Dos opciones de celulares, inteligentes y "baratos"

Tecno
Moto E
Moto E
El Motorola Moto E y el Nokia Lumia 630 tienen la particularidad de ser excelentes opciones de smartphones para su precio, que oscila entre los $2000. Son muy recomendables.

Barato. El teléfono tiene un buen rendimiento en relación a su valor de venta.

 

El Moto E es el más modesto; el precio ronda los 1900 pesos. Claro lo vende a un precio de $2299 y un abono de $175; Personal: $ 1700 con abono fijo de $139 ; Movistar, $1881 con plan de Comunidad Más; todos tienen más opciones de precios en función del abono. El Moto G (que también probamos) es mejor equipo que el E, pero hay que sumar entre $800 y $1000 al precio, en promedio.

El Moto E sigue la línea estética de sus hermanos, el X y el G; como este último, tiene carcasas de colores (blanco, negro, rojo, verde-amarillo, rosa, azul, verde y violeta), con una curvatura en el dorso y en los bordes que, aunque es un modelo comparativamente grueso (12,3 mm) permite muy buen agarre. Al frente está la pantalla de 4,3 pulgadas (960 x 540 pixeles), de buen color y definición aceptable; tras ella, 1 GB de RAM, 4 GB de almacenamiento interno (algo exiguos, porque sólo quedan 2 GB libres después del inicio del equipo, así que hay que pensar en sumar una tarjeta microSD). El procesador es un Qualcomm Snapdragon 200 de doble núcleo a 1,2 GHz, que no tiene problemas para correr cualquier aplicación. Obviamente no es el más veloz del mercado, pero es suficientemente ágil para tareas cotidianas; el hardware y Android han avanzado lo suficiente en los últimos años como para que todo se cargue en forma fluida y sin trabas.

La cámara es de 5 megapixeles, es muy fácil de usar, no tiene flash y es mediocre: ni mala, ni particularmente buena. Pero es lo esperable en un equipo de este precio. El hardware se completa con una luz de notificación al frente (ya que no tiene las notificaciones en pantalla del Moto X), radio FM, 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth y una batería de 1980 mAh, no removible, que le da una autonomía decente; llega al final del día con algo de carga, aunque sin demasiado margen. Es lógico, porque el tamaño del equipo determina el de la batería. Las llamadas tenían buen sonido; el Moto E incorpora un micrófono secundario para cancelación de ruido. Una nueva versión ofrecerá en el país doble microSIM y sintonizador de TV incorporado, pero todavía no aparece en los catálogos de las operadoras.

Como con el X o el G, el Moto E corre un Android 4.4 despojado de agregados (es decir, idéntico al que elabora Google), salvo un par de aplicaciones, como una herramienta para migrar contenido desdes otro teléfono que funciona bastante bien (copia SMS, llamadas, etcétera) y Assist, para configurar momentos en los que el teléfono no debe molestarnos (por la noche, en una reunión, en clase, etcétera). Motorola actualiza estas herramientas a través de la tienda de Google, por lo que no habrá que depender de un cambio más profundo de firmware para tener la última versión, sumar nuevas opciones, etcétera.


Opción. El equipo con Wondows Phone es una buena opción económica.
Opción. El equipo con Wondows Phone es una buena opción económica.

 

El Nokia Lumia 630, por su parte, tiene un precio de $1693 con un abono de Movistar (para Comunidad Más); de $2028 con un plan de $169 en Personal; y de $2199 con un abono mensual de $175 en Claro. En todos los casos el pago de un abono mensual más alto reduce el precio inicial del equipo. Su competidor natural es el Moto G, y el Nokia 530 sería el modelo cercano al Moto E; pero el 530 no está disponible aquí todavía, y el precio está más cercano al E. Como el Moto E -y varios equipos de Nokia- el Lumia 630 está disponible en varios colores (blanco, negro, verde, naranja, amarillo), con una carcasa de bordes más angulares que en modelos anteriores, y que no llegan a ser rectos. El equipo es puro plástico, pero se siente sólido.

La tapa de la batería es inusual, además, porque incorpora los botones de bloqueo y volumen, al costado (no hay disparador físico para la cámara); están agregados a la tapa. Es de plástico suave, y resulta muy agradable al tacto. Al retirarla se accede a la batería (removible), a la ranura para la microSIM y la microSD. El equipo viene con 8 GB de almacenamiento interno, aunque sólo 4,4 GB quedan libres para el usuario. El Nokia Lumia 630 está disponible en el país en varios colores.

Ofrece, además, una cámara de 5 megapixeles (sin flash), 512 MB de RAM, un Qualcomm Snapdragon 400 de cuatro núcleos a 1,2 GHz, una pantalla IPS de 4,5 pulgadas (854 x 480 pixeles) que tiene buena visibilidad al sol; 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth 4.0 y radio FM. Tiene 512 MB de RAM, que no es problemático, pero hay que tener en cuenta que los juegos más sofisticados ya piden 1 GB de RAM; para el resto de las cosas no debería haber problema, porque Windows Phone es muy frugal en el uso de recursos.

La batería es de 1830 mAh y me pareció que lograba una autonomía apenas mayor que el Moto E, pero no los probé en simultáneo, así que no lo tomen como una comparación directa. No tiene sensor de proximidad, pero sí una forma de detectar cuándo la oreja toca la pantalla, para apagarla y ahorrar batería; como fuere, para un día de uso alcanza.

La cámara de 5 megapixeles produce buenas fotos, teniendo en cuenta la resolución y el precio total del equipo. No graba Full HD (el Moto E tampoco), pero no debería ser un punto particularmente negativo para sus potenciales usuarios. Las llamadas tenían una calidad de audio normal, y no tuve problemas de conectividad. El equipo es el primero en el país en venderse con Windows Phone 8.1, que como gran novedad incorpora un centro de notificaciones al estilo Android (un menú que se despliega desde el borde superior de la pantalla), un teclado tipo Swiftkey y botones de control virtuales, un poco pequeños para mi gusto. Cortana, el asistente digital, estará en español en 2015. El sistema operativo mantiene la fluidez de versiones anteriores, y el hardware ayuda a que todo cargue rápido y funcione como uno espera.

Esto, junto con múltiples agregados más sutiles (para controlar el consumo de datos y de batería), por ejemplo, hacen que Windows Phone 8.1 esté al mismo nivel, en usabilidad, que Android o iOS; le faltan algunas aplicaciones (sobre todo juegos), pero para la enorme mayoría de los usuarios esto no debería ser problema.

 

Fuente: La Nación
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