El particular Código Penal de Zaffaroni

El anteproyecto redactado por una comisión que preside el juez de la Corte Suprema propone eliminar la reincidencia y no castigar delitos irrelevantes.

El anteproyecto fue redactado por pedido de la presidente de la Nación, Cristina Kirchner.

En el nuevo código se eliminarían dos figuras que, en opinión de sus creadores, se usan para estigmatizar y perseguir a los más débiles: la reincidencia y la peligrosidad. La definición realmente sorprende, si se considera además que esta doctrina se viene aplicando hace tiempo y explica que, por ejemplo, delincuentes como Juan Ernesto Cabeza hayan podido cometer un nuevo asesinato, el de Tatiana Kolodziey, en Resistencia, en octubre de 2012 porque un juez les concedió el beneficio de la libertad condicional pese a que ya habían cometido otros delitos de ese tipo.

"Hay que dejar en claro que la reincidencia no es ninguna forma de estigmatización, señaló el abogado penalista Eduardo Gerome, ya que no se registra a un individuo por una calidad personal sino por su conducta antisocial; dos cosas absolutamente distintas. Estamos ante una garantía que necesita la gente de la calle ya que ella debe ser merecedora de la atención prioritaria del legislador. Lamentablemente, este aspecto de la reforma va en contra de lo que siente y quiere la sociedad, en contra del justo sistema de premios y castigos que debe presidir la vida en relación".

"La eliminación de la reincidencia significa que cuando una persona es juzgada por un delito, los jueces no pueden tomar en cuenta si ya tuvo condenas anteriores por el mismo delito u otros y, en consecuencia, agravar su pena o determinar que ésta no pueda quedar en suspenso. Por ejemplo, si se está juzgando a un individuo por robo, el juez tiene que dar el mismo trato y la misma pena a quien delinque por primera vez que a quien pueda tener 4 o 5 condenas anteriores" concluyó el penalista Gerome.

Entre las nuevas valoraciones de las penas y las conductas que prevé al anteproyecto no será lo mismo el robo de 100 pesos, por caso, a alguien que gana 500, que a alguien que gana 10 mil.  Sobre este punto el doctor Gerome sintetiza que "Esta diversidad entre el robo a una persona de pocos ingresos con respecto a una de mejor condición económica, que no existe en otras legislaciones serias, no puede sostenerse, ya que implicaría alentar la sustracción a los ricos puesto que así la pena será menor. El Estado no puede hacer esta clase de distinciones porque, independientemente del efecto que pueda causarle al damnificado, el hecho que lleva a cabo el autor es el mismo".