Julián Domínguez se despega de Mauricio Macri

Política
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El titular de la Cámara de Diputados se probó el traje de precandidato a Gobernador de Buenos Aires, dijo que el líder de Pro "no tiene olor a pueblo" y señaló varias medidas que faltan en la provincia. Adelantó que no se buscará hacerle juicio político al juez Fayt.





 

"Yo voy a Chacabuco todos los fines de semana y la gente me toca el timbre en mi casa, eh. Y recibo desde los juicios más severos hasta los más favorables". Julián Domínguez pasó de difundir su proyecto para mudar la Capital Federal, como precandidato presidencial, a hablar de su recorrido y militancia en la provincia de Buenos Aires, donde ahora aspira a ganar la interna del kirchnerismo para suceder a Daniel Scioli.

¿La Presidenta le ordenó "bajar" a la provincia para dejar que sólo Scioli y el ministro Florencio Randazzo compitan a nivel nacional? Domínguez asegura que no, que fue suya la decisión de candidatearse en la provincia más poblada del país, postulación que anunció en la pantalla de 6, 7, 8 semanas atrás.

Por ahora no revela su compañero de fórmula, aunque da una pista clave: dice tener "muchas afinidades" con el intendente de Berazategui, Patricio Mussi, quien suena fuerte para ser su vice. Domínguez se cuida de confrontar con otros precandidatos como Sergio Berni,Diego Bossio y Aníbal Fernández. Aunque no le perdona a Martín Insaurralde el coqueteo que hizo con el massismo, sí le tiende una mano a Darío Giustozzi por si quiere volver al kirchnerismo.

Presidente de la Cámara de Diputados, Domínguez visitó ayer la redacción de LA NACION para una entrevista que comenzó sobre la nueva escalada entre la Corte Suprema de Justicia y la Casa Rosada.

"No hay conflicto con la Corte. Lo único que hay es que la Comisión de Juicio Político quiere saber si las inasistencias reiteradas del doctor Fayt al lugar de trabajo afectan al principio constitucional de buen desempeño", fue una de sus primeras respuestas.


Julián Domínguez


-¿Van a hacerle un juicio político al juez Fayt?

-Por ahora se amerita una evaluación de su situación, no se está abriendo ningún juicio político.

-¿Van a pedir algún tipo de examen médico?

-Eso lo dirá la propia comisión. La autoridad está facultada para hacer los análisis previos para poner claridad sobre un tema donde hay mucho oscurantismo. Una república se merece que su máximo tribunal, que atiende 14.000 casos por año, esté integrado por la cantidad de miembros que prevé la Constitución. Y es una inmadurez institucional muy grande no acordar integrar el máximo tribunal.

Hay que poner claridad sobre la situación del juez Fayt porque es un tema con mucho oscurantismo.

-¿Eso lo dice también por la oposición, que no apoyó el pliego de Roberto Carlés?

-Lo digo por la oposición que hay en el Senado.

-¿Ha hablado con algunos opositores al respecto?

-Son oposiciones que no tienen sentido y niegan el desenvolvimiento normal de un país; lo hacen para cumplir con su acuerdo político.

-¿Cree que tiene algo que ver la actitud de la oposición en que transitamos el último año de gestión de Cristina Kirchner?

-Nosotros queremos que la Justicia cumpla el propósito para la cual está llamada. Negarse a eso es quitarle potencia a la República.

-Insisto: este año hay elecciones...

-[Interrumpe] Cada dos años hay elecciones en la Argentina. Tenemos que ir dejando de lado la excepcionalidad y pasar a entenderlas como un hecho mucho más normal.

-Pero estas son especiales porque acaba un gobierno de ocho años.

-Este es un proyecto político de doce años, que en su haber tiene: generación de 5 millones de empleos, creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, apertura a mercados como China y Rusia, salida del ahogo financiero. Esto es lo que se pone en juego ahora.

-Usted hasta hace semanas estaba anotado en este juego como precandidato presidencial.

-Yo fui precandidato como parte de una decisión del Consejo del PJ, que eligió siete vicepresidentes honorarios. Pero también soy un hombre y militante de la provincia de Buenos Aires. Ese es el territorio donde yo creo que puedo aportar lo mejor para el Frente para la Victoria.

-¿La decisión la tomó Cristina Kirchner?

-No, la tomé yo con mis compañeros y amigos.

-Y cuando se lo comentó a Cristina, ¿ella qué le dijo?

-No, no, nada. Fue como cuando uno le notifica, a quien le conduce, una decisión personal.

-¿Ella no le dijo nada?

