De Mar del Plata a Marte, sin escala

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Felipe Campos Otamendi
Felipe Campos Otamendi
Felipe Campos Otamendi sueña quedar entre los 4 seleccionados que viajarían en 2023 a Marte. Por ahora está entre los primeros preseleccionados. Conocelo en esta nota.

Soñador. El marplatense se inscribió en un programa espacial con el sueño de llegar a Marte en 10 años más.

Fuente: Clarín

Póngase cómodo, hágase de una buena provisión de vituallas y no olvide dotarse de aquello que pueda serle útil para distraerse un poco. Porque el viaje será largo. Informa la organización que a la velocidad que en estos días se puede lanzar una nave espacial, la travesía desde la Tierra a Marte podría durar unos 250 días, tal vez un poco más. Sin embargo, lo que para muchos puede resultar un fastidio cósmico, para otros es un detalle sin importancia: lo que en verdad inquieta es que se trata de un viaje sin retorno, jamás se podrá regresar a casa.

¿Desalentador? Para nada. Hubo más de doscientos mil interesados de distintos puntos del globo que se inscribieron para participar en el programa “Mars One”, que planea fundar una colonia humana en el planeta rojo. Luego de dos preselecciones, en el tamiz quedaron 705 aspirantes y uno de ellos es argentino.

Felipe Campos Otamendi se enteró del proyecto por las redes sociales, luego se informó de los detalles y se inscribió sin titubeos. Tiene 31 años, es técnico en alimentos y papá de Dalmiro, que tiene 11 años y que lo tomó –cuenta– “de un modo muy natural”. El actúa del mismo modo. Relata su experiencia como quien planea unos días de vacaciones, y se define como un “aventurero”. Dice que le hubiera gustado ser uno de los marineros que navegó junto a Cristóbal Colón, o haber escalado el Monte Everest. “Esto se asemeja. Nos proponen colonizar un planeta y eso es histórico”.

Mientras llega el momento de iniciar su viaje sin regreso, trabaja en un laboratorio del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) en Mar del Plata y se hace espacio para surfear al pie de los acantilados en playa Serena. Allí vive este único argentino preseleccionado, que sueña con ocupar un lugar en la nave a Marte. “No es que esté planteándome que quiero irme o no estar más en la Tierra, lo que tengo es la posibilidad de conocer gente interesante, de capacitarme y formar parte de un acontecimiento único, y yo quisiera poner mi semilla en eso”, explica.

Luego de una entrevista personal, que sería a mediados de agosto, Campos Otamendi sabrá si accede a una nueva instancia, la de los entrenamientos. “Son rentados y van a durar siete años. Habrá que vivir por largos períodos en una base similar a la que se proyecta montar en Marte, emulando también las condiciones y la forma de vida que tendremos que llevar”.

El programa “Mars One” planea enviar satélites de comunicación en 2018, y recién en 2023 lanzar la primera nave tripulada por cuatro personas. Cada dos años se incorporará un nuevo equipo a la colonia. El sitio (www.mars-one.com) ofrece los detalles. Si resulta elegido, dice Felipe, se llevará un ukelele. “Me gusta tocar y le puedo mandar videos a mi hijo, a mi familia (su mamá y dos hermanas menores), y siempre vamos a estar comunicados. Con Dalmiro vemos documentales, antes de saber de “Mars One” habíamos visto Star Trek y Toy Story. El quedó enganchado con Buzz Lightyear. Somos muy compañeros. Para mí es duro, es un desafío y para él no es algo trágico, lo vive como la aventura del papá”.
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