El delantero de Tigres que preocupa a River

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La flamante incorporación de Tigres fue el goleador de Olympique de Marsella la última temporada. Un consejo del Loco cambió su forma cuidarse, lo hizo bajar de peso y desterró el apodo "Big Mac". Mañana, desde las 22:00 hs. jugará como titular la definición de la Libertadores.








Big Mac pour Gignac. Big Mac pour Gignac. Big Mac pour Gignac. Durante las temporadas 2012/2013 y 2013/2014 de la Ligue 1 de Francia, estas estrofas se convirtieron en un himno obligatorio para las hinchadas locales que recibían a Olympique de Marsella. En cada estadio, en cada partido, sin pudor alguno, los simpatizantes del fútbol francés se burlaban del delantero André-Pierre Gignac por su exceso de peso. Las bromas también se viralizaron en forma de memes y hasta la cadena de comida rápida rival de la firma del payaso llegó a utilizar la popular canción como publicidad en las redes sociales. Eso sí: adaptando la letra. Un Whoper pour Gignac.

Hoy, luego de rechazar varias ofertas de equipos importantes de Europa, la transferencia del delantero francés, de 29 años, a Tigres de México, que mañana jugará la primera final de la Copa Libertadores ante River (en Monterrey, desde las 22), aún sigue resonando con fuerza en el mercado de pases, pese a que ya jugó y fue una de las figuras en la semifinal contra Internacional de Porto Alegre al marcar un gol el miércoles último. Atrás en el tiempo quedaron aquellas burlas. Una temporada brillante en OM cambió lo que se decía de él. Dejaron de aparecer nombres de hamburguesas o referencias a pollos fritos. Todos hablaban de la recuperación del goleador y del destino que eligió para continuar su carrera. Pero, ¿qué sucedió entre aquellos días de críticas y este presente cargado de elogios? Un entrenador: Marcelo Bielsa.

Apenas asumió el compromiso de dirigir en el fútbol francés a mediados de 2014, el Loco vio y analizó los 48 partidos del equipo en la temporada pasada. Allí, lo sorprendieron Jérémy Morel, quien luego se convertiría en una referencia de la defensa, y Gignac -había sido el goleador, pese a las cargadas-. El sobrepeso también era una preocupación para el flamante entrenador. Por eso, según contó el diario L'Equipe, en una de sus primeras prácticas, se acercó al delantero y, traductor mediante, le dijo:
"Yo te conozco de memoria, sé todo acerca de tu carrera. Vas a perder dos kilos y marcar 25 goles".

Aceptó el desafío. Pero no fueron dos kilos, sino seis. Se convirtió, con el paso de los partidos, en un jugador clave para el esquema de Olympique, más allá de que no jugaba en una posición cómoda para él, como confesó en varias conferencias de prensa Bielsa. "Es un goleador con antecedentes y en este momento está contundente y efectivo, muy trabajador también". Los elogios del DT eran constantes. Tampoco marcó 25 goles, "apenas" hizo 21, suficientes para terminar como el segundo máximo goleador del certamen, detrás de los 27 de Lacazette, de Lyon.

Hijo de gitanos, Gignac nació el 5 de diciembre de 1985 en Martigues, pequeña localidad del sur de Francia. Durante su infancia nómade, vivía en casas rodantes. Además, mientras despuntaba el vicio futbolero en las divisiones inferiores del equipo homónimo a la ciudad, ayudaba a su familia vendiendo ropa en ferias y cazando ciervos y conejos para comer. Sus raíces siempre fueron un impedimento para cuidar su peso. "Ellos hacen suficiente comida para 100, incluso si hay sólo 30 personas. Comemos y bebemos mucho, jugamos y nos vamos de caza".

Tras sorprender en el equipo local, el delantero dio el salto cuando pasó a Lorient, de la Ligue 2, donde no rindió. Ese paso en falso lo llevó a jugar en la tercera categoría del fútbol francés. No fue fácil su adaptación, pero comenzó a crecer hasta que Toulouse fue por él. La rompió y llegó a jugar el Mundial Sudáfrica 2010, donde los galos fueron eliminados en la primera rueda. Su siguiente destino fue Olympique de Marsella, donde, luego de dos temporadas flojas, agrandó su figura hasta convertirse en ídolo de los hinchas.
Al ser consultado sobre la responsabilidad que tuvo en la recuperación física del jugador, el Loco respondió: "¿Sus seis kilos? No fueron gracias a mí, sino lo aplicaría conmigo".

Cuando terminó la temporada anterior, el equipo de Bielsa intentó retenerlo. También llegaron ofertas de Rusia y Turquía, entre otros países. Pero los 12 millones de dólares que pagó Tigres por él, más un sueldo más que prometedor, lo llevaron a cruzar el océano Atlántico. Mañana, será una de las armas principales del equipo mexicano, que busca levantar la primera Copa Libertadores para un equipo de su país.

Tras su partida, las bromas sobre su peso volvieron tomar protagonismo en Francia. El irónico portal www.lepique.fr publicó una falsa entrevista en la que el jugador explicaba los motivos de su elección: "Quería hacer una declaración oficial acerca de mi club de futuro. Tuve ofertas de OL, Dinamo de Moscú o Galatasaray. Pero, sinceramente, cerca de los 30 años, no quiero cometer errores que afecten a mi familia y mi estómago (risas). En serio, gracias a Bielsa, el Big Mac es historia, aunque todavía soy una víctima de las bromas de todo tipo, que no son divertidas. Todavía soy un fan de la gastronomía, pero ahora estoy interesado en otras cosas que los Big Mac, salchichas o nuggets. Así que mi club de futuro debe ofrecer una atractiva gastronomía. Creo haber encontrado la combinación perfecta: México y el club Tigres. Estoy emocionado como una fajita".

 

Fuente: La Nación.-
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