El papelón del Ministro de Economía durante una entrevista en Grecia fue furor en las redes sociales. Además de ser “trending topic” en Twitter, el “#mequieroir” ya tiene su propia canción.
La entrevista la realizó la periodista griega Eleni Varvitsiotis a finales del año pasado. Pero ayer se hizo pública, llegó a las redes sociales y desde allí se diseminó por todo el mundo. El bochornoso papel del político argentino no quedó sólo para la burla de los simples usuarios informáticos, sino que medios periodísticos del país y el mundo se hicieron eco de la noticia.
La noche se le vino a Hernán Lorenzino cuando, en un momento de la amena charla, la periodista le preguntó por qué era tan difícil hablar de la inflación argentina. Tras respuestas esquivas y en extremo dubitativas, Varvitsiotis pregunta por el valor concreto de la inflación en nuestro país. El Ministro se pone visiblemente nervioso, mira para los costado y sólo puede articular un par de “eeeh” para ganar tiempo. Finalmente dice: “Creo que el acumulado de los últimos doce meses es de 10,2; aunque me puedo estar equivocando en los decimales”.
Ante esa respuesta, la griega insiste con sus preguntas “desubicadas”. “¿Qué van a hacer al respecto?”, dice, y ahí ya el descarrilamiento nacional no tenía retorno. Sin poder articular una frase coherente, lo único que logra expresar Lorenzino es: “¿Puedo cortar esto un minuto?”.
Allí, off the record es cuando el funcionario K articula su, hoy famoso, “me quiero ir”, en referencia a la entrevista. Luego, es una voz femenina la que se oye en el video que le explica a la periodista extranjera de la dificultad del tema sobre el que cuestiona al Ministro. “Nosotros ni con los medios argentinos hablamos de la inflación”, es la explicación oficial que dan los compatriotas a Varvitsiotis, quien responde: “Es el principal tema de la economía de hoy la inflación. Es imposible que no pueda preguntar de ello, es como no hacer mi trabajo bien”.
Esta frase final, “hacer el trabajo bien” es el dedo que se hunde en la llaga. Cuando nos sentimos más argentinos que nunca por tener a Messi y a Bergoglio dando cátedra en Europa, recordemos también que tenemos a Lorenzino queriendo huir del viejo continente.
