“Tenemos una bomba de tiempo en la Cordillera”

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Domingo Jofré, miembro de la Asamblea “Jáchal no se toca”, criticó las mentiras y manipulaciones ante el derrame en Veladero. “Hacer cola para pedir una botella de agua es quitarnos la dignidad como pueblo” expresó el periodista, que manifestó su preocupación por lo que pasará con los diques de cola cuando las minas dejen de funcionar. 






POR GRACIELA MARCET

Una cadena de Whatsapp despertó la alerta y lo que comenzó como un rumor terminó transformándose en un escándalo nacional ante la comprobación de los reiterados engaños para ocultar el desastre. Al menos 224 mil litros de solución cianurada fueron derramados durante un periodo de tiempo que aún nadie puede determinar. Denuncias penales, despidos, investigaciones internas y externas llegaron de forma tardía para intentar calmar los ánimos del pueblo jachallero, que advirtió tempranamente algo olía mal en Veladero.

Aún en guardia por las exploraciones clandestinas que el Gobierno había autorizado a principios de año para buscar uranio en un área protegida, la Asamblea “Jáchal no se toca” no tardó en movilizarse para exigir respuestas sobre la rotura del caño. Y aunque su reclamo trascendió los límites de la provincia, los vecinos viven con gran tristeza la falta de explicaciones por parte de las autoridades provinciales, que nunca se presentaron en el departamento para hablar con la población. “La estrategia que tienen ahora es buscar a algún ingeniero o profesional jachallero para que firme los informes, creyendo que eso tendrá mayor credibilidad. Pero eso no es garantía de nada y basta decir que el mismo Saavedra es jachallero. Lo que necesitamos es un informe serio firmado por el gobernador y que no nos vengan con hojitas sueltas” aseguró el asambleísta Domingo Jofré.

En entrevista con Diario Móvil, el periodista de Radio Nacional Jáchal habla sobre la situación crítica que atraviesa su pueblo y cuestiona el plan sistemático para sostener a la megaminería como única fuente de desarrollo, aun cuando “la única obra que se hizo en Jáchal con fondos mineros fue una plaza”.

-Después de todo lo que pasó a raíz del derrame en Veladero ¿cuál es el reclamo de los asambleístas?

-Las últimas movilizaciones marcaron un punto de inflexión. Pedimos que la mina deje de trabajar pero primero queremos que se hagan cargo del desastre ambiental causado. Estamos trabajando para que se prohíba por ley la megaminería a cielo abierto en la provincia. Dicen que estamos en contra de la minería y que no queremos el desarrollo de la provincia, pero no es cierto. Siempre estuvimos a favor de la minería tradicional y del trabajo de las caleras y las industrias que no producen daños irreparables.

-El argumento para defender este tipo de explotación es que toda actividad industrial produce un impacto en el ecosistema. ¿Qué piensan de esto?

-Conocemos perfectamente ese argumento. El tema es que aquí no hablamos de un impacto como el que pueden producir otras industrias. Esto es una depredación y un atentado a la vida porque están dañando nuestra fábrica de agua. Queremos que vengan y nos pidan disculpas por no haber venido el mismo domingo a Jáchal a explicarnos qué pasó y queremos saber qué van a hacer con esa bomba de tiempo que ya comenzó a dañar la Cordillera. Quizás hoy no somos concientes de las consecuencias porque el problema es hacia el futuro.

-¿Les han planteado que pasará con los diques de cola cuando las minas dejen de funcionar?

-Nadie ha presentado una planificación sobre qué pasará cuando las minas dejen de operar. El problema es que esas estructuras se van envejeciendo y la empresa debería quedarse de por vida haciendo mantenimiento. No sabemos qué puede pasar en un futuro si hay algún sismo grande u otro fenómeno que hoy no podemos prever. Necesitamos saber cuál es el plan de mitigación pero nadie nos ha comunicado nada. Pedimos la presencia de Gioja en el departamento para que nos aclare cuál es la situación, pero alegó que no pudo venir por problemas de agenda.

-¿Creen que Gioja teme enfrentar al pueblo jachallero?

