Camila: La infancia golpeada bajo una adultez enfermiza

San Juan
Camila, de tan solo 8 años, llegó  hace casi un mes brutalmente golpeada al CIMYN y allí se desató la polémica: mientras la niña lucha por su vida y probablemente deba enfrentar gravísimas secuelas psiconeurológicas a posteriori, en la superficie una pelea de adultos irresponsables se tira la pelota, y la Justicia busca un culpable entre sus familiares más cercanos.

Víctima. Mientras la menor sigue internada, la Justicia evalúa quién es responsable de la golpiza, si su madre biológica o su padrastro.

 

La madre y el padrastro de Camila llegaron a la clínica con la versión de que la niña se había caído de un caballo que luego la había pateado. Los médicos no tardaron en verificar que nada tenían que ver los golpes de la niña con la situación descripta, por lo cual denunciaron el caso a la Policía. Hoy, el principal sospechoso para la Justicia es su padrastro, Pedro Oris, quien se encuentra enjuiciado y con prisión preventiva debido a las denuncias por violencia doméstica expuestas por su exmujer. Además, la madre de Camila, Alejandra Ríos, también permanece en la mira. ¿Pero cuáles son las versiones hasta el momento?

Por un lado y como primera versión que trascendió, la mamá de Camila, Ríos, acusó a su marido por la golpiza que recibió la niña. Sin embargo, a fines de la semana pasada el acusado, Pedro Oris, declaró a la prensa que “la madre” le pegaba “siempre” a Camila, y que él no la denunció para “no tener problemas con ella”.

¿Es posible soportar la injusticia de un maltrato por el estilo y no atinar a buscar una solución? ¿Cuál es el límite al que hay que ver sometida a una persona para ayudarla? Hasta el momento no existe una sola “verdad”, y las versiones se contraponen. Lo cierto es que, más allá de quien fuera el autor de los golpes que llevaron a Camila a la Terapia (quien esperemos que pague como debe ser por ser simplemente miserable), tanto Oris como Ríos conocían esta situación de violencia, por lo cual son tan responsables como cómplices.

Entre medio de este enredo, apareció un nuevo “testigo mediático”, la hermana de Pedro Oris, quien aseguró que “gracias a su hermano Camila está viva”, y brindó una nueva versión de la historia.

Según Ema Oris, Alejandra Ríos maltrataba a su hija en forma permanente. “La ponía a lavar en el rayo del sol, la vivía poniendo en penitencia, la castigaba porque debía superarse si se sacaba menos de 8, la agarraba a cintazos, le tiraba las sábanas para lavarlas, le hacía lavar la mesa y levantar los platos”, relataba la mujer, entre detalle y detalle, y aseguró que por esto la niña “le tenía terror” a la madre.

Además, Ema insistió en que Oris el día de la golpiza, “no estuvo con ella”. “La nena se le desmayó a ella y mi hermano llegó cuando Camila estaba convulsionando en el baño. Llamaron a los paramédicos porque la nena no reaccionaba. Gracias a mi hermano, la nena está viva”, indicó, y agregó que Alejandra habría puesto música fuerte ese día para que nadie escuchara sus actos de violencia.

“Ella no le avisó a su familia, cuando se enteraron que la nena estaba en el CIMYN, los padres los denunciaron a ella y a mi hermano. Camila le tenía miedo a la madre. La madre le hablaba y tiritaba, pero no con Pedro”, manifestó la hermana de Oris.

Del mismo modo, aseguró que encontró llorando a Camila en el baño, le preguntó qué le pasaba y le dijo “nada”. “Llegó mi hermano, la encontró, le hizo primeros auxilios. Dijo el paramédico que gracias a Pedro, Camila está viva”, aseguró su hermana. Según Ema Oris, llamaron varias veces al 102 pero “nunca llegó”, y muchas veces cuando “la ponía a la nena en la calle, aprovechábamos y llamábamos".

Nada más cruel, de ser cierto. Y si no fuera cierto, la verdad no sería más suave.

El estado de salud de la niña es sumamente delicado. Mientras se buscan culpables y se arma un juego absurdo de reallity en torno a los “sospechosos”, falta profundizar en el caso específico de violencia sufrido por Camila.

La niña se recupera lentamente, pero su estado es crítico. Fue trasladada recientemente a terapia intermedia, tras la encrucijada de la Justicia para decidir por una persona que pueda cuidarla, y que no representara un peligro para la niña. Según allegados,  reaccionó ante la presencia de su bisabuela y, según lo publicado en la página de Facebook "Todos por Camila", la nena fue visitada y le sonrió varias veces.
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