Mientras la Justicia se pasa la pelota, Olivera y De Marchi siguen prófugos

Política
La Fuga de Olivera y De Marchi seguirá en la cúspide de los temas más candentes de la agenda mediática. Desde ayer se abrió un debate profundo sobre las responsabilidades en el hecho, y el juez Rago Gallo salió a replicar por medios locales para delegar “culpabilidades” y aseguró que “autorizó el traslado porque el Tribunal lo había autorizado previamente”. Además, señaló que él estaba de feria y quien instrumentó fue el juez Gálvez.

En juicio. Los dos represores en momentos en que eran juzgados en San Juan. Hoy siguen prófugos de la Justicia nacional.

 

“El Tribunal Oral de San Juan que resolvió condenarlos dispuso el traslado de Olivera, De Marchi y tres sentenciados más al complejo penitenciario federal que el Director destine correspondiente, debiendo permanecer en Chimbas por el momento”. De esta manera el juez Rago Gallo aseguró que él sólo siguió el procedimiento correcto, pero la autorización estaba dada de antemano. De la misma manera, indicó que en primera instancia él negó el pedido de traslado, ya que “en ese intervalo se presenta el traslado definitivo, lo cual rechazó porque existen causas pendientes”. Es así que cuando, una vez sentenciados, se solicita el traslado a Marcos Paz por parte de los dos prófugos, Rago Gallo dispuso que no había oposición “en perjuicio de lo que disponga el Tribunal Oral. Siempre lo dejé sujeto a ellos porque ellos dispusieron el traslado”.

De la misma manera, el Juez Federal responsabilizó en mayor medida al Servicio Penitenciario. “El imputado una vez que entra en el Penal, todo lo concerniente a su detención es responsabilidad exclusiva del Servicio Penitenciario”, al igual que la peligrosidad de los presos, aseguró Rago Gallo y agregó que “acá se cumplió con una resolución de una autorización que ya estaba”. Un dato no menor, es que el Juez aseguró que Olivera ya había ido en dos ocasiones anteriores a Buenos Aires con autorización del Tribunal, sin que nadie se opusiera. Algunas fuentes confirman que había rumores sobre la estrategia de fuga de Olivera y De Marchi, sin embargo Rago Gallo aseguró no tener conocimiento de ello, y de haberlo tenido, “él no podía hacer nada”.

Finalmente, indicó que este tipo de traslado es legítimo por “acercamiento familiar” y expresó la presión que recae sobre él al ser el responsable de la causa en todo sentido. “El Servicio Penitenciario debía tener los recaudos para que no pase lo que pasó. El que dispuso la detención de todos fui yo, el que tiene detenida gente en San Luis también soy yo, y el que viene trabajando hace 5 años con juicios de lesa humanidad soy yo”, exclamó.

Pero después de las declaraciones de Rago Gallo, surgieron aún más dudas. ¿Quién tiene la verdad, Rago Gallo, el Servicio Penitenciario o Paula Carena? Existen contradicciones. Por un lado, Rago Gallo asegura que el traslado fue firmado por acercamiento familiar, pero es evidente que el móvil tenía que ver con controles de salud. El traslado que autorizaron los Juzgados fue al Hospital Militar porque existía constancia de la fecha y los horarios en que Olivera y De Marchi serían atendidos. Lo llamativo, es que se presentaban varias fechas entre julio y agosto, y además, los turnos de ambos prófugos para los diferentes especialistas eran exactamente los mismos días y a la misma hora.

En el transcurso del juicio se veía a los militares sanos, pero de pronto aparecen turnos para dermatología, psiquiatría, psicología, necrología, traumatología y hasta implantología, entre otras. ¿Coincidencia? ¿No es esta una señal de que algo raro se traían entre manos? ¿No es sospechoso también que la esposa de Olivera justamente trabaje allí? Los turnos ya estaban anexados, pero Rago afirmó que la autorización fue por acercamiento familiar. Es entonces un cruce de hipótesis que por el momento genera más dudas.

Al fin de cuentas, mientras que en San Juan se discute la responsabilidad de la fuga, Olivera y De Marchi siguen prófugos.
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