Sarmiento, el prócer que el país olvidó 

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El Maestro de América es sólo honrado en San Juan con un feriado provincial. El resto del país prácticamente desconoce que un día como hoy, Sarmiento pasó a la inmortalidad. El kirchnerismo lejos de enaltercer al prócer, cada vez que puede muestra un acto de menosprecio contra el sanjuanino. 








Hoy se conmemoran 127 años del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. Un hombre adelantado a su época, escritor prolífero y librepensador político que supo cosechar amores y odios por igual durante su vida. Tan grandiosa fue la labor que realizó el sanjuanino en beneficio de todo el país, como polémica su figura que a tantos años de su partida física todavía genera elogios y críticas.

Lo innegable es que Sarmiento luchó laboriosamente por la educación pública como columna fundamental para el progreso cultural y científico de la Argentina, y lo hizo a través de la fundación de escuelas y la lucha del derecho a educarse de hombres y mujeres por igual.

Sería tedioso enumerar cada uno de sus trabajos y los éxitos de la su vida. Sólo alcanza con resaltar que Domingo Faustino Sarmiento ejerció la presidencia entre los años 1868 y 1874, período que constituyó una de las tres gestiones más importantes del país y supo defender la Nación, la Constitución y la libertad. 

No obstante, el país parece haberse olvidado del prócer sanjuanino, sobre todo en los últimos 12 años del Gobierno kirchnerista. En el año 1947, la Conferencia Interamericana de Educación reunida en Panamá estableció como Día Panamericano del Maestro el 11 de septiembre. Sin embargo, en la Argentina este día únicamente es feriado provincial en San Juan.

Hasta último momento desde la Diputación nacional, la fallecida profesora Margarita Ferrá de Bartol luchó para que el Día del Maestro fuera feriado en todo el territorio nacional, no como un día de descanso sino como homenaje real y sincero a Sarmiento y en su figura a todos los docentes argentinos, que desde la Quiaca hasta Tierra del Fuego, y desde el mar a la cordillera enseñan a leer, escribir y vivir. Lamentablemente esta iniciativa todavía está dormida en los cajones de algún escritorio en el Congreso nacional.

En el año 2010, el kirchnerismo inauguró la Galería de los Patriotas Latinoamericanos del Bicentenario en conmemoración de los 200 años de la Patria. Allí se exhiben óleos de 40 héroes y personalidades del continente, y como no podía ser de otra manera se incluyó posteriormente a Néstor Kirchner y a Hugo Chávez. Pero por olvido u omisión deliberada, entre ellos no está incluido Sarmiento. 

Un año más tarde se cumplió el Bicentenario del Nacimiento de Domingo Faustino, que pasó en total silencio sin actos ni reconocimiento alguno por parte de las autoridades nacionales ni del Ministerio de Educación de la Nación.

Un acto más de menosprecio es la constante ridiculización que se hace sobre la figura de Sarmiento a través del programa Zamba que transmite el canal infantil Paka-Paka, en el que se dibuja al sanjuanino como un personaje osco, hostil, de mal carácter. Lo grave es que este tipo de show está dirigido a niños que lejos están de aprender sobre la historia de uno de los hombres más influyentes de la Argentina.

Al presentar un nuevo billete de $50, el Gobierno decidió cambiar la imagen del gran maestro por una de las Islas Malvinas. Y cuidado, la guerra de 1982 y las islas significan una profunda herida en los argentinos que todavía sangra. Pero podría haberse hecho el cambio con otro billete, quizás el de $100 para darle más entidad a las Malvinas y los caídos en la batalla mediante la moneda de mayor valor.

El último acto de desdén del Gobierno nacional explotó hace unos días atrás. En la Agenda Bitácora 2015 que el Ministerio de Educación de la Nación reparte entre los docentes del país se pueden encontrar las biografías de 53 personalidades latinoamericanas dedicadas principalmente a la educación, entre las que no está la vida y obra de Domingo Faustino Sarmiento. Y como si con eso no bastara, se lo menciona al mexicano Justo Sierra Méndez como "Maestro de América" de acuerdo al título otorgado "por varias universidades del continente", de acuerdo a lo que explicó el ministro Sileoni en un comunicado de prensa remitido a los medios.

Ante la fuerza de estos antecedentes, se puede concluir sin equivocación que hay una clara oposición nacional a la figura de Sarmiento, a su obra, a su vida y a los aportes que sí le son reconocidos a nivel mundial.
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