La mamá sanjuanina a la que le robaron la beba: "No me alegra que les quiten la libertad"

Vanesa Sánchez ya tiene la prueba biológica de que Micaela es su hija. La Justicia Federal ordenó la detención de la apropiadora, de una cómplice y del médico que se prestó a falsificar la defunción de la bebé que hoy tiene 20 años. Sin embargo, a la incansable caucetera le duele que su hija esté enojada con ella por los arrestos de las mujeres que conoció como familia todo este tiempo.

Foto: El Bastón Caucete

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Vanesa Sánchez es una caucetera que vive una historia de terror. Cuando era muy joven tuvo a una beba que se la hicieron pasar por muerta para luego inscribirla con otro nombre y dársela a una familia conocida. En ese momento, ella estaba en una situación muy vulnerable a nivel personal; pero aún así nunca quiso creer esa historia. Sabía que le ocultaban algo. Ahora, un estudio de ADN le confirmó sus sospechas. La familia que le dio techo es la que le quitó a su hija, con la complicidad de un médico y una funcionaria del Registro Civil en Caucete.

"Pasás dos décadas, un cuarto de tu vida, buscando, viendo cómo podés hacer. Y ahora tener la verdad hace que mirés para atrás y todo parezca un cuento", contó emocionada a DIARIO MÓVIL. "La niña es igual a mi, yo no daba más. No podía esperar ningún año más para saber", agregó.

El 9 de mayo se practicó la prueba, por orden judicial. El 28 de mayo le notifican que hay una compatibilidad del 99.9999%. "Todos me habían dicho que esto se demora, pero menos mal que el juez y el fiscal trabajaron rápido. Yo no daba más. Y que ahora sealo que tega que ser".

La mujer que acusada de apropiarse de la nena y su familiar que trabajaba en el registro Civil fueron detenidas. Mientras tanto, el médico que firmó el falso certificado de defunción de Micaela y el certificado de nacimiento con otra identidad, se ha fugado.


Foto: El Bastón Caucete

Sin embargo, para Vanesa es un momento duro porque por las detenciones, su hija está ofendida con ella. Están presas las muejeres que ella conoció como familia y todavía está procesando el cambio de identidad. "Mi último contacto con ella fue el lunes. Le mandé el mensaje contándole de avances del caso. Está enojada. Más ahora que sale todo a la luz", comentó.

"Mi hijo mayor se puso muy contento con el ADN y me dijo que no baje los brazos, que pelee hasta el final sin sentirme culpable o mal. Pero es inevitable. Soy humana. No me alegro de que les quiten la libertad. Pero como el me dice, ellos se lo buscaron".

Sus hijos, el hermano mayor de Micaela y el menor la conocen. "Ellos la trataron con amor y ella se sorprendió al ver que les he hablado de ella todos estos 20 años", contó.

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