Fiat volerá a producir, pero con el nuevo Gobierno

Economía
"Debemos aguardar un nuevo ciclo", dijo su CEO cuando presentaba un Jeep en Brasil.






 

El murmullo se intensificó. Curiosa, la mayoría pegó un salto de sus sillas ubicadas en el enorme salón prolijamente confeccionado para el evento de inauguración y sacó sus celulares para filmar su arribo. No había bombos, ni militantes ni sugestivas teleconferencias, y los trabajadores de la fábrica compartían el mismo espacio con ejecutivos de la empresa. A paso decidido, a pesar de su oscuro momento político, la presidenta Dilma Rousseff entró al salón del flamante polo industrial de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y se sentó en medio de tibios aplausos.

"Los ajustes son coyunturales, pero estamos determinados a llevarlos a cabo", afirmó, aunque ratificó su compromiso con el crecimiento de la economía. La escuchaba, entre otros ejecutivos y dirigentes políticos, el CEO de FCA, Sergio Marchionne. A pesar del derrumbe automotor en Brasil, la empresa invirtió US$ 2300 millones (25% de dinero propio y el resto financiado con bancos oficiales) en el Polo Automotor Jeep, donde producirá la camioneta Renegade. El complejo, ubicado en el estado de Pernambuco (donde nació Luiz Inacio Lula da Silva), es compartido con 16 proveedores y prevé producir en el futuro dos modelos más (Fiat y Jeep).

Aunque el proyecto comenzó en 2010, cuando el mercado brasileño volaba, Marchionne confesó luego en conferencia de prensa que nunca pensaron en frenarlo. "Hoy hay un período de ajuste, pero Brasil tiene mucho para crecer", agregó, pese a que el presidente de FCA Brasil, Cledorvino Bellini, pronosticó una caída de 15% en la producción local este año.

En cambio, la Argentina no está dando las señales necesarias. Marchionne confió que en las 48 horas que pasó con sus ejecutivos regionales analizó los productos que fabricarán en la región. Adelantó que FCA tendrá un nuevo modelo en su planta de Ferreyra, Córdoba, pero será con otro gobierno. "Debemos aguardar a un nuevo ciclo", dijo el CEO mejor pago en el mundo. Negó que el proyecto sea una pickup.

Hace unas semanas, Nissan, Renault y Mercedes-Benz anunciaron la producción de sus respectivas pickups en la planta que la empresa francesa tiene en Córdoba, que también verán la luz en 2018. Se sumarán así a los productos que ya hacen Ford, Volkswagen y Toyota en el país. Estos vehículos suman alto valor agregado a la exportación (lo que implica más divisas en tiempos de escasez) y están exentos del impuesto interno que grava a las unidades de alto precio.

Entre los directivos de FCA afirmaban que el nuevo auto que fabricarán en el país sería un sedán y que podría comenzar a fabricarse entre 2016 y 2018. "Los números se hacen todos los días, pero no hay nada aprobado", contaron. Días atrás, FCA blanqueó la apertura de un plan de retiros voluntarios en la Argentina. "Todas las automotrices lo están haciendo", minimizó un ejecutivo de la empresa.

La diferencia entre Brasil y la Argentina parece cuestión temporal -Cristina Kirchner se retira y Rousseff recién transita el primer año de su nuevo mandato-, pero también de señales. "Somos aliados incondicionales del desarrollo", fue una de las amistosas frases de Rousseff ayer al empresariado.

En el caso del polo de FCA, los hechos la respaldan: los 530.000 metros cuadrados fueron una donación oficial. A eso se suman el financiamiento, beneficios fiscales hasta 2020 y la provisión de infraestructura para el suministro de energía.

 

Fuente: La Nación.-
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