El candombe, un ritmo africano que se está afianzando en la comunidad sanjuanina

El candombe es un ritmo proveniente de África que ha sido parte importante de la cultura uruguaya por más de doscientos años. Esta cultura también desembocó en Argentina, pero poco a poco ha ido desapareciendo. Sin embargo, en San Juan hay un espacio, El Hormiguero, que lo está instaurando nuevamente dentro de la sociedad en una forma social e inclusiva con una clara manifestación artística donde los vecinos se suman cada vez más.

El candombe es una de las músicas típicas uruguayas y fue desarrollado por los esclavos africanos en la época colonial en Montevideo, pero este estilo en el que se destaca el uso de tamboril también desembarcó en la Argentina. Luego de su creación y con la paulatina desaparición de los negros en Buenos Aires, el ritmo fue menguando, hasta que recientemente ha vuelto a convertirse en uno de los preferidos por los jóvenes, quienes lo utilizan como una clara forma de manifestación artística. En este resurgimiento San Juan tiene su identidad en el espacio El Hormiguero, ubicado en Villa del Carril, Capital.




Los chicos que conforman el espacio El Hormiguero practican este arte, que es totalmente callejero y de barrio, en la plaza ubicada en calle Segundino Navarro y Lateral de Circunvalación. Allí comparten la música y el baile con los vecinos del barrio. “Desde el espacio El Hormiguero venimos trabajando con los tambores desde hace un tiempo. Lo veníamos haciendo de una forma más íntima porque estábamos aprendiendo, pero luego salimos a la calle con los vecinos. El candombe es un ritmo del folclore uruguayo, y en nuestro caso surge de experiencias personales, pero que tiene que ver con entender esa historia y esa cultura como que no es ajena a nuestra propia historia y cultura. Es reconocernos a nosotros a través del candombe”, cuenta Guadalupe Agost, encargada del espacio.




En Uruguay hay tres barrios que lo practican y por ende hay tres estilos. Los chicos de El Hormiguero practican uno en particular llamado Ansina. Por otro lado, uno de los instrumentos musicales que más se usan para el candombe es el tamboril, que fue traído por los africanos y no se suele tocar de manera individual ya que para generar un mejor sonido se hace en conjunto y cada uno de sus miembros tocan tamborines de distintos tamaños y afinados con diferentes tonos. Sobre la idea de salir con los tamborines a la plaza, Guadalupe expresa que “se debe a que como el candombe es algo de barrio y vimos que  el espacio el candombe, los tambores y los chicos estaban muy vinculadas. Por esto lo llevamos a la plaza para poderlo compartirlo para los que se quieran sumar. La idea es poder compartir y que surja con el tiempo una forma que es con el tiempo poder formar una comparsa con los vecinos del barrio”.

La comparsa reviste un carácter de ritual y entraña un simbolismo religioso muy profundo. Por esto para los chicos dentro del espacio El Hormiguero la idea de la comparsa “tiene que ver con una inclusión y poder compartir con la gente barrio esta cultura que nosotros venimos trabajando hace un tiempo. El candombe engloba muchas cosas en donde nosotros entendemos que funciona la vida en general. Es de barrio, tiene toda una idea de compartir de respetar lo ancestral. En los tambores y en la danza entendemos y en la historia entendemos que es una sola historia. Si bien es traer una cultura que es del Uruguay, también es reconocer que lo estamos haciendo acá y que también lo estamos apropiando un poco de esto y lo hacemos nuestro con nuestros tambores y nuestra gente, por esto toma un tinte distintos”, señala Guadalupe.

El Hormiguero, espacio artístico barrial

El espacio artístico, El Hormiguero, surgió con una idea de formar un espacio en la Villa Del Carril para que los vecinos se puedan acercar y acceder a otro tipo de información, que corresponde a una porción de cultura e historia que forma parte de la identidad de toda la sociedad argentina. “Desde un comienzo la idea es poder brindar talleres artísticas de danza,  de música y de teatro, sobre todo para la gente de la zona, y al mismo tiempo bridar un espacio para los artistas en donde su trabajo fuera reconocido y pudieran hacer su arte”, explica Guadalupe.

También para la construcción del espacio entendieron los alcances de la zona y el interés que es social e inclusivo. Por esto desde El Hormiguero  brindan en determinados momentos del mes  talleres gratuitos que se hace desde lo que los miembros denominan Hormigueros Abierto. “En este momentos en estas clases gratuitas estamos dirigidos a los niños y a los adolescentes con talleres de danza, de percusión, de teatro y de literatura”, dice Guadalupe.

Por otro lado se dispone el espacio para que distintos grupos puedan ensayar allí. Además se hacen encuentros de teatro y de danza afro. Hace un tiempo incorporaron  el cine gratuito para los niños y se llevan a cabo todos los domingos por la tarde.

“La idea es seguir impulsando y que el espacio crezca. Si bien nosotros estamos construyendo y sosteniendo el espacio, la idea es poder acercar la historia y la cultura a la gente”, concluyó Guadalupe Agost.