Diego Blas es un emprendedor tucumano de 29 años que en 2015 creó la Erni Bike, una innovadora bicicleta terapéutica que permite estimular y rehabilitar a personas con alguna discapacidad física o intelectual.
El proyecto nació cuando cursaba el último año de ingeniería industrial en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) y buscaba una idea novedosa para su tesis final. "No quería presentar la típica tesis. Quería hacer algo distinto y que ayudara a la gente", cuenta Diego, nacido en la localidad de Yerba Buena.
Por un amigo en común, conoció a los padres de Ernesto, un chico de 14 años con parálisis cerebral. Consciente de lo complicado que les era trasladar a su hijo y de cómo la inactividad física perjudicaba su salud, quiso ayudarlos. "Me conmovió ver cómo ellos se desviven por Ernesto. No se quejan de nada y siempre tiran para adelante. Ahí decidí que el proyecto se los iba a dedicar a ellos", recuerda.
Luego de consultar a varios médicos, comenzó a construir una bicicleta que cuenta con tres ruedas y dos cajas pedaleras, una para la persona que conduce la bicicleta y otra para la persona con discapacidad. Esta última se ubica en una silla postural en la parte delantera, cuyos pedales se mueven solos a un ritmo más lento cuando quien va en la parte de atrás inicia el pedaleo.
Para la presentación de la tesis, invitó a toda la familia de Ernesto, quien terminó siendo el primer pasajero de la Erni Bike, bautizada de esta forma en su honor. Probaron la bicicleta dentro de los pasillos de la facultad, enfrente a cientos de profesores y estudiantes que no dejaron pasar la oportunidad para documentar el momento con sus celulares.
Las fotos comenzaron a viralizarse y, al poco tiempo de haberse recibido, lo empezaron a contactar padres de todo el país para preguntarle cómo podían conseguir la bicicleta. "Incluso me llegaron mensajes de otros países, que los tenía que traducir con el Google Translate porque no entendía de qué me hablaban", asegura riendo el ingeniero.
La Erni Bike es terapéutica y ayuda al usuario en el proceso de rehabilitación de músculos, articulaciones y órganos, ya que mejora la circulación sanguínea. También influye en la parte anímica y emocional. "Además creo que es una herramienta de inclusión, porque los chicos con discapacidad pueden vivir la experiencia de andar en bicicleta como cualquier otra persona. Se les ve en la cara cómo lo disfrutan", comenta.
Hasta el momento se vendieron, a un precio económico, casi 500 unidades. Esta bicicleta fabricada íntegramente en Tucumán, que ha llamó la atención de la vicepresidenta Gabriela Michetti, ya cuenta con tres modelos distintos. El más nuevo, permite desacoplar la silla postural para que también funcione como una silla de ruedas. "Soñamos en beneficiar cada vez a más personas. Las muestras de cariño de las familias son inexplicables", concluye Diego.
El marido es residente de Orán y dijo que no le correspondía pagar. En la provincia de Salta se estableció que la atención sanitaria debe abonarse mientras no se trate de un caso de urgencia.
