Construye un refugio para cuidar de personas sin techo en su propia casa

Proyecto Aguila se llama la última campaña solidaria de Vivi Fornés. Construirán una habitación y un baño para albergar a 10 hombres mientras dure el invierno. Necesitan cuchetas, ropa de cama, de limpieza y mucho amor.
Foto exclusiva de Marcos Agüero para DIARIO MÓVIL





En el frente de una sencilla casa de barrio en Capital comenzó la remodelación. Levantaron el contrapiso del garage para la conexión de cañerías del futuro baño que acompañará a la habitación para 5 cuchetas. El fin es brindarlo a quienes estén en situación de calle, mientras dure el invierno. En eso consiste el proyecto Aguila del grupo solidario Incluíte, que coordina la incansable Viviana Fornés.

Algunas donaciones ya empezaron a llegar, pero necesitan más. Sobre todo, las cuchetas, colchones, ropa de cama, abrigo, elementos de higiene personal, viandas o comidas que puedan cocinarse fácil (sopas instantáneas, café, etc) ya que no dispondrán de cocina. También, acompañamiento y calefacción. Y si alguien puede, un servicio de lavandería ya que tampoco tendrán lugar para lavar ropa o esperar a que se seque. Todo suma.


Foto exclusiva de Marcos Agüero para DIARIO MÓVIL

Parece una locura y en cierto modo lo es. Una locura linda. “A los chicos (hombres de la calle, de la Terminal) los conocemos de hace tiempo y verlos sufrir nos duele mucho”, argumentó Fornés. “En la primera cena de navidad nos conocimos. Como trabajan cerca (en la Terminal) nos empezamos a hacer amigos y ya son como nuestros hijos”, resumió con una carcajada.

“Como cualquiera, necesitan ayuda y cariño. Tienen entre 30 y 40 años de una vida muy dura. Nadie llega a la calle porque lo elige de bohemio. Para ellos proyectar algo es muy complejo si no tenés casa, si no tenés documento, si estás mal vestido, si sos analfabeto. Con el que vos hablés sueña con tener un trabajo digno. No piden que les regalés nada, sino insertarse”, contó Vivi.

Foto exclusiva de Marcos Agüero para DIARIO MÓVIL

Ya han dado un primer gran paso: terminar la primaria. “Son personas que a veces están tan golpeadas que les cuesta ir solos a la escuela por temor a ser rechazados. Necesitan que los llevés. Ya cuando ven que los tratan como a cualquiera, van solitos”, contó. Y casi como guionado “los chicos” le llaman a la puerta. Están vestidos de punta en blanco, bañados y peinados para ir a la escuela Tambor de Tacuarí a estudiar. Como queda cerca de la casa/refugio de Vivi, pasan a saludarla antes.

“Lo material es importante, pero el cariño y el abrigar el arma es lo más grande que necesitan”.

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