Héctor Argiró, recorre Ushuaia hasta Alaska, conduciendo su Torino

torino si si
torino si si
Héctor Argiró emprendió desde hace unos meses su sueño que tuvo desde chico y es viajar desde Ushuaia hasta Alaska, y lo hace a bordo de una Torino 380. Emprendió su viaje el 24 de noviembre del año pasado y se encuentra ahora en Perú, luego de recorrer gran parte de la Argentina y países limítrofes.

Cuando uno es pequeño tenemos sueños de los más variados. Algunos quieren ser superhéroes otros astronautas. Pero Héctor Argiró, de origen tucumano pero desde los 6 años vive en Buenos Aires, soñó con emprender una travesía bajo la potencia de una Torino. Héctor es cartógrafo y su sueño de recorrer las rutas desde Ushuaia hasta Alaska se volvió una obsesión a tal punto que se tomó licencia en su trabajo y emprendió este viaje el pasado 24 de noviembre. Este sueño surgió de una combinación de hechos que pasaron en su infancia y adolescencia. “La más representativa creo que es una noche que estábamos con mi viejo viendo la inauguración de la fecha del Rally Internacional de Argentina de los ’80 que por esos años, vivíamos en Munro, en el Gran Buenos Aires, a 15 cuadras aproximadamente de la autopista Panamericana. Mirando por televisión le pregunto mi viejo: ‘Pa, ¿por dónde van los autos a Córdoba?’ y el me responde por la Panamericana.  Ahí le preguntó que hasta dónde hasta dónde llega la Panamericana, a lo que él me responde ‘hasta Alaska’ y eso quedó picando eso en mi cabeza hasta ahora”, cuenta Héctor en una entrevista para el diario.




Las motivaciones para emprender esta travesía fueron varias, pero la desencadénate fue la misma rutina diaria en la que estaba inmerso. “Durante muchos años, muchos días de la semana viajando al trabajo reflexionando sobre que estoy rumbo a un trabajo, gastando tiempo de viaje, horas de vida, para obtener dinero para comprar cosas.  Esa rutina de trabajar para comprar solo obtener cosas materiales en lugar de estar conociendo nuevos lugares y personas no me cerraba.  Estoy en el momento de los viajes largos, donde los que saben dicen por lo general que empieza realmente el viaje y que es cuando te quedas sin dinero.  Aún no he llegado, estoy a punto, pero estoy dando pasos para que ese momento no llegue, por lo que el viaje está empezando ahora cuando me doy cuenta que los ahorros se acaban.  Espero que se logre entender lo que digo.  El hecho de decir lo que estoy haciendo y divulgar, es como una responsabilidad que me autoimpongo, primero para no defraudarme a mí mismo y segundo para no abandonar el sueño de llegar a Alaska con mi Torino.  Todo esto es lo que me motiva” dice Héctor.  Cada momento de su viaje se pude ver reflejado en su página de Facebook y canal de YouTube El Mundo en Torino. Allí sube fotos y comparte experiencias con personas de todo el mundo.




Viaja a bordo de una Torino 380 y ésta elección se debe a un recuerdo que tiene de un tío suyo. Es por ello que  consiguió esta Torino, la acondicionó y  partió hacia Ushuaia para emprender desde allí su travesía hasta Alaska. “Mis tíos tenían Torino, pero el hecho que marcó fue una noche que íbamos en la coupé blanca Torino TS 1975 de mi tío Carlos.  Estábamos en San Miguel de Tucumán y mi tío manejaba muy tranquilo rumbo al aeropuerto a dejar a mi familia para que viajemos a Buenos Aires.  De repente mi tía le dice a mi tío, como retándolo, ‘apúrate que van a perder el avión’, la respuesta fue una acelerada que hizo que mi espalda se estampe contra el asiento trasero.  Lejos de asustarme, me dije, cuando sea grande quiero uno de estos”, recuerda Héctor.

En cada ciudad a la que visita la gente recibe al viajero de muy buena manera. En algunos lugares lo reciben como un miembro de la familia, en otros como un rockstar, en otros como un miembro más del grupo de amigos.  Resumiendo un poco como una persona que ya conocen.  “En todos los lugares es querer ayudarme.  Darme un lugar para dormir, para bañarme, lavar la ropa, me invitan a comer, me ayudan a reparar el auto, me acompañan a comprar repuestos, me abren su taller o el de un amigo hasta la hora que sea, aportes para el combustible, hacen contacto con los medios locales para que me hagan notas, muchos regalos desde suvenires hasta remeras y gorras”, dice Héctor.

Ahora se encuentra en la localidad Santiago De Surco en Lima, Perú.  Su Torino ya transitó todas las provincias Argentinas y se cumplió el hito Ushuaia - La Quiaca. También estuve en Chile, Paraguay, Uruguay y ahora viaja por Brasil.  “El primer gran objetivo ambicioso es llegar a Alaska, a Prudhoe Bay en el Océano Ártico.  Una vez logrado, revisar el auto y ver la posibilidad de seguir viaje por Europa o Asia”, concluye Héctor Argiró.
Lo más visto