Tiros, heridos y tensión durante la asunción del nuevo Gobierno italiano

Un albañil desempleado hirió de bala a dos policías y una mujer embarazada frente al Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano cuando Letta asumía como primer ministro.

El autor de los disparos fue detenido en el acto.

 

Si al flamante primer ministro italiano , Enrico Letta, le quedaban dudas sobre la urgencia de los desafíos que lo esperan, un desempleado que lo perdió todo se encargó ayer de despejarlas en una mañana de furia contra los políticos que dejó tres personas heridas.

En momentos en que asumía el nuevo gobierno después de dos meses de limbo político, un albañil desempleado abrió fuego frente al Palacio Chigi, sede del gobierno, y alcanzó a herir a dos policías y a una embarazada antes de ser detenido.

A pocas cuadras de distancia, en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia italiana, juraban sus cargos los miembros del nuevo gabinete encabezado por Letta, ex vicesecretario del Partido Demócratico (PD, centroizquierda), que recibió el encargo de formar un gobierno de coalición de parte del presidente Giorgio Napolitano.

El atacante, identificado como Luigi Preiti , de 49 años y origen calabrés, fue herido levemente y tras ser arrestado declaró que su intención era "matar a políticos".

"Lo planeé hace 20 días. Quise hacer un gesto que llamara la atención en un día importante. No odio a nadie en especial, pero estoy desesperado. Quería matar a políticos", dijo Preiti a las autoridades que lo interrogaron tras el ataque.

"No se trata de un loco, es un hombre lleno de problemas, perdió su empleo, todo. Estaba desesperado, quería abrir fuego contra los políticos, pero como no encontró a ninguno, disparó contra los policías", dijo el fiscal de Roma, Pierfilippo Laviani. Según el recién nombrado ministro del Interior, Angelino Alfano, el agresor actuó solo. "Un examen inicial del incidente sugiere que puede ser considerado un acto aislado", dijo Alfano.

Vestido con camisa y corbata, Preiti, que no tenía antecedentes penales, realizó seis disparos frente al Palacio Chigi, en pleno centro histórico de Roma. Dos carabineros resultaron heridos, uno de ellos en el cuello y con pronóstico crítico, y el segundo en una pierna. Una mujer embarazada también quedó lastimada al rebotar una bala.

Después de disparar varias veces, Preiti gritó: "Dispárenme, dispárenme", a otros agentes que estaban cerca, dijo la policía. Según relató al ser detenido, tenía la intención de suicidarse tras el ataque, pero al parecer se le acabaron las balas.

El agresor vivió hasta hace poco con su esposa e hijo en la localidad piamontesa de Alessandria, pero se divorció recientemente y regresó a la casa de sus padres en la sureña región de Calabria.

"No es un desequilibrado. Nunca sufrió una patología psiquiátrica, no sabemos lo que pasó", dijo Arcangelo Preiti, hermano del agresor. "Estamos todos destruidos, pedimos perdón a todos los italianos", agregó el hermano. El tiroteo obligó a la policía a evacuar los alrededores del Palacio del Quirinal, donde se desarrollaba la ceremonia de juramentación del nuevo gobierno.

 

Drama

El episodio puso en evidencia el drama humano al que deberá hacer frente el gobierno. Letta, que presentará hoy sus planes al Parlamento, adelantó que su primera tarea será lidiar con la economía, que se contrajo por sexto trimestre consecutivo, lo que elevó el desempleo juvenil a cerca de un 40%.

Datos oficiales divulgados este mes mostraron que junto a los 2,7 millones de personas oficialmente desempleadas de Italia hay otros 3 millones que están tan desmoralizados que se dieron por vencidos en la búsqueda de empleo, un número mucho mayor que en cualquier otro país de la Unión Europea.

En tanto, analistas y dirigentes políticos atribuyeron el suceso al clima de tensión política que vive Italia. "Existe una emergencia social que necesita respuestas y nuestros políticos tienen que comenzar a darlas", dijo la presidenta de la Cámara baja, Laura Boldrini.

El líder del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, bestia negra del sistema político tradicional, quiso marcar distancias con el acto perpetrado por Preiti y aseguró que su partido deplora la violencia.

Pese al tiroteo, la ceremonia de asunción siguió su curso. La mayoría de los ministros fueron informados del incidente cuando ya habían jurado su cargo.

Tras casi dos meses de infructuosas negociaciones, Letta logró formar un gobierno de coalición con representantes del PD, el Partido del Pueblo de la Libertad (PDL, centroderecha), del ex premier Silvio Berlusconi, y Elección Cívica, la formación centrista del primer ministro saliente, Mario Monti. El Parlamento deberá refrendar a partir de hoy al nuevo gobierno, un trámite del que se espera que Letta salga airoso.

El nuevo premier se encontrará en el Parlamento con el rechazo del movimiento antipolítico de Grillo, que denunció un "arreglo" entre las dos principales formaciones políticas del país, el PD y el PDL, para repartirse el poder.