El super clásico quedó empardado

Mucho se habló en la semana sobre quién llegaba mejor al superclásico. River venía prendido en la pelea en el torneo Final de AFA, mientras que Boca había conseguido un gran triunfo, sobre todo desde lo anímico, ante Corinthians btasilero por la Copa Libertadores. Pero una vez más, quedó demostrado que en un clásico de esta jerarquía poco pesan las realidades de uno y otro.

 

Sin diferencias. Una vez más cuando ambos equipos atraviesan etapas, igualaron en la chancha.

 

En la Bombonera, xeneizes y millonarios igualaron 1-1, en un partido con pocas emociones. De esta manera, el conjunto conducido por Ramón Díaz perdió terreno en la lucha por el título, mientras que los de Carlos Bianchi siguen sin poder cortar la mala racha en el certamen local.

River arrancó en ventaja prácticamente desde el vestuario. En apenas 43 segundos, el Millonario ya se encontraba arriba en el marcador gracias al tanto convertido por Manuel Lanzini, de cabeza. A partir de ahí, Boca trató de empujar al equipo de Ramón Díaz a su campo, pero no logró gravitar en ataque. Los de Núñez, en tanto, en los primeros 45 minutos contaron con las situaciones de mayor peligro, y en más de una oportunidad pudieron estirar la ventaja. El uruguayo Carlos Sánchez tuvo la más clara del partido, a los 34 minutos cuando se la picó por encima a Orión y su remate su fue muy cerca del palo izquierdo del arquero de Boca.

Sobre el final de la primera etapa, cuando Boca peor la pasaba, Santiago Silva conectó un pase de Walter Erviti desde la derecha, anticipó su marca y cruzó la pelota al palo derecho de Barovero, que no tuvo respuesta.

En el complemento el desarrollo se volvió más chato, sin tantas emociones. El conjunto xeneize intentó ejercer mayor presión en ataque, pero como en todo el partido careció de eficacia en ese sector de la cancha. River, por su parte, no contó con la misma dinámica que tuvo en el primer tiempo y quedó muy atrasado. En definitiva, el juego de uno y otro quedó reducido en meros intentos, que no supieron inquietar los arcos defendidos por Orión y Barovero. Y en la última jugada del encuentro, Boca se quedó con un jugador menos tras la expulsión de Guillermo Burdisso.