-No creemos que tenga miedo porque hemos mostrado actuar con respeto. Y si él no pudo venir, debería haber mandado a algún representante, como al ministro de Gobierno. Consideramos a esa ausencia como un insulto a los jachalleros. Nosotros estamos colaborando con la intendencia y con Gendarmería en la entrega de agua a la población porque no queremos pelear, solo buscamos lo mejor para el departamento.

-¿Es cierto que pidieron la renuncia de Saavedra y de Gioja?

-Nunca pedimos la renuncia de ningún funcionario. No queremos que se vayan porque respetamos su investidura, lo que queremos es que se hagan cargo de lo que provocaron. Nosotros garantizamos el respeto a la institucionalidad y exigimos lo mismo para todo San Juan. Algunos medios difunden versiones erróneas malintencionadas y esperamos que ningún trasnochado piense en una intervención.

-¿Por qué cree que podrían pedir eso?

-En un medio dijeron que un asambleísta le pateó la camioneta al juez y que terminó detenido. Eso es mentira porque solo fue un malentendido. Muchos medios centran toda la información en lo que dice el gobierno y la empresa. Eso no es periodismo, es propaganda goebbeliana. Deben garantizar la pluralidad de voces y son pocos los que respetan lo que tenemos para decir sin sacarlo de contexto.
“Hacer fila por una botella de agua es romper nuestra dignidad”

-¿Cómo están sobrellevando el no poder consumir agua de la canilla?

-Es muy triste ver a la gente haciendo cola y desesperada por una botellita de agua. Han roto nuestra dignidad como pueblo porque no tenemos por qué estar mendigando agua. Todavía no tenemos otra alternativa porque Andino salió a decir que estaba todo bien pero al otro día, cambiaron el discurso. Decían que el agua no tenía el mínimo vestigio de cianuro y terminaron reconociendo que el nivel de cianuro no era 0 sino 0,07 y cada vez fue aumentando el número.

-¿Confían en las muestras de agua que se están realizando?

-Los institutos que las realizan pueden ser creíbles pero lamentablemente no podemos creer en esos informes por la forma en que se ha manipulado la información hasta ahora. Por eso pedimos al Gobierno Nacional que también se haga cargo de esto. Siempre reconocimos como algo positivo a la repatriación de científicos y nos gustaría que envíen a algún profesional idóneo para aclarar la situación.
“Recibimos presiones para dejar de criticar a la minería”

-¿Recibió presiones para “atenuar” las críticas desde su lugar de periodista?

-Por supuesto que he recibido presiones en relación a mi fuente de trabajo y a otras cuestiones. Pero mis mayores temores no están en eso sino en lo que pueda pasar como producto de la contaminación. Los que asumimos esta lucha sabemos que es algo muy grande y que tenemos muchos riesgos. Pero yo soy padre y abuelo y mi mayor compromiso es hacer todo lo posible para que mis hijos y nietos no tengan que vivir con estos temores.

-La mayor defensa de la actividad minera tiene que ver con el crecimiento económico que se le atribuye. ¿San Juan puede crecer sin este tipo de extractivismo?

-Lo único que dejó la minería en San Juan es corrupción estructural y contaminación. La mayoría de las obras que se hicieron responden a fondos de la Provincia o la Nación que no están vinculados a la actividad minera. Es miserable lo que dejan estas empresas en relación a lo que se llevan. Lo único que se hizo en Jáchal con fondos mineros fue una plaza y dijeron que iban a hacer un parque agroindustrial pero nunca lo hicieron. El pleno empleo y el desarrollo sustentable fueron las mentiras que sostuvieron durante este tiempo.

-¿Se rompieron las expectativas que al comienzo tenía el pueblo con esta actividad?

-Jáchal se tragó la minería igual que el pez a la carnada. Hubo un plan sistemático para romper con las economías regionales y conducir a que esta fuera la única fuente de ingresos. La gente lo aceptó porque no le quedó otra opción. Este plan sistemático comenzó en los ´90 con la modificación de las leyes a nivel nacional durante el menemismo, que fueron apoyadas por Gioja. Gracias a esas leyes, las empresas no exportan, saquean.
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