"Boca necesita salir campeón", confiesa Arruabarrena

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El técnico del líder del torneo se maneja entre las presiones, las críticas y sus gustos de conducción y de juego. Insiste en que se irá si no gana nada a fin de año y discute que tenga un plantel con "dos o tres equipos".




 





 

Una foto, dos, tres y recién en la cuarta la gente advierte que la figura de Rodolfo Arruabarrena, de 40 años, es la que queda atrapada por la cámara. Suelta una sonrisa tímida y saluda con una mano en alto. Aun cuando el frío le permitía hacerse el distraído e ir a la sala de prensa para la charla con la nacion, el Vasco se puso a firmar un par de autógrafos y sacarse fotos con los hinchas que hundían su cara entre las rejas del complejo Pedro Pompilio.
El cariño de la gente parece hacerlo sentirse a gusto y le permite medir el alcance de esta campaña que tiene a Boca, en la recta final, en el escalón más alto del torneo.

Se suelta a cuentagotas, pero cuando lo hace aparece lo mejor de sí. Se permite algún insulto cuando se recuesta sobre la silla, pero cuando nota que comienza a ser él, se incorpora, apoya los codos sobre la mesa y contesta con más formalidad. Ahí juega con los anillos, que parece que lo ayudan a ajustar las palabras. Sabe que está en un momento clave en su carrera como DT y no quiere equivocarse. No le gustan los desbordes, dice, pero también asegura que si no gana el título se va a fin de año: "Porque soy un Vasco calentón", reconoce.

-¿Las presiones son peores que como jugador?

-Pasa por cada uno. En la época como jugador las pasa cada uno de forma individual. En cambio, como entrenador hay que cuidar que las presiones no lleguen al grupo. Llega la etapa final del torneo y con ella las presiones, los nervios. Generalmente se ve menos fútbol, más miedo a ganar y a perder, cada uno lleva agua para su molino. Tratando de meter más o menos presión para el otro, para los árbitros. Pero así es el fútbol argentino desde siempre.

-Se lo señalaba a este Boca con aquello de la falta de la identidad. ¿Cuánto creés que este equipo ganó en eso en este tiempo, y en cuánto te ayudó Tevez?

-Carlos tiene sentido de pertenencia que todo jugador desea. Es importante porque es un plus que le da al grupo. Pero siempre han tenido carácter. Hice hincapié una vez en el famoso "tener o no huevos". Pero equivocamos el significado, porque "huevos" es personalidad, y a mí carácter me demostró el otro día Bentancur, saliendo jugando en el Monumental y frente a River después de aquel error frente a San Lorenzo. Carlos ha jerarquizado al grupo y les sacó esa presión del entorno a muchos jugadores. Y nosotros tenemos que tratar de que él no asuma toda la presión. Creo que hasta aquí lo hemos manejado bien.

-Pero el sábado dio la sensación de que él te pedía no salir.

-No. Ya estaba hablado que si estirábamos la ventaja lo sacaba, pero llega el descuento y cambió los planes.

-Y la llegada de Tevez, ¿a vos como DT te hizo las cosas más fáciles o más difíciles?

-En algunas situaciones más fáciles, y en otras más difíciles. En cuanto a los pibes, la facilidad de tener al lado un ejemplo. Poder mandarlos a hablar con Carlos o con Gago, por ejemplo con el tema de la alimentación. Que ellos puedan aconsejarlos es muy útil. Por el otro lado, durante todo el torneo estuvimos peleando arriba, desde antes de la llegada de Carlos. Por eso, más allá de que perder con San Lorenzo nos dolió muchísimo, Boca hizo un buen partido, y haberlo hecho sin los jugadores de la selección nos fortaleció como grupo.

-Los números de tu campaña hablan de un gran laburo en Boca, pero son muchas las críticas a tu equipo y a vos. ¿Son injustas?

-Un jugador o un DT de Boca debe estar abierto a las críticas. Acá nos conocemos todos. Sabemos de qué pie renquea cada uno, se sabe en un año político quién se maneja de determinada manera, o si las críticas tienen un interés detrás. Están muy lindas las estadísticas, pero este club necesita un título. Por eso estamos acá.

