La violencia no tiene fin

Graves incidentes obligaron a la suspensión de Vélez-All Boys.

Jugadores del "Albo" tratan de calmar a sus simpatizantes.

 

Fuente: Olé Deportivo

Ya es cosa de todos los días, desgraciadamente. No es una novedad, lamentablemente. La violencia toma cada vez mayor protagonismo en el fútbol argentino. Es una imagen casi habitual. Esta vez, en la noche de Liniers, dijo presente en el partido entre Vélez y All Boys. A los 26 minutos, el partido fue demorado por incidentes originados desde la tribuna visitante. Luego de poco más de un cuarto de hora, con rotura de alambrados y lanzamiento de gases lacrimógenos, el árbitro Pablo Díaz señaló que las garantías no estaban dadas y tomó la decisión final de concluirlo.

¿El juego? Hasta los disturbios, el equipo de Ricardo Gareca había sido el dominador. Fue el que tuvo la pelota durante mayor cantidad de tiempo, aunque sin hacer valer esa diferencia en la red. Es más, lo había arrinconado al Albo durante poco más de diez minutos, aunque con el correr del tiempo fue perdiendo peso y aflojando en el ahogo al visitante.

Cuando el elenco de Pepe Romero comenzaba a acomodarse llegaron los mencionados incidentes. Ahora, habrá que esperar la determinación tomada por parte de las autoridades para ver cuándo se juega la parte restante del partido.