Helenita más cerca de su trasplante

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Con pequeñas donaciones, en sólo once días se recaudaron $ 9,1 millones para pagar un trasplante en Estados Unidos.

Tierna imagen de Helenita.

 

Helenita aún no lo sabe. Pero sus padres confían -lo desean más que nada en este mundo- en que la tormenta pasará y algún día podrán contarle lo que en tan sólo once días fue capaz de generar: una oleada de solidaridad sin precedente en la Argentina lleva su nombre. Porque en menos de dos semanas, casi un millón de argentinos se conmovieron, se movieron y donaron 10 pesos para que ella pueda curarse.

Todavía falta, pero la chance de viajar a Estados Unidos y acceder a un trasplante de médula ósea está cada vez más cerca. Helena Galbán tiene nueve meses. Y tal como el significado de su nombre, la pequeña es para sus padres como una luz de guía, que brilla de puro coraje y de esperanza. Luego de varias internaciones y una cirugía de hidrocefalia, los médicos le diagnosticaron a principios de este mes una rara enfermedad genética y degenerativa llamada osteopetrosis.

Además del dolor que puede llegar a generarle a la beba, también provoca la pérdida de la visión y la audición. Y si no es detenida a tiempo, su vida corre peligro. Es que sus huesos crecen compactos y se ensanchan, lo que le genera una compresión en todos los nervios del cuerpo.

La única chance para Helenita es un trasplante de médula ósea, una intervención que en Estados Unidos cuesta un millón de dólares. Por eso, sus padres, junto con la Red Solidaria, lanzaron una campaña para recaudar fondos: "Ayudemos a Helenita" tiene como objetivo que un millón de personas donen 10 pesos. El eslogan es claro: "La parte difícil les toca a Helenita y a sus padres. Nosotros dejemos por hoy la gaseosa en el quiosco y depositemos ese dinero para ayudarla".

Todavía falta para cumplir el objetivo, pero ayer Juan Carr estaba emocionado con la buena repercusión. "En 20 años que tiene nuestra institución, jamás tuvimos tanto apoyo en menos de dos semanas. Según pudimos chequear, hasta el viernes por la mañana el monto alcanzado era de $ 9.100.000. Jamás pasó algo igual. Recuerdo que hace once años, en ese mismo lapso, habíamos logrado movilizar por otro caso a unas 100.000 personas. Con Helenita sucedió algo inesperado.

Es como si cada día desde que empezamos con la campaña hubiéramos llenado un estadio de River completo de solidaridad. Más de 66.000 personas donaron por día 10 pesos, y como hubo un momento en que el Banco Galicia duplicaba el monto del depósito o transferencia realizada, llegamos a la cifra actual."

Cecilia Maccorquodale y Leonardo Galbán son los padres de Helena, ambos empleados bancarios. "Helenita estuvo internada siete veces, a los tres meses le habían diagnosticado epilepsia, pero jamás había tenido convulsiones. En medio le dio una hidrocefalia, y recién a principios de este mes dieron con el diagnóstico correcto -cuenta a LA NACION su mamá-. Me quebré, creí que me moría, nada tenía sentido. Pero enseguida comprendimos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados."

Cecilia y Leonardo no se quedaron quietos. Consultaron, llamaron y averiguaron todo sobre la enfermedad, y hasta tomaron contacto con otras familias en Ecuador, México y Bélgica que habían sufrido lo mismo. "Todos nos decían lo mismo, que el lugar para operarla era el Amplatz Children's Hospital de Minnesota, Estados Unidos, donde tienen la mejor tecnología y donde nos aseguraron encontrar una médula en sólo dos semanas. Hace quince días creíamos que era imposible conseguir el dinero; hoy tengo una mezcla de emociones que no puedo describir. Para nosotros era inaccesible, y la gente nos ayudó. Nunca recibí tanto apoyo, tanto cariño. El agradecimiento es infinito."

Cecilia, del otro lado del teléfono, cuenta que Helenita está a su lado, que está bien, estable. Pero que el tiempo apremia y que el crecimiento de su cráneo le aprieta el nervio óptico. "Por eso mueve los ojitos de acá para allá todo el tiempo, y lo primero que podría perder es la vista", confiesa su mamá.

La puerta se abrió con la solidaridad de la gente. "El primer objetivo está casi cumplido. Con ese millón de dólares podremos operar a Helenita y cubrir los primeros cien días de tratamiento. Después habrá que afrontar lo que sigue. Pero si todo sale bien Helenita puede salir de esto sin secuelas. Tal vez la única consecuencia es que tenga que usar anteojos."

Con poder comprarle un par de lentes, con eso sueñan los padres de Helenita todas las noches.

Fuente: La Nación.
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