Lila, la bebé de una familia siria que escapó de la guerra y apostó a la vida

Interés General
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Maya y Joseph vivían en Aleppo. Vinieron al país como refugiados hace un año y aquí gestaron a su tercer hijo. 

Maya y Joseph vivían en Aleppo, la mayor ciudad de Siria, que quedó devastada por la guerra. Llegaron como refugiados a Argentina y se establecieron en San Luis, en marzo del año pasado. Aquí gestaron a su tercer hijo, Lila, una bebé que acaba de nacer y es el primer bebé de refugiadas sirios concebido en Argentina.

El joven matrimonio se adapta a la vida tranquila de La Punta, a 22 kilómetros de la capital de la provincia, tratando de olvidar los trágicos momentos de la guerra. En Siria quedaron las familias de ambos. “Si ellos nos ven bien, ellos están bien”, sintetizó Joseph, que de a poco aprende español trabajando en la sede de la Sociedad Sirio Libanesa de San Luis.

“Estamos muy bien aquí, la gente es muy amable pero necesitamos trabajar para poder mejorar nuestra situación económica”, dijo la mamá, a través de una traductora. La familia vive en las residencias construida en la Universidad de la Punta.

El nacimiento fue este miércoles pasadas las 11, en la Clínica Privada Italia. Lila Rafaela pesó 3,4 kilos, ya tomó la teta y fue vacunada. “Ambas están en perfectas condiciones de salud y mañana le daremos el alta”, dijo ayer el obstetra Ricardo Páez, quien también es director de la Clínica y le practicó la cesárea a la mamá.

Maya cumplió todos los controles en la misma clínica apenas quedó embarazada en San Luis. Había llegado con su marido Joseph (37) y sus dos hijos, uno de ellos un bebé de meses que nació en Aleppo.

A la nena le pusieron Lila en agradecimiento a Liliana Scheineis, la coordinadora del corredor humanitario que se extendió en la provincia para albergar refugiados sirios.

La funcionaria se acercó a la clínica para conocer a la beba. Además informó que en La Punta viven 38 refugiados y que en la provincia esperan mas familias. “Tratamos de ayudarlos en este momento, mientras dure la guerra. Luego cada uno puede elegir quedarse o volver a su tierra”.

Los otros dos hijos de Maya son varones y nacieron en Aleppo: Housip, de 9 años, que va a la escuela primaria, y Abelardo, de un año y medio.

A pesar de que Maya dejó a siete hermanos en Siria y dice que los extraña “sobre todo al más chico que tiene 8 años”, pelea día a día para sobreponerse y asegura que “estamos muy bien, la gente es muy amable”.

El papá, Joseph, desborda de felicidad. Estuvo desde el primer momento pendiente de las necesidades de su esposa ni bien llegaron a la Clínica, según confiaron las enfermeras. “Estamos muy felices y agradecidos de todo el pueblo de San Luis” dijo en un casi perfecto español.

La pareja se conoció en un club en Aleppo hace 11 años y ni la guerra los separó. En La Punta tratan de abrigarse junto al resto de los refugiados. Las mujeres de la comunidad acudieron a la clínica para acompañar a Maya, los hombres a saludar a Joseph.

La historia familiar de Joseph está signada por la guerra: El abuelo de su papa era armenio y perdió a toda su familia en la guerra. Debió escapar a Aleppo donde empezó su vida nuevamente. Allí se casó y tuvo seis hijos. Joseph tiene dos hermanos, uno de ellos vive en Bélgica y piensa venir a San Luis a visitar a su hermano. “Estamos en contacto permanente con nuestras familias por Internet”. En Aleppo Joseph tenía un negocio de bebidas alcohólicas, y en Argentina necesita aprender bien el español para volver a esa actividad, dijo.

Desde 2012, alrededor de 1.600 ciudadanos sirios ingresaron a Argentina por medio de distintos mecanismos: Programa Siria, solicitudes de asilo o reunificación familiar con refugio reconocido y visados emitidos por representaciones consulares.

Los principales lugares donde se establecieron son Capital, Buenos Aires, Córdoba, Salta, Mendoza, La Rioja, Tucumán y San Luis.

Fuente: Clarín
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