado a comienzos de 2011, de u$s52.654 millones, la hemorragia fue de 20.300 millones de dólares.

La presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, justificó el viernes que semejante fuga de capitales -75%-, aproximadamente u$s8.000 millones, correspondió al pago de vencimientos de deuda pública, pero el endeudamiento neto, según los últimos datos oficiales bajó u$s2.100 millones en el primer semestre, y aumentó u$s13.100 millones en los pasados doce meses.

A partir de los cambios en el gabinete que Cristina Kirchner decidió a partir del próximo miércoles, con el refuerzo de la línea a favor de impulsar el crédito productivo y la orientación del crédito, cabe esperar medidas cambiarias tendientes a poner un freno a semejante drenaje de divisas, las cuales estarían a cargo de la dupla Axel Kicillof, como flamante ministro de Economía, y Juan Carlos Fábrega en la cabeza del Banco Central.

 

Pierde fuerza el superávit comercial

La liquidación de divisas por parte de los exportadores, en particular de los productores agropecuarios, mantiene un rezago que se puede estimar en unos u$s3.000 millones, el cual se explica por el aumento de los costos internos, la menor expectativa de cosecha por las condiciones climáticas adversas en el período de desarrollo de los granos gruesos de siembra temprana, y la incertidumbre que genera la alta brecha cambiaria entre el tipo oficial y el libre.

Mientras que la demanda de moneda extranjera para importar combustible se mantiene expansiva por el dinamismo que mantiene el consumo de energía, tanto eléctrica como de naftas y diesel para atender al movimiento de automotores, al haber ignorado durante más de cinco años las advertencias de ingreso en zona crítica del autoabastecimiento energético.

Adicionalmente, aparece el creciente desequilibrio de la balanza turística, alentada por una elevada brecha cambiaria que induce a anticipar la compra de paquetes para las próximas vacaciones de verano, así como la adquisición de bienes a través de la vía electrónica.

Frente a este combo que conduce a alimentar el ciclo de incertidumbre cambiaria, atenuado en lo que se refiere a la dinámica de los precios de las divisas en el circuito libre con los crecientes controles en puntos neurálgicos de la city porteña, la Presidente parece haber dado la primera señal en la vuelta a funciones para inducir a un freno en la hemorragia de las reservas.