A otra historia: Nuevo Código, nueva mentalidad

La semana que viene el Nuevo Código Civil entra en vigencia, dejando atrás un conjunto de leyes de 150 años y con un completo cambio de paradigma. Pascual Alferillo, Juez de la Cámara Civil en la provincia, habló de los cambios esenciales del código y aseguró que “no se logró todavía tener plena conciencia del cambio que a partir del sábado tendremos”.

---

“A pesar del esfuerzo de muchos juristas y algunos periodistas no se logró todavía tener la plena conciencia del cambio que a partir del sábado tendremos en la República Argentina. En Argentina se deroga la ley 15, del código de comercio, la más vieja que tenemos en el país. Toda una historia queda de lado para un nuevo código”.

Así lo indicó el magistrado y si bien no entró en detalles con cada cambio, explicó que esta transformación profunda del Código se notará sobre todo en la parte de Familia, ya que es profusa la cantidad de nuevas normas en este sentido.

“Hay un cambio en la estructura económica del matrimonio. Se pueden pactar las condiciones de los bienes a futuro. Esto es muy importante y tiene mucha trascendencia porque ya no es obligatorio tener la comunidad de bienes como era hasta hoy. La forma de divorciarse será más simple”, destacó y agregó que “el derecho al consumidor y la protección de los menores serán fundamentales”.

“Otro tema que será conflictivo hasta en el rango constitucional es la responsabilidad del Estado y la posibilidad de que el Estado provincial fije reglas de prescripción. Está bastante cuestionado. Están disolviendo un poco la unificación que se trata de hacer en la legislación de todo el país”, dijo el Juez.

"Otro tema conflictivo será la posibilidad del Estado provincial fije reglas de prescripción".

Por último, Alferillo aseguró que “hay un cambio esencial en la mentalidad del nuevo Código, que tiene que ver con los Derechos Humanos”.

“Se debe comprender que el código civil de Vélez Sarsfield había quedado con estructuras desmembradas, porque la reforma del 94 fue muy fuerte al elevar a rango constitucional los tratados internacionales sobre derechos Humanos”, concluyó.