Murió "El Gringo de Lara", un histórico personaje sanjuanino

Funcionario de distintas gestiones, modelo, deportista, creativo, empresario y el PRIMER IMPULSOR del TURISMO en San Juan. Jaime "El Gringo" De Lara falleció hoy. Había sufrido un ACV en septiembre pasado y desde entonces su salud desmejoró mucho. Nosotros elegimos recordarlo de la mejor manera, con sus MILES de ANÉCDOTAS.




Jaime De Lara desde siempre tuvo varias pasiones, pero esto no fue un impedimento para dedicarse a casi todas. El “Gringo”, como es conocido por casi todos los sanjuaninos, es creativo publicitario, egresado el Instituto de Artes y Teatro, precursor del carrovelismo, del rufting y las travesías en las fieles “guanaqueras”. Dueño de varios inventos, ex Director de Turismo en tres gestiones diferentes, fotógrafo innovador y un gran relator de aventuras vividas en primera persona.

Jaime heredó el nombre de su abuelo y su padre, precisamente dos personas que marcaron su infancia y apuntalaron con ejemplos de esfuerzo y honestidad el camino que vendría por delante. Casa Lara, el negocio familiar que brilló con luz propia décadas atrás, fue la primera experiencia laboral de nuestro protagonista, quien atravesando la puerta de salida de su adolescencia se introdujo y especializó en el mundo de la historia del arte y el teatro. “Soy el largo viaje de los genes. Soy lo que vi, soy lo que escuché. Soy un montón de personajes que luchan entre sí sin saber bien quién soy. Así me describí en una nota en 1975 y es lo que soy”, expresa Jaime en una entrevista exclusiva para Diario Móvil.

El “ojo de gato” (bandas reflectarias) fue su primer invento y la base para el lanzamiento de su faceta publicista. Impuso la gráfica con humor en grandes carteles, introdujo las primeras gigantografías, como la botella de vino para Montilla, que tenía 9 metros y giraba, y los carteles lumínicos de no doblar a la izquierda, que hizo con CAVIC. El éxito que tuvo sus creaciones le permitió entablar relación con la Dirección de Tránsito local, quien al poco tiempo le encargó la señalización de las paradas de ómnibus, papeleras y refugios peatonales. Sin embargo De Lara dio un paso más y apostó por la cartelería gigante, que a día de hoy sigue bajo su ala en varios puntos de la provincia.
Transitando el año 1965 la aventura asume el protagonismo en la historia de Jaime, quien entusiasmado por el vehículo doble tracción modelo ’57 que había adquirido decide fundar el “Club de las Guanaqueras”.




Pero las travesías por las montañas no terminaban de saciar su sed de altura y, a principios de la década del ‘70, encontró como solución ser piloto.

Jaime brindó a San Juan el deporte de carrovelismo, el que conoció gracias al belga Johan Byttevier. “En 1970 iba a Barreal con Jorge Enrique Estornell en su avión, aterrizamos en una pista que está cortada y tenía hasta hangar. Luego paso por la pampa en el avión y veo un tipo que hacia señas abajo, al lado de un avión Cessna Sky Wagon, dos motores. Pensé que se había quedado sin nafta, aterrizó y sin decirme ni hola me dice: ‘¡esto es fantástico para carrito a vela!’. Yo le pregunto ¿qué es eso? Y él me responde: ‘vos vení en un mes y vas a ver’. El llevaba alimentos a Pachón que empezaba a explorar. Yo organicé y desarrollé su idea”, dice Jaime.

En noviembre de 1975 se lleva a cabo el Primer Campeonato Nacional de Carrovelismo. Sin embargo, el momento de mayor explosión y difusión de la competición se plasmó con la gran apuesta publicitaria de Marlboro. El nombre de San Juan se extendió por la geografía mundial para mostrar a los amantes de los deportes  de aventura las posibilidades que la provincia tenía desde ese entonces para estas competencias. Esta llegada de Marlboro a San Juan, que  buscando deportes raros para promocionarse, dio a Jaime una nueva oportunidad, realizando una cobertura fotográfica de toda la argentina. Malboro auspició durante 15 años al carrovelismo. En ese momento presidente del primer Club de Windcar, varias veces campeón argentino y récord mundial. Su fotografía más reconocida a nivel mundial fue una en donde posaba junto a su carro a vela en Pampa del Leoncito.




Jaime De Lara también estuvo al frente del área de Turismo en tres legislaciones distintas. Su primer capítulo coincidió con el auge del binomio deporte-aventura y Eloy Camus como gobernador. “Ese día yo iba por Pachaco y por radio escucho al gobernador Eloy Camus que me nombró director de Turismo. Claro ¡con todo el alboroto que habíamos armado! Así que hasta Pachaco era organizador y de ahí en adelante funcionario”, cuenta Jaime. Pero cuando se instauró el Golpe Militar se dejó sin efecto la Dirección de Turismo en 1976. Sin embargo, desde el alto mando militar sanjuanino le ofrecieron continuar en el cargo. En esta etapa dio continuidad a la organización de la Fiesta del Sol, y apostó por darle a Ischigualasto la importancia de promoción turística.

Aficionado a la fotográfica, el motivo que más retrata, dado a sus viajes es la geografía sanjuanina, pero su verdadero gusto fotográfico es la foto documental.  Enamorado de la provincia, toda su vida fue una aventura en San Juan. Tuve muchas ofertas para irme fuera, pero el afecto no me ha dejado nunca irme de San Juan. Nací y voy a morir aquí”. “La vida no tiene sentido, hay que dársela”, concluye Jaime De Lara.


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