Salud y gimnasios: La ley no se respeta

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gimnasio higiene
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En el año 2012 se aprobó, promulgó y reglamentó en San Juan la ley 8.281, que tiene como bases regular la actividad de los centros de actividad corporal (de cualquier tipo), para cuidar la salud de los ciudadanos y registrar estas instituciones. La sanción que se establece para el “no cumplimiento”, es la clausura del local.

Bien, hasta acá, la teoría es bárbara. Pero, siendo sinceros, ¿Alguna vez le pidieron presentar un certificado médico cuando comenzó una actividad deportiva, en un gimnasio? ¿Cuántos instructores hubo en su gimnasio por persona para guiar sus actividades? Veamos si se cumple.

No todos los gimnasios están registrados, ni piden certificación médica. ¿Quién es responsable?

 

La autoridad de aplicación de esta Ley es la Subsecretaría de Deportes. El problema, aparentemente, es la falta de recursos humanos para realizar a tarea de inspección, comparado con la cantidad de gimnasios que hay en la provincia (muchos sin registrar, según comentaron desde el área)

“En realidad la intención nuestra no ha sido controlar a los gimnasios sino proteger a quienes asisten a realizar actividad física sin saber si están en condiciones cardiovasculares de realizarla. Y además, proteger también a propietarios de los gimnasios de un problema legal, cuando una persona que asiste sufre un cuadro cardiovascular agudo o muerte súbita, la propiedad legal del propietario está en peligro, porque no tiene certificación que avale que dentro de ese local se puede hacer todo tipo de actividad física”.

De esta manera lo aseguró el Diputado Roberto Correa, quien propulsó y colaboró con la Ley. En este sentido, queda claro que la actividad física debe ser tomada con total seriedad, tanto por parte de quienes la practican, como de quienes propician los servicios y espacios para realizarla, además del conocimiento y rigurosidad de sus instructores.

La ley estipula dos aspectos fundamentales: el registro de todas las instituciones de actividad corporal y el registro de quienes guían a los “clientes”. Además, la Subsecretaría de Trabajo tiene el deber de controlar que toda institución tenga un archivo de certificados médicos de las personas que asisten a realizar actividad, avalado descriptivamente por un profesional médico.

Pero, volvemos a lo mismo. ¿Cuánto se controla? ¿Se quiere y no se puede, o no se pone mucho empeño?

“Quizás no se logró el exhaustivo control en todos los centros por la cantidad que hay, ya que proliferaron los gimnasios sin adecuados controles”, alegó el Diputado.

Por su parte, el Director de Deportes de la Provincia, Gustavo Álvarez, expresó que como primera medida luego de reglamentada la Ley, desde el área recorrieron las instituciones dedicadas a prácticas corporales para informarles de la existencia de la ley y las condiciones obligatorias que deben cumplir. En este sentido, se solicitó a los municipios que informaran sobre el registro que ellos llevan de estos locales, para comenzar con las visitas.

“Se lleva texto de la ley, documentación para tomar conocimiento para cumplir los términos a partir de la notificación que hacemos. Eso significa que una vez notificados tienen que apersonarse por las oficinas específicas para el contralor de la ley y registrar la institución en el registro único de establecimientos dedicados a las prácticas deportivas, y  registrar el personal que pueden ser monitores, instructores o profesores de educación física”, explicó el titular de Deportes.

Además, la Ley establece que SIEMPRE debe estar presente para controlar a los demás instructores y responsabilizarse sobre todas las actividades.

Pero…”los recursos que tenemos son mínimos”, asumió Álvarez.

“Tenemos en tarde dos personas en una movilidad, y la cantidad de instituciones reclama de que cumplamos con algunas en la tarde pero no avanzamos al ritmo que queremos. La  ley exige y debe ser cumplida. Cuando me den las instrucciones que procedamos a actuar en consecuencia, se acabó el pedido intimatorio y procederemos a la clausura”, aseguró.

En definitiva, “no todo el mundo está atento” a la ley. Esto sumado a la falta de recursos, provoca el incumplimiento en su totalidad de tan importante reglamentación, que influye en la salud de todos nosotros.
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