Limpiaba las calles, retomó la carrera y se RECIBIÓ DE CONTADOR: “Era mi sueño”

Leonardo comenzó a estudiar en 2001, tuvo que abandonar, a los años nació su hija y su vida dio un giro. Trabajaba en la mañana y en la tarde, y por la madrugada estudiaba. “Qué es lo que sigue?, bueno capacitarme y devolverle a la sociedad lo que la universidad pública me dio”, dijo el hombre.

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Contador Barrendero
Contador Barrendero

Desde hace más de 5 años que por las mañanas Leonardo Bermúdez barre las calles del centro de Salta y por las tardes- y hasta  las madrugadas- estudia. Finalmente tanto esfuerzo dio sus frutos y se recibió de contador en la UNSa (Universidad Nacional de Salta).

Si bien desde hace 18 años es barrendero, desde el 2017 que Leonardo decidió volver a retomar los estudios que abandonó. El punto de inflexión lo marcó la llegada de su única hija de 9 años. “Quería que vea que se puede. Es la más inteligente de los tres, entendió todo al ver a su papá levantando basura y luego con los libros”, destacó el hombre que además aseguró que paternar no solo lo marcó a él sino a su esposa, y resaltó su persistencia: “Ella era mi compañera de la universidad y también había dejado los estudios. Al mes de que nació nuestra hija ella volvió a clases para terminar sus últimas materias y pudo recibirse”, contó “había sido parto natural y al mes ella ya estaba tomando clases”, insistió orgulloso.

Leonardo supo desde muy chico que quería dedicarse a los números , y cuando terminó la secundaria, a los 17 años comenzó la universidad, pero en una época muy difícil, en el 2001. “Eran momentos muy lindos los inicios de la carrera, los recuerdo con mucho cariño, pero a la vez eran situaciones sociales muy complejas”, recordó. A la par, comenzó con algunas changas para solventar sus gastos porque “más allá de que nuestra universidad sea pública hay gastos, como fotocopias”, advirtió.

Su familia es numerosa, son 8 hermanos y es el primero en obtener un título de grado. Fue justamente uno de sus hermanos quién le abrió la puerta para trabajar en Agrotécnica Fueguina, la empresa encargada de la recolección de basura y limpieza de la ciudad.

El nuevo trabajo le demandaba 7 horas diarias y en un principio le dejaba tiempo para estudiar,  “pero comenzó a hacer difícil, era mi sueño pero había otras cosas que hacer”, indicó sobre cómo las nuevas demandas  fueron ganando lugar y desplazando el tiempo de estudio.

Leonardo asegura que nunca tuvo dudas, sino más bien una “necesidad de cumplir con el objetivo”. Al retomar los estudios luego del nacimiento de su hija pensó que tal vez estaba “oxidado”, pero el ver que en el primer cuatrimestre le fue bien, lo motivó para iniciar el segundo ciclo. Así, de a poco, fue combinando el trabajo físico de barrendero con el mental. “Es un contraste bastante fuerte, porque por la mañana una exigencia física tremenda y por la tarde, noche y hasta madrugadas, una exigencia a nivel mental, porque realmente algunas materias eran muy exigentes, terminaba agotado”, aseveró.

El nuevo contador sabe que un esfuerzo de tamaña magnitud no es suficiente solo con quién asume el desafío, sino que necesita de los demás. “Mucha gente me apoyó, mi familia por sobre todo, mi hermano Mauricio, mis padres, mis otros hermanos y cuñadas, que también han estado presente, a veces cuidando a mi nena en momentos que me iba a clases y mi señora trabajando, siempre apoyando, poniendo el hombro”, indicó y aseguró que la firme creencia de que “se podía lograr”, también es de ellos.

Sus compañeros barrenderos, aseguró, también lo apoyaron siempre interesándose en sus exámenes, incluso uno de ellos, Nino, fue a escucharlo a defender su tesis con la que sacó 10.   “Íbamos por esa nota, no por pretenciosos sin que sabíamos que dábamos para eso”, indicó. Con cuatro décadas y 20 años después de que pisó la universidad por primera vez, Leonardo escuchó la nota unánime del Tribunal y sintió que “se sacó un peso de encima”.  La tesis con la que se recibió la comenzó  en el año signado por la pandemia, el 2020. Sin embargo, ya se había sobrepuesto a la crisis del 2001 así que continuó virtualmente con la auditoría interna de la empresa que le abrió las puertas.

“Qué es lo que sigue?, bueno capacitarme y devolverle a la sociedad lo que la universidad pública me dio”, señaló y aseguró que le hicieron algunas propuestas laborales que escucha atentamente.

Fuente: El Tribuno

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