-¿Te apuraste en anunciar que te ibas si Boca no gana nada?
-Para nada. Lo tengo clarísimo. Que sea un año político no me cambia. Tengo que estar más alerta a las bombas que puedan llegar a caer de cada lado, dependiendo de si gano o no.

-¿Al decir eso no estás cayendo también vos en el resultadismo?

-Sí. Por eso digo que soy vasco y terco. Para mí un DT en la Argentina no debe estar más de dos años en un mismo club, aunque le vaya perfecto. Más tiempo lleva a un desgaste con todo. Soy tranquilo, pero tengo estas cosas. Muchas veces me cuestionan que no hablo durante el partido. A mí me gustaba ver al banco y notar tranquilidad. He tenido los mejores entrenadores: Menotti, Pellegrini, Bianchi, Bielsa. Sería estúpido no haber aprendido nada de ellos.

-Queda muy poco y estás cerca de los objetivos que se trazaron.

...(Interrumpe) Estás cerca y lejos a la vez. Hay que tener cuidado con eso. Esto desde nuestro lado; después, los demás te van a querer meter presión de que ya somos campeones. Tenemos que estar en todos los detalles para evitar situaciones que nos compliquen, como una expulsión tonta.

-¿Boca tiene uno de los planteles más ricos del campeonato?

-Es un plantel equilibrado. No comparto es de que tenemos dos o tres equipos. Es cierto que tenemos buenos jugadores, pero hemos subido a siete chicos de inferiores. Los equipos grandes tienen buenos planteles. Boca hace bastante que no sale campeón y este grupo se anima a jugar. Hay momentos que te sale mejor o peor, pero es una presión que han sabido asumir y juegan con ello.

-¿El hecho de que casi siempre haya cambios en el equipo es por el rico plantel que tenés?

-No. Depende de los momentos y lo que veas del grupo. En Tigre o en Nacional tenía un equipo titular, pero acá vi que los rendimientos fueron dándose de una determinada forma, hicimos buenos partidos y hubo rotación. Racing fue campeón y creo que repitió el equipo una sola vez.

-Si salís campeón, ¿seguís? ¿Programás la pretemporada?

-La pretemporada siempre la hago esté donde esté, porque profesionalmente es la obligación del entrenador. Pero a fin de año el club debe hacer una evaluación de mi trabajo. Yo también y los jugadores lo mismo.

-Desde 1981, con Marzolini, Boca no tiene un DT campeón que antes lo había sido como jugador. ¿Cómo juega el ego de repetir eso?

-Todos tenemos egos. Como jugador yo quería quedar en la historia del club y ganar prestigio. Y como entrenador es lo mismo. Si puedo quedar en la historia del club también como entrenador, mucho mejor. Pero no es una obsesión. Pero quiero salir campeón, eso está claro. Siento que el club necesita salir campeón para volver a arrancar.

-¿Qué es el "mundo Boca"?

-¡Qué lindo explicarlo en tres palabras! Es el entorno, el quilombo y no quilombo. Ganando o perdiendo. Es una gran familia. Hay gente buena, gente mala. Por momentos estás bien, en otros mal.

-Si llega a haber un cambio político, ¿cuál es tu futuro?

-No me meto en política, pero los que me conocen saben cómo me manejo en este tipo de situaciones.

-Independientemente de que te quedes o no en el club, ¿qué sentís que van a valorar de vos?

-Ese tipo de opiniones tienen que darlas otras personas. Creo que hemos podido apuntalar una serie de cuestiones que creíamos necesarias en este club, y en otras creo que podríamos haber hecho más.

-¿Podés dejar de ser técnico de Boca en algún momento del día?

-Sí, claro. Cuando llego a mi casa. Tengo cuatro hijos y me gusta disfrutar con ellos. Además, si no lo hiciera mi señora me echa de casa.

 

Fuente: La Nación.-
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