A pesar de la masiva movilización de estudiantes y docentes de la semana pasada, el Poder Ejecutivo español aprobó la reforma que incluye la “Religión” como asignatura y parámetro para el otorgamiento de becas, y elimina la materia Educación para la Ciudadanía, que trata sobre ética, valores democráticos y convivencia.

La reforma anticipa un conflicto territorial con Cataluña y el País Vasco, regiones con fuerte identidad nacional propia; y también con comunidades como Andalucía, gobernada por los socialistas. Es que con la nueva norma, el Ministerio de Educación español toma control de los contenidos de materias troncales a pesar que la educación está descentralizada y es competencia de los Gobiernos regionales.
Esta es la séptima reforma educativa en los últimos 37 años de democracia en España y el Gobierno conservador pretende que se aplique a partir del año próximo.
No obstante, tras el paro y movilización del pasado 9 de mayo en todos los niveles de enseñanza pública, ante la rúbrica del cabio, el sector educativo anunció que llevará a cabo nuevas protestas.