Lo nuevo de Google: tela inteligente y radares

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Estos son los dos nuevos proyectos en los que la compañía internacional viene trabajando. Por un lado, tela sensible al tacto para crear ropa inteligente, y por otro,  un minúsculo radar capaz de detectar los movimientos de los dedos de la mano para interactuar con un dispositivo.




 

Jacquard es un proyecto para crear tela sensible al tacto que permita interactuar con otro dispositivo a distancia.

Google quiere entrar en el mundo de la hilandería y de los radares. Pero no de la manera tradicional, claro, sino llevando la tecnología informática a zonas en las que usualmente no se mueve.

Esto es parte de ATAP, el grupo de investigaciones avanzadas de Google, donde nació el proyecto ARA para crear teléfonos modulares, los tatuajes inteligentes y más.

En este caso, y durante el segundo día del Google I/O, el encuentro anual para desarrolladores de la compañía que termina hoy en San Francisco  y que comenzó ayer (con el anuncio de Android M y Google Fotos), presentó dos nuevos proyectos: Soli y Jacquard.

EL LÍMITE DE LAS PANTALLAS

El primero apuesta a superar una limitación inevitable que impone el tamaño de nuestras manos y, sobre todo, de la yema de los dedos: si queremos dispositivos muy pequeños (como un reloj pulsera) el tamaño de la pantalla obliga a ciertas concesiones para lograr una interacción adecuada: los botones digitales tienen que tener un tamaño mínimo para que se los pueda tocar sin errores, etcétera.


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El radar que Google construyó puede incluirse en un dispositivo vestible como un reloj pulsera.

Lo que Google creó con Soli es otra forma de interacción: usar los movimientos de los dedos (de por sí muy precisos) y gestos que nos resultan muy naturales porque los usamos para interactuar tanto con objetos físicos como digitales. Y creó, así, un radar minúsculo, que se puede incluir en un dispositivo vestible (por ejemplo, un smartwatch) y que permitiría interactuar con computadoras muy pequeñas, cercanas pero que no requieran contacto, sin tener que estar dependiendo de tocar un punto exacto en una pantalla.

Como un radar, Soli emite una señal y detecta, en tiempo real y con mucha precisión (analiza 10.000 cuadros por segundo), los cambios que generan los movimientos de los dedos en el aire que hace el usuario. En la demostración, no eran movimientos raros ni requerían gran sutileza: por ejemplo, deslizar la yema del índice sobre la del pulgar (como el antiguo gesto de dinero) para moverse entre ítems de una lista. Es muy preciso y rápido, y la idea es que se puedan asociar ciertos gestos a algunos comandos específicos.

La compañía espera tener la versión final (lista para su producción industrial) para fin de año.

SENTIR LA TRAMA

El otro proyecto que mostró es Jacquard (en honor al francés que creó los telares mecánicos capaces de incluir tramados en la tela en el siglo XIX).

Google creó una línea de hilos sensibles al tacto de varios colores y texturas, que se pueden integrar al proceso de hilado tradicional; esto permite transformar cualquier parte de una prenda de vestir (típicamente, la manga, pero podría ser otra) en un touchpad: no tiene la precisión de una pantalla, pero permite crear, en algo omnipresente como la vestimenta, una forma de interacción nueva.


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Fuente: La Nación

 

 
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