-Ella nos dice a todos que trabajemos, que el pueblo es el que nos debe elegir.

-En la continuidad del "proyecto" a nivel nacional, ¿usted a quién apuesta, a Scioli o a Randazzo?

-A quien mejor represente el interés de la provincia. Los dos tienen capacidad para conducir los desafíos de la Argentina que viene.

-¿Ellos dos van a ser lo que finalmente disputen la interna del kirchnerismo, aunque ahora haya más anotados?

-"Por ahí cantó Garay"... por ahí parece que la cosa fuera. Pero aún faltan 40 días, que son muchos.

-¿Usted va a ir con Mussi en la fórmula?

-Patricio también es candidato a gobernador. Por ahora decidimos trabajar juntos y después ir resolviendolo. Tenemos muchas afinidades. Yo soy del interior, Patricio es del conurbano; yo tengo un desarrollo sobre la provincia agroalimentaria, él tiene la visión de la industria. Tenemos la misma valoración sobre la forma de construir política, la infraestructura, el desarrollo industrial y defendemos este proyecto político.


Mauricio Macri


 

-Van a ir juntos, entonces.

-Es una posibilidad.

-¿Es la posibilidad más segura?

- Yo me siento muy cómodo trabajando con Patricio.

-En la interna provincial tiene como contrincante a Bossio, ¿cómo lo ve?

-Prefiero hablar de las condiciones que yo tengo. Es un buen compañero. Después quien nos elige es el conjunto de quien acompaña al Frente para la Victoria. Yo no tengo ninguna opinión particular sobre ningún compañero.

-En los últimos días se sumaron dos figuras más: Berni y Aníbal Fernández.

-Eso le aporta la diversidad de lo que cada uno representa en el debate político. Yo te quiero dejar en claro algo: para mi es mucho más importante la construcción colectiva que la individualidad. Los liderazgos que vendrán después de dos tan fuertes como los de Néstor y Cristina Kirchner serán de equipos.

-Ahora que mencionó el liderazgo. Tras las primarias porteñas, varias figuras del kirchnerismo explicaron que el tercer lugar de Mariano Recalde fue "porque hubo poco tiempo, apenas 30 días, en la instalación de la candidatura". Entonces, ¿fue un error de la Presidenta no haberlo "bendecido" antes?

-[Silencio] No, no. Las primarias representaron lo que los vecinos de la ciudad autónoma creían que era más conveniente. Sin embargo, creo que Mariano tiene todas las condiciones. Después de las generales puedo darte una opinión más certera, hoy no la tengo. Esta fueron elecciones primarias, nada más que eso.

-Usted aspira a suceder a Scioli, ¿cómo evalúa la gestión del actual gobernador?

-La provincia tiene un desarrollo muy importante en parques industriales, se trabajó mucho en el acercamiento del Banco Provincia a los productores y hay una alta valoración de los intendentes de la Policía Comunal. Nos queda profundizar la mejora en la infraestructura vial, está pendiente trabajar con los 110 mil alumnos que no alcanzan a cumplir la secundaria, capacitar más la policía y, sin dudas, mejorar la articulación de la educación con la producción.

-Entonces hay temas pendientes en la gestión de Scioli, pese a que estuvo 8 años.

-Se hizo en la provincia lo que había que hacer para aprovechar el momento económico y de desarrollo del país. Generar trabajo y la seguridad eran desafíos, y se ha trabajo en eso.

-Si usted fuese gobernador, ¿cuáles serían sus primeros medidas?

-El general Perón decía que "para hacer el guiso de liebre primero hay que tener la liebre".

-Bueno, pero usted quiere ser gobernador, supongo que se imagina gobernador. ¿Cuáles son sus propuestas?

-[Risas]. No tenemos la liebre aún, pero dejame que te diga cuáles serían mis primeros desafíos: tenemos que trabajar con las cooperadoras en las escuelas y fortalecer el liderazgo de los docentes; planificar estratégicamente cada municipio, y volver a determinar zonas de desarrollo y recuperar lugares públicos que se han perdido. Luego, trabajar para combatir el delito con mayor articulación. Hay que recapacitar no sólo a la policía comunal, sino también a la bonaerense. El Banco Provincia debe ayudar a las cooperativas de productores y participar en los puertos de la provincia. Después, la clave está en la generación de valor agregado.

-Siendo gobernador, ¿cómo administraría el conurbano, donde los intendentes tienen mucho peso propio?

-Yo quiero ser el intendente 136.


Julián Domínguez


 

-¿Cómo es la relación con los intendentes, porque el conurbano es un desafío?

-Es mucho más simple de lo que se lo juzga.

