Niña lastimada al vacunarla: Un tipo de violencia ignorada y poco denunciada

San Juan
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Existe una realidad que no sale a la luz en la mayoría de los casos: muchas veces por miedo, muchas veces por ignorancia. Tiene que ver con el maltrato a las mujeres que están por parir o a las mamás de bebés pequeños por parte del personal de la salud.

¡OJO! Es importante aclarar que no se estigmatiza ni universaliza sobre el personal de la salud, sino que como en todos los ámbitos, existen casos de violencia de género y abuso de autoridad entre pacientes y enfermeros o médicos, que muchas veces no son tomados como tales por la simple reputación que otorga la profesión, que hace que muchos pacientes miren a sus médicos como sus dioses o con un respeto sobrevalorado.

Un caso de esta índole salió a la luz en estos días. Verónica Mamone llevó a su hija Josefina, de un año apenas, a la sala vacunatoria del Hospital Rawson para que le aplicaran la pentavalente y las dosis del año. La experiencia fue desafortunada y la beba terminó con los dos bracitos lastimados. Verónica denunció la situación por Facebook. ¿Qué sucedió?



“El jueves en la siesta de la semana pasada la llevé a vacunar a la bebé. Me recibió una señora y empezó a maltratarme porque tenía una dosis atrasada, me gritaba que por qué me atrasaba. Después le puso las vacunas, empezó a llorar la bebé, la agarró de donde la había pinchado, la empezó a zamarrear y a gritarle que se callara”.

De esta manera comenzó el relato de Verónica, que en primera instancia según su versión sufrió violencia por parte de la persona encargada de vacunar a su bebé, y la niña también en el maltrato físico y verbal. Aunque Verónica tiene sus motivos para justificar el atraso, eso no debe ser en ningún caso aliento para promover un maltrato.

“La apretó de los brazos. Empezó a gritar `¡cállate, cállate!”, porque la nena me empezó a tirar los brazos. La alcé y le dije que la iba a sacar afuera. Después me dijo que para colmo que no le ponía las vacunas la iba a enfermar de neumonía”, continuó Verónica.

Regresó a su casa con su bebé y partió al trabajo. Cuando regresó en la noche Josefina tenía los brazos con sangre aún, uno con una especie de tajo por “sacar fuerte la jeringa” y otro con moretones y las marcas de los dedos de la enfermera.

“No sabía qué hacer, yo lo compartí en Facebook y empezaron a aconsejarme. Se comunicó conmigo la hija de la directora de salud pública que elevó la denuncia y ayer me llamaron del hospital para que me acercara a contar lo sucedido. Ayer me pidió disculpas Cuevas de infectología y me dijo que vaya así la pediatra la ve a la bebé”, explicó la mamá de Josefina.

Ahora resta analizar si fue un caso de mala praxis y no solo eso, sino poner bajo la lupa la situación de violencia que se generó en la sala sanitaria. Estos casos son frecuentes en muchos ámbitos y no deben pasarse por alto. Maltratos de estos tipos pocas veces son identificados.

“Yo pienso que también ha sido una mala colocación de la vacuna. Ella se puso por atrás a ponerle la vacuna.  Siempre se la habían puesto acostada. Me preocupa. Las otras veces estuvo con otras chicas. Esta vez estaba sola. Cuando esta sola sí muestra su carácter”, concluyó Verónica.
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