Falleció su dueño y él vivió casi una década en el cementerio donde lo enterraron

Se hizo famoso cuando fue tapa de un medio de Rosario, Santa Fe, aunque ya muchos lo conocían. Collie, es el perro del cementerio La Piedad que fue protagonista de una historia de fidelidad impresionante. Durante nueve años no se movió de allí, lugar donde llegó el día en que sepultaron a su dueño. En el 2014 falleció y sus cenizas fueran esparcidas en el cementerio e instalaron un momento en honor a su lealtad y amistad.

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Todos hemos escuchado en más de una ocasión esas historias que hablan de perros que parecen tener una sensibilidad y una devoción especial hacia sus dueños, un sentimiento de fidelidad que les lleva a permanecer, en algunos casos, junto a la puerta de un hospital por la que su amo desapareció una vez hace ya muchos años. O sobre una tumba, cuidando y velando el descanso eterno de su dueño hasta el último día de su vida. Este es el caso de Collie, un famoso perro en la ciudad de Rosario, que luego de que falleciera su dueño permaneció en el cementerio por casi una década.

Según cuentó el personal que trabaja en el cementerio de La Piedad,  Collie llegó allí hace 13 años, el mismo día en que sepultaron a su amo. Esa noche se quedó junto a la tumba y al día siguiente, cuando los familiares vinieron por él, no hubo forma de llevarlo. “Vino el hijo de la persona fallecida, intentó atraparlo con una soga pero el perro escapó hasta el fondo y no hubo manera de sacarlo de acá”, recuerda Luciano Slavic, empleado del cementerio, quien además explicó que el perro no se dejaba acariciar por extraños y que él era uno de los pocos que podía acercarse.

Este empleado se ocupó personalmente de alimentar a Collie todas las mañanas, y es en ese momento en donde solamente el perro daba muestra de afectos. Luego Collie deambulaba por el cementerio o se recuestaba en los alrededores de la que fuera la tumba de su amo. “Dicen que al dueño lo cremaron y que eso lo desorientó, sigue viniendo a este sector donde comenzó todo. Solía dormir  la siesta en el lugar cercano a la tumba y el resto del tiempo se quedaba cerca de las oficinas de entrada”, comentó Luciano.

La permanencia del Collie en el cementerio La Piedad duró 9 años. Fue hasta el 21 de enero del 2014, fecha en que murió en una veterinaria cercana a la necrópolis.

Las cenizas de Collie junto a su dueño

Un día antes de que Collie falleciera, un grupo de proteccionistas pedía ayuda a través de las redes para ocuparse de su salud. Es que había sido encontrado aullando de dolor. Por eso, algunas personas se comunicaron con el Instituto Municipal de Salud Animal (IMUSA) para que fueran a retirarlo del Cementerio. Según se supo, la repartición municipal tenía un inconveniente con los traslados, por lo que se activó la red de contactos de quienes velan por los animales de La Piedad y dieron con el veterinario Federico Bonino. El especialista llegó hasta el lugar y, de inmediato, decidió internarlo.

“El perro estaba en muy mal estado, deshidratado. Si bien recibió todos los cuidados, Collie hizo dos convulsiones durante esa noche y falleció al día siguiente. Al menos pudimos hidratarlo y compensarlo, por lo que tuvo una muerte con dignidad”, expresó  el veterinario Bonino a un medio local.

Al momento de su muerte, Collie tendría entre 12 y 14 años. Luego el cuerpo del animal fue cremado y las cenizas fueron esparcidas en el cementerio La Piedad, en el solar en donde en un primer momento estuvo su amo sepultado.

Monumento en honor a la lealtad y amista de Collie

La municipalidad de Rosario realizó en día 17 de septiembre del 2014 en el cementero La Piedad, un homenaje a Collie, el perro fiel, en reconocimiento a la lealtad y amistad de las mascotas con sus dueños. Allí se colocó una placa en conmemoración del perro.