-Pero ahí viven casi 10 millones de personas, hay intereses de poder muy fuertes en cada municipio.

-Acá hay un déficit de dirigencia política. Hemos renunciado a gobernar el territorio. Tenemos que tener una política de desconcentración de la población y tenemos que repoblar el interior de la provincia, evitar la fuga de nuestros chicos desde el interior.

-¿Qué es el déficit de la dirigencia? ¿Desde cuándo ocurre?

-Hoy tenemos el 40 por ciento de la población nacional en 0,2 por ciento del territorio. Esto genera un desbalance territorial que se traduce en peor calidad de vida, más violencia, más congestionamiento de tránsito... El acuerdo de la dirigente política argentina tiene que ser sobre cómo generamos las condiciones para descentralizar esto.

-¿Por qué no se hizo algo en estos doce años?

-Hace doce años no teníamos Estado, íbamos a los clubes al trueque, teníamos una deuda externa que asfixió la posibilidad de crecer. Pese a todo, se hizo mucho.

-En términos electorales, el conurbano es como la obsesión de los candidatos.

-Sí, pero ya no es la misma sociedad de hace 15 o 20 años. Hay más apertura de comunicación y de pensamiento crítico.

-¿Con eso qué me quiere decir?

-Qué la gente va a elegir dirigentes que tengan visión a largo plazo, no a corto plazo. Nos hemos alejado del infierno. Y esto nos va a permitir elegir los mejores dirigentes con ideas coherentes, no los de la publicidad y el marketing.

-Hay muchos de esos intendentes del conurbano que están hace 10 o 15 años.

-Es la propia comunidad la que convalida su liderazgo. Cada uno elige según su propia convicción.

-¿Cuando habla de los candidatos del marketing se refiere a Mauricio Macri o a Sergio Massa?

-No quiero hablar de nadie en particular. Con Macri tenemos visiones antagónicas. Nosotros nos nutrimos de la doctrina social de la Iglesia, el liberalismo está en las antípodas. Los dirigentes deben tener militancia, olor a pueblo, la suela gastada de caminar, el compromiso y la legitimidad de su propio pueblo.

-La candidata de Macri en la provincia es María Eugenia Vidal. Con el ascenso que parece tener el líder de Pro según las últimas encuestas, ¿ella es una rival difícil en la provincia?

-A mí me resulta difícil ver a la vicejefa de gobierno porteña ser candidata en la provincia, porque viene de la ciudad.

-Pero legalmente puede.

-Sé, pero debería estar atendiendo las cosas de la ciudad para la cual fue electa; y mucho más con Macri como candidato a presidente. Uno no puede en la política servir para una cosa, y para otra y para otra. Uno tiene que tener responsabilidad con el territorio. Los principales problemas es cuando uno no tiene que rendir cuentas a nadie en la política. Yo voy a Chacabuco todos los fines de semana y me tocan timbre, eh. Y recibo los juicios más severos y los más favorables.

-Entonces reprocha lo que hizo Insaurralde.

-Yo no soy juez.

-No le pido una sentencia, sino una opinión política.

-Políticamente fue un desencanto. Nada más.

-¿Y qué opina de Giustozzi, que hay rumores sobre que volvería al kirchnerismo?

-No sé qué decirte, pero ojalá que vuelva. Eso certifica que el camino que nosotros transitamos es el mejor para representar al pueblo.

-¿Se imagina una boleta "Randazzo presidente, Cristina diputada al Parlasur, Máximo Kirchner diputado por la provincia y Domínguez gobernador?

-Cuando estén las boletas te digo. Hoy es escenario de suposiciones.

-Pero puedo ser, ¿no?

-[Silencio]

-Según la ley de las PASO, ¿puede usted compartir boleta como precandidato a gobernador tanto con Scioli como con Randazzo?

-Hoy pareciera que sí. Todos tenemos el mismo interrogante sobre cómo se va a hacer operativa una oferta tan diversa. La ley no tiene restricciones.

-¿Pero no cree que confundiría al electorado tantas boletas?

-Sí, sí. por eso digo que los melones se irán acomodando sobre la marcha. Si no va a ser un festival de boletas.

-¿Y su melón para dónde va? ¿Para el cajón de Scioli o el de Randazzo?

-Para lo que más nos convenga en la provincia. Nosotros somos partes de una dirigencia, que conduce Cristina. Todavía faltan días para el cierre. A mí me apoyan intendentes que lo apoyan a Scioli y que lo apoyan a Randazzo. Es un proceso que la política deberá ir ordenando.

 

Fuente: La Nación.-
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