La hija de sanjuaninos que asumió en Aerolíneas

Nacionales
Isela Costantini dijo que no va a discriminar a nadie y que el que tenga aptitudes se quedará. Pidió unidad entre los trabajadores.






Isela Constantini, titular de YPF.

Formalmente, ayer empezó un nuevo ciclo en Aerolíneas Argentinas. Fue pasado el mediodía, exactamente a las cuatro de la tarde, cuando la nueva CEO de la compañía, Isela Costantini, se reunió con los principales directivos de la línea aérea de bandera en las oficinas de la empresa en Aeroparque.

Fue un encuentro corto, apenas duró poco más de media hora. Pero sirvió para que los inquietos ejecutivos escucharan de boca de su nueva jefa que lo que viene será un desafío para todos y no sólo para ella. No hubo reproches de ningún lado y, según dicen fuentes oficiosas, todos quedaron satisfechos.

Luego siguió una segunda reunión. Esta vez con los primos hermanos de Austral, la otra empresa del grupo que desde hace años convive con resquemores con Aerolíneas. Fue la presentación formal de la ejecutiva, las primeras palabras como CEO y presidente, rol que podrá asumir por contar con la nacionalidad argentina.

En ambos encuentros, Costantini pasó en limpio los roles de cada uno de los gerentes y de las funciones que tendrán. Luego llegó uno de los mensajes que quiso dejar en claro hoy: trabajará para hacer una empresa competitiva. Nadie, claro está, le pidió definiciones sobre el cómo. No era el momento.

Además, apuntó mucho a la unidad. Dijo que sólo con una empresa unida podría lograr el objetivo que se ha trazado: llegar a que Aerolíneas esté entre las principales firmas de la región. Fue entonces cuando habló del orgullo que tiene que tener un trabajador que esté empleado en la aerolínea de bandera.

Dedicó unos minutos a una nota aparecida ayer en LA NACION, en la que se consignaba que la empresa estaba dividida entre "los de la línea" -en alusión a los que trabajan en la empresa desde antes de la llegada de Mariano Recalde a la conducción- y "los de La Cámpora". Les dijo a sus ejecutivos que no llegaba a la conducción de la empresa para discriminar a nadie, y menos aun por las filiaciones políticas. El mensaje fue claro: el que sirva va a seguir.

Fue un bálsamo para muchos gerentes y mandos medios que simpatizan con la agrupación creada por el diputado Máximo Kirchner, que miraban la presentación desde las filas de más atrás del auditorio del tercer piso. Trataban de pasar lo más desapercibidos posible, cual estudiante secundario culposo.

Se empezó a disipar una ola de sospechas de despidos masivos que había generado la administración anterior. En los últimos días de gestión, el trascendido de que, en caso de ganar la Presidencia Mauricio Macri, habría alrededor de 3000 telegramas se había hecho casi certeza en los pasillos de la compañía.

Por ahora, Costantini no está dispuesta a dar ningún número de la línea aérea, ya que primero quiere sentarse unos días sobre las cifras. Es consciente de que sólo después de relevar cada una de las áreas centrales podrá tener una radiografía. La planta de empleados, por caso, seguramente será revisada. De aquellos 9500 dependientes que tenía la compañía cuando fue estatizada en 2008 se pasó a 12.246 en el grupo Aerolíneas, pese a que oficialmente se informa 11.584 trabajadores.

Aquel slogan "Alta en el Cielo", que identificó a la empresa en los últimos años, seguramente desaparecerá. Cuentan que la unión que Costantini les pidió a sus empleados podría aparecer en el nuevo mensaje. Algo así como "Uniendo Argentina".

Hoy será el turno de recorrer Ezeiza. A las 9.30 se la espera en el centro de capacitación, donde, además de recorrer, participará de un simulacro de vuelo en un Airbus 340. Luego un recorrido por tres hangares (4, 3 y 2) y por los talleres de motores y ruedas. Y después, junto a 13 ejecutivos, almorzará en el comedor.

Fuente: La Nación.
Te puede interesar
Lo más visto