Los sanjuaninos de Malvinas finalmente pudieron hacer el duelo tras 36 años

sanjuaninos de malvinas (1)

Osvaldo y Stella Maris son dos de los expedicionarios que este año fueron a las islas en un viaje patrocinado por el Gobierno de San Juan. Contaron a DIARIO MÓVIL cómo fue pisar ese suelo, el más querido de la Patria en su extensión.

Después de 36 años Stella Maris pudo llorar en la tumba de su hermano Agustín Hugo Montaño, en el cementerio de Darwin; el único lugar de las Islas Malvinas donde se puede desplegar abiertamente una bandera argentina. Fue gracias al decreto 288 del Gobierno de San Juan que permite a ex combatientes, veteranos y familiares de caídos sanjuaninos visitar ese suelo tan querido.

Stella Maris en el aeropuerto Las Chacritas

La madre de Agustín Hugo Montaño esperó a su hija con mucha emoción, ella sí volvió sana y salva de las islas.

La mujer fue de las más emocionadas al regreso a San Juan, donde la delegación fue recibida por el gobernador. "Tuve esta enorme oportunidad. Jamás pensé que íbamos a poder visitar la tumba. Es un orgullo muy grande para mi, mis padres, mis hijos y nietos.
Vivimos hablando de esta guerra tan absurda", dijo la mujer a DIARIO MÓVIL. "Es hacer el duelo. Pude dejarle una carta con todas las cosas que tenía acá adentro por 36 años. Lloré muchísimo porque lo sentí ahí, escuchándome".

Luego del aeropuerto, la delegación se fue en autobomba al centro para la cálida recepción que no tuvieron en el '82

Otro de los que brillaba de orgullo y paz era Osvaldo Escalona. Tenía apenas 19 años cuando fue a luchar. Ahora pudo regresar y ver las cosas con otra perspectiva, incluso lugares donde estuvieron otros de sus pares. Contó que el viaje fue casi turístico, lo estaban pasando muy bien...hasta que visitaron el cementerio. "Ahí nos quebramos todos. Yo encontré a mis compañeros del Regimiento 25. Pude dejar una oración a cada uno, un rosario. Pienso que ellos nos custodian las islas y quiera Dios que vuelvan a ser nuestras".

Osvaldo lamentó que no se permita traer un poco de tierra, de esa turba que fue una tortura para muchos en el frío de las islas. Con eso, más la nueva experiencia "ahora sí podemos hablar del '82 y malvinizar".