Hospital de Niños colapsado: un médico atiende a 100 chicos por día

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Falta de personal, escasez de camas y residentes que trabajan turnos enteros sin supervisión configuran un cuadro crítico para la Pediatría del Hospital Rawson. “Estamos quemados” aseguran los médicos que cuentan casos escalofriantes y temen a las consecuencias de sus reclamos.








Por Graciela Marcet

Un día en la guardia del Hospital de Niños de San Juan basta para advertir que los dramas que la TV muestra en las series de emergencias parecen cuentos de hadas ante una realidad que supera ampliamente a la ficción. Residentes que trabajan sin descanso y sin supervisión, escasez de camas y falta de personal para atender a los cientos de pacientes que llegan desde todos los departamentos, configuran un cuadro crítico para el sector de Pediatría.

A pesar de la promoción política que, en tiempos de campaña, pretende exaltar los “grandes éxitos” de la salud en la provincia,  son cada vez más los médicos que manifiestan su enorme frustración por las condiciones de precariedad en las que deben trabajar. Esa realidad de doble cara se hace visible en áreas como la Pediatría, que enfrenta la falta de recursos humanos y materiales, mientras el gobierno realiza anuncios altisonantes de contrataciones “históricas” de personal y convenios para “reconocer el trabajo de los pediatras”.

¿Qué entenderán por histórico los que buscan reemplazar con nombramientos a dedo los concursos que fueron eliminados hace años? ¿Qué significará reconocimiento para la política que invierte en grandes edificios pero no dota a esas unidades de médicos y equipamiento, sin los cuales la pretendida descentralización no es más que una fachada?
Son cada vez más los médicos que manifiestan su enorme frustración por las condiciones de precariedad en las que deben trabajar.

En Pediatría, el tambaleante escenario de contadas camas y poquísimos médicos se vuelve casi insostenible durante el invierno, en el que el número de niños enfermos por diversos motivos aumenta considerablemente. Este panorama hace estallar a los residentes de esta especialidad, que hoy deben trabajar sin los descansos previstos por la reglamentación y atender a niños después de 30 horas de guardia, sin la supervisión permanente de un especialista.

La reacción de los jóvenes médicos alertó a las autoridades del hospital, que rápidamente salieron a pedir “tiempo” para responder a las demandas que no resolvieron en más de diez años. “El director nos pidió tiempo para solucionar la situación pero esto no se resuelve de un día para el otro” manifestó uno de los residentes, que pidió reserva sobre su identidad. “Los residentes no quieren hablar más porque tienen miedo que les recorten el sueldo o de no poder terminar la residencia” explicó Pablo Flores desde el Sindicato Médico. El secretario adjunto del gremio respaldó el reclamo que solapadamente realizan los residentes y confirmó las condiciones en las que trabajan. Lo mismo hizo una autoridad del hospital, que pidió confidencialidad para contar la dura realidad del sector: “Los médicos de planta se van al mediodía y desde esa hora los residentes quedan prácticamente solos. Si hay una urgencia, acuden a los médicos de la Terapia o de la Guardia central pero en general quedan solos para atender a muchísimos niños”.
En Pediatría, el tambaleante escenario de contadas camas y poquísimos médicos se vuelve casi insostenible durante el invierno.

La sobrecarga de los médicos: “estamos quemados”

Uno de los escenarios más graves es el que se vive en la guardia, en la que según asegura Flores, un médico debe atender a aproximadamente 100 personas por día. Según contaron profesionales del área, en la Guardia Central del nosocomio solo hay 4 médicos para atender 300 pacientes por día. Esta situación llega a niveles alarmantes cuando por las licencias que toman los médicos por distintos motivos, el servicio llega a ser atendido por 2 médicos. “Un día hubo 336 pacientes y solo había dos médicos para atender a toda esa gente” dijo uno de los trabajadores, que asegura que ni el mayor esfuerzo alcanza para dar abasto con las demandas.
En la Guardia Central del nosocomio solo hay 4 médicos para atender 300 pacientes por día.

La eliminación de los concursos es uno de los factores señalados por los distintos sectores, que se quejan por el “achatamiento y la mediocridad de un sistema que no brinda estímulos económicos ni de ningún tipo”. “Se jactan diciendo que han contratado a mucha gente pero se genera una precarización laboral porque se eliminan las cargas sociales con contratos basura” dijo a este diario una de las médicas del Hospital de Niños.

Otro profesional de larga experiencia aseguró que si bien la residencia fue difícil en todas las épocas, “eso no implica que esté bien y en algún momento esto tiene que cambiar”. Sin embargo, los reclamos suelen tener sus consecuencias. “Actualmente casi todos los médicos tienen varios sumarios” aseguró Flores, quien no ve una solución en el corto plazo, al considerar que “para ser nombrado hay que ser amigo de Balverdi y hay jefes de área que han accedido al cargo sin haber pasado por un concurso”.


Crisis hospitalaria


Bebés en estado crítico junto a adolescentes con adicciones

La escasa cantidad de médicos no es el único problema del sector de Pediatría, mal llamado ´Hospital de Niños´, según una de las autoridades, “porque no tiene los servicios básicos para ser un hospital”.

“Como en Internación no hay camas suficientes, hay pacientes que pasan 12 horas en el sector de Internación abreviada, en el que por reglamento no pueden pasar más de 8 horas” explica uno de los médicos. La falta de infraestructura adecuada también genera que los bebés, niños y adolescentes con diferentes problemáticas sean atendidos en los mismos lugares. “Actualmente la Pediatría debe atender a chicos de hasta 18 años. Eso está bien pero el problema es que en el Hospital Rawson no hay espacio ni camas suficientes y en el mismo lugar convive un bebé de dos meses con bronquiolitis con un adolescente que llega drogado y con una crisis de excitación psicomotriz” dijo una de las fuentes.
“Cuando asumió Villamayor como director hubo algunos cambios, pero los grandes problemas siguen estando y lo peor es que para muchas cosas ni siquiera hace falta una gran inversión” manifestaron desde Pediatría.

La salud detrás de los cortes de cinta

Mientras en los discursos se repite la consigna de la descentralización, los médicos de la Salud Pública aseguran que este concepto no tiene aplicación real en la provincia. “En los departamentos en los que se crearon hospitales no hay Maternidad y hay muy pocos pediatras. Por eso todo se deriva al Rawson y a nadie le importa si no podemos atenderlos” dice un médico de antigüedad en el hospital.

El embudo en el que se convierte este nosocomio termina por explotar en casos que los médicos se avergüenzan en contar. “Una vez pusimos en una misma camilla a tres bebés juntos con diferentes patologías. Podrían haberse contagiado entre ellos y es terrible pero no los podemos poner en el piso. Nadie nos da soluciones y tampoco nos protegen legalmente porque si algo pasa, nosotros tendremos que soportar un juicio de mala praxis” aseguró una de las fuentes.

Los diversos problemas que confluyen en el Rawson llevan a que sean cada vez más los médicos que se quejen por el “desorden” de prioridades en la Salud. “Se han hecho edificios fantásticos pero eso no sirve de nada si no hay recursos humanos y materiales para atender en esos edificios” reclaman en Pediatría.

Médicos y gremialistas depositan sus expectativas en el próximo gobierno, aún si surge del mismo oficialismo. “Hemos tenido reuniones con políticos como Basualdo y Conti, Turcumán, Ruperto Godoy y hasta representantes de Uñac y todos nos aseguran que van a solucionar el tema. Una de las claves es que se vaya Balverdi, que es el que ha impedido avanzar en soluciones” expresaron en el Sindicato Médico.
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