Fundación Mediapila, una organización que brinda nuevas oportunidades a mujeres sin trabajo

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Luego de la crisis del 2001 que afectó a la Argentina, José María Sarasola tuvo una iniciativa para cambiar la vida de cientos de mujeres que vivían en situación de vulnerabilidad producto de esta situación del país. Así creó la fundación Mediapila, una organización que busca capacitar a mujeres en la costura para que sean emprendedoras y formen su propia empresa de productos textiles. La fundación no deja de creer y ya cuenta con 400 mujeres que aprendieron el oficio. 


José María Sarasola tiene 37 años y en el 2005 creó la Fundación Mediapila, con el objetivo de promover la inclusión laboral y social de mujeres en situación de extrema vulnerabilidad. Regresó al país en el 2004, luego de haber estudiado durante cinco años en Australia, y se encontró con una la dura realidad nacional de la Argentina post crisis del 2001. Esto le despertó la necesidad de ayudar a los demás, enseñándoles oficios que puedan usar para prosperar.


La organización que creó trabaja junto a mujeres de distintos barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires, enseñándoles a ser costureras a través de distintos talleres, con la idea de que puedan confeccionar e vender su propia ropa e independizarse.


La fundación tiene 2 brazos de acción social. Por un lado, Mediapila fomenta la cultura del trabajo en barrios carenciados a través de la apertura de talleres de capacitación textil. Es decir, le acerca mediante estos centros de capacitación una herramienta de trabajo a gente que debido a diversos motivos tienen pocas oportunidades laborales, brindándole la oportunidad de ser costureros o costureras profesionales y poder trabajar ya sea en su taller propio haciendo remeras marca Mediapila, o bien en otro lugar donde se requiera dicha capacitación.


Por otro lado, Mediapila trabaja en colegios brindando a los chicos una serie de talleres de concientización y compromiso social. Cada año se arma un programa integral de valores, que se aplica desde preescolar hasta el secundario, buscando generar un espacio donde los chicos puedan tener una mirada crítica de la realidad y ver en qué cosas pueden ellos mismos participar y cambiar una realidad que a veces no está tan buena.


El sueño de Mediapila es poder ayudar cada día a más gente. Mediapila quiere ser un modelo de inclusión social. Hoy en día buscamos poder tener un alcance de difusión mayor, que cada vez más gente nos conozca y se conozcan más las remeras como producto también, porqué sinceramente Mediapila como marca de ropa es impecable. Creo que lo que nos viene ahora son todas cosas buenas, de acá en adelante vamos nada más que en subida. Los desafíos van desde mejorar los talleres en los colegios hasta poder conseguir un punto de venta fijo, ya que mucha gente quiere las remeras y no tenemos un canal de venta tradicional. Sumado a eso, uno de los proyectos más importantes que tenemos para este año es la apertura de un centro de capacitación textil en flores que sea a gran escala por el cual puedan pasar varias personas por año”, cuenta Belén Murphy, directora ejecutiva de la fundación


Desde su nacimiento, la fundación Mediapila no para de crecer. Se formaron a mujeres 400 como costureras y actualmente, cada año llegan 80 mujeres al centro de capacitación que la fundación tiene en el barrio de Villa Crespo, con la esperanza de poder cambiar su realidad.


Si bien el gran aporte que hace Mediapila por una Argentina mejor sale a la luz con solo conocer un poquito la historia de la fundación, Belén expresa que “creo que lo que hace Mediapila es mostrar que uno puede. Que uno puede hacer un producto que esté bueno, que sirva, y que pueda generar ese valor agregado, que en realidad más que valor agregado es el motivo y objetivo principal de Mediapila, que es generar trabajo”.

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