Olimpo goleó a Boca

El equipo de Bianchi mostró una versión muy pobre en Bahía Blanca. Casi no pateó al arco y sufrió en defensa.

Cabizbajos. Los jugadores de Boca se retiran tristes del estadio de Bahía Blanca tras perder con Olimpo.

Fuente: La Nación

Boca Juniors cayó esta noche por goleada, 3-0, en su visita a Olimpo de Bahía Blanca , que consiguió su primera victoria en el certamen, y no pudo afianzar su candidatura al título, en partido que cerró la sexta fecha del torneo Inicial.

Los goles del ganador, en un cotejo jugado en el estadio Roberto Carminatti, fueron convertidos por Martín Pérez Guedes en dos oportunidades (7m. PT y 36m. ST) y Agustín Vuletich (24m. ST).

El equipo de Bianchi mostró su ciclotomia y fue una sombra respecto del que había vencido a Vélez hace una semana; los bahienses, muy superiores, golearon 3-0, con tantos de Pérez Guedes (2) y Vuletich.

Dos equipos con ambición de victoria, y una diferencia impensada. Olimpo, que no había conseguido un triunfo en el torneo Inicial, le ganó 3-0 a Boca y reinstaló en el equipo de Carlos Banchi todas las dudas que había despejado efímeramente tras vencer a Vélez, una semana atrás.

El partido se planteó como un duelo de necesidades. Boca buscaba ganar dos cotejos seguidos, algo que no consigue desde hace 36 encuentros. Olimpo llegaba a este compromiso sin victorias ni rumbo. Es más: ni siquiera se había puesto en ventaja ante algún rival. Y dentro de ese escenario, el local resultó el que más metido estuvo en su objetivo en el comienzo del choque.

Es que Boca evidenció su ciclotimia en el carácter de equipo, un problema que va más alla de los nombres. Le falta fortaleza para saberse poderoso. Para saberse Boca. Por eso, los jugadores que la semana pasada parecían lúcidos como Cata Díaz, Martínez, Ledesma o Blandi, ayer, en Bahía Blanca, parecían haber perdido energía. Parece más una cuestión de diván que futbolística. Y, además, hubo nostalgia en las ausencias de Fernando Gago y Agustín Orion.

El dominio quedó en manos de un equipo limitado como Olimpo, que se asume inferior y desde ese lugar plantea el partido. Con mucha garra y con Musto y Gil como abanderados de ese entrega en la mitad de la cancha, el local supo explotar el sector derecho de la defensa de Boca, una zona donde el conjunto que dirige Bianchi tiene gente desacostumbrada a esa funcion, como Erbes en defensa y Joel Acosta de volante. Los dos funcionaron en el partido ante Vélez, pero esa improvisación ayer evidenció las primeras imperfecciones.

El partido transitó más por los terrenos de la lucha que por los del juego. Y en ese contexto, Boca no pudo atacar. Olimpo marcó el gol con una cuota de suerte, cuando un tiro de Musto se desvió en Ledesma y la pelota le quedó a Pérez Guedes para que el local se adelantara a los siete minutos. Después Olimpo casi no creó peligro, salvo una escapada de Cerutti que tapó Trípodi. Claro, enfrente estaba un equipo que proponía menos todavía.

Sucede que Boca es tan endeble que cae rápidamente en lo que le propone el rival. Cae ante el vértigo de Estudiantes y cae de rodillas ante el barullo de Olimpo. No puede afianzar su cabeza de equipo. Y así pasa 45 minutos sin llegadas claras, creando una sola situación de riesgo con un centro pasado de Ledesma que no conectó Joel Acosta. Era curioso: Boca no generó, aunque tenía con qué y jugaba contra un equipo que reflejaba limitaciones.

Más por actitud que por juego, Boca reaccionó un poco en la segunda mitad. Sufrió en el comienzo cuando Pérez Guedes desperdició una ocasión clara ante una mala salida de Trípodi, e incluso el árbitro Pompei no cobró un claro penal del arquero a Cerutti. Después respondió con peligro. Sánchez Miño estrelló un tiro libre en la base de un palo y Ribair Rodriguez casi empata en ese rebote, y en la jugada siguiente Gigliotti (ingresó por Acosta) desperdició un mano a mano.

Pero resultó un espejismo. Olimpo no se quedaba: avisó con un tiro libre de Rosales que tuvo un rechazo a medias de Trípodi, que no dio garantías. Y a los 24 minutos llegó el segundo cuando Vuletich definió en la boca del arco tras un córner y una muy mala marca de la defensa visitante. Diez minutos después, de una forma muy similar, el tercero: de nuevo una pelota parada, otra vez alguien peinando el balón en el primer palo, y esta vez Pérez Guedes, de cabeza, fue el que venció a Trípodi.

Olimpo sonríe. Boca les dio otra vez la bienvenida a los fantasmas que creía haber ahuyentado.