Fe peronista: El culto al líder tras su ausencia física

Política
Dos referentes del Partido Justicialista y la inclinación fanática por el culto al líder. Desde diferentes lugares, Gioja y Kirchner como ejemplo de la característica que más poder da al peronismo.






Dos ejemplos de la dinámica de liderazgo peronista.

“A partir del 11 de octubre en San Juan cambiaron muchas cosas, entendimos la importancia de tener un líder” (Marcelo Lima, oct. 2013, San Juan)

“Ese era él, iba contra todo, a toda costa y jugado por todo” (Cristina F. de Kirchner, 2012, acto Calafate)

“Fui a darle fuerza al `flaco´, y terminó dándonos fuerzas a todos” (Daniel Scioli, oct. 2013, San Juan)

“Él” y “El Flaco”. Es evidente a quiénes refieren estos conocidos personajes de la política provincial y nacional, ¿no? El estilo discursivo del peronismo es muy claro, y por cierto, hay que reconocer que  (como me hizo entender un amigo) es unánime, lo que hace que aunque riñen como gallos al interior del partido, se muestren invencibles y unidos hacia afuera. Es así que cuando el líder  (ese líder necesario en cualquier movimiento social y para el peronismo, pieza esencial de poder) se vulnera, el resto de esta estructura verticalista toma el timón, y como es su estilo, procede inteligentemente a profundizar el “culto” a la figura personalista.

Néstor Kirchner y José Luis Gioja, son solo dos ejemplos del abanico de carismáticos peronistas de la República: Desde Perón, pasando por Evita, Menem, y hasta los Kirchner, ninguno se libró del fanatismo y la fidelidad. Fidelidades que permanecieron  vigentes hasta la caída de un líder y la aparición del otro. Porque en el peronismo, con sus múltiples adopciones y mutaciones, se subdivide de acuerdo al contexto, y se transforma.

Pero uno de los detalles infalibles del PJ, tiene que ver con cómo la ausencia física del líder, es utilizada por la militancia y las fuerzas políticas para realzar aún más a esa figura, endiosarla, mitificarla. “Después, cuando ya no queda nada, no hay más ojo, no hay más mano, lo querés acariciar”, reza Gustavo Cordera en una canción que dedica al fervor fanático, casi rockero.  Lo que empieza como el seguimiento fiel a un liderazgo carismático, presente, se convierte en una cuestión de FE, lo que puede generar aún más poder.

Entonces, se habló de “ausencias”. Cuando falleció Néstor Kirchner, su figura para este sector político pasó a ser el gurú. Su esposa y actual Presidenta de la Nación, fue la principal encargada de lograr este efecto, ya que desde el momento de su deceso hasta el día de hoy (3 años después), el discurso de Cristina lo nombra sin cesar, siempre incitando a su recuerdo y rememorando su ejemplo. Además, la máxima mandataria nunca dejó el negro de su vestimenta como luto “eterno” y habló de “él” en sus discursos en vez de nombrarlo.

“Era el corazón de un gigante latinoamericano, de un visionario que de la visión pasó a los hechos, tantos hechos, que le costaron la vida”, manifestaba el Gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, al cumplirse el aniversario de fallecimiento de Néstor.

De la misma manera, Uribarri llegó a San Juan para acompañar al Gobernador por su delicado estado de salud, y expresó que “es muy útil para este proyecto nacional, transformador y democrático. Es y seguirá siendo uno de los ejes fundamentales”.

José Luis GIoja, otro líder, otra ausencia física. Si bien el mandatario sanjuanino no subió a los cielos, permanece internado en estado reservado hace casi 1 mes, debido a la tragedia ocurrida en San Juan el 11 de octubre, en la que falleció la Diputada Ferrá.

Mandatarios internacionales, figuras reconocidas del kirchnerismo nacional, el Vicepresidente de la Nación, oposición, oficialismo. De hecho, 7 Gobernadores kirchneristas arribaron el mismo día a la provincia para mostrar unidad y fuerza, junto al Senador Aníbal Fernández. Todos los días y en todos los medios se habla de su salud. El apoyo a la figura de José Luis Gioja no escapa a este proceso de culto al líder peronista.

Desde el 11 de octubre cada miembro del oficialismo sanjuanino da lugar en su discurso al nombre del Gobernador, y enfatiza en su fuerza, su capacidad, su militancia, su gestión, su trabajo, el antes y el después de su gobernación, el amor de la gente, su importancia a nivel nacional, su, su, su…Desde aquella tragedia, todo trabajo y militancia es “por y para” el Gobernador.

De hecho, el resultado en San Juan de las elecciones Legislativas del domingo pasado, se vio directamente influenciado por este proceso que llevó a cabo la estructura del PJ sanjuanino ante la “vulnerabilidad” del líder. Este líder ahora, ya no es solo la figura política carismática conocida antes del accidente, sino que como Néstor, el resto de la banda se encarga de que “pasen a otro plano”. Las ausencias físicas, son cubiertas por el automático proceso de culto peronista, es casi espontáneo, “avivando al modelo para armar”, canta la Bersuit.

“A partir de ahora todo lo que hagamos será auditado por el Gobernador para saber si hicimos las cosas bien” (Marcelo Lima,oct, 2013, San Juan)

“La figura de José Luis Gioja marcó y marca testimonio de la fe de nuestro pueblo” (Juan Carlos Gioja, oct. 2013, San Juan)

“Tenemos una expectativa enorme porque conocemos la fortaleza, la entereza y las ganas de vivir de ese amigo que es el Flaco Gioja” (Amado Boudou, oct.2013, San Juan)

Es sumamente interesante. La dinámica de la estructura peronista, dependiente en su totalidad de una sola persona, a la que se venera y obedece. “Si todos los que hacen personalismo se ocuparan del pueblo como lo hicieron (Evita y Perón), bienvenidos los personalistas”, pregonaba CFK.

De nuevo, Gustavo Cordera ayuda con sus frases de Murguita del Sur, y nos acordamos de “El Flaco” Gioja, y de “Él”, y su presencia en el discurso peronista: Un muerto que esta vez regresó, y otro, “que no para de nacer”.

 
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