Kicillof entró al podio de los Ministros más devaluadores

Economía
La suba del dólar alcanzó cifras astronómicas en el siglo pasado, en particular con la hiperinflación de los años 80. Sin embrago, la destrucción del valor del peso reapareció con fuerza en los últimos cuatro años.








Luego de la Segunda Guerra Mundial la Argentina atravesó varios períodos de desbalance en el comercio exterior, elevada inflación y crisis de deuda externa que llevaron a bruscos saltos del tipo de cambio. Sobran los casos de ministros de Economía que apelaron a la devaluación de la moneda nacional, es decir, a la destrucción de su valor para reducir costos internos y apuntalar el superávit de la balanza de pagos, con la esperanza superar los desequilibrios de la coyuntura económica.

La Argentina hoy está lejos de las devaluaciones siderales que se asocian de inmediato con dolorosas crisis económicas.
Basta recordar las palabras con las que se aludía a las políticas cambiarias de distintas épocas, como "rodrigazo", "tablita", "desagio", "desdoblamiento", entre otras. Todas marcaron a fuego el imaginario popular y hoy son sinónimo de colapso económico.

La devaluación, de todos modos, no es una característica del pasado. En un país con recurrentes ciclos de carestía, la degradación del valor de la moneda sigue presente y siempre es una señal de alerta, debido a que sobran los ejemplos de espiralización de precios que se salieron de control y cargaron con gabinetes enteros.

Para ponerlo en contexto, en un país con frondosa historia devaluatoria, el actual ministro de Economía Axel Kicillof ya ocupa el puesto 15° entre los más devaluadores, con poco menos de dos años en el cargo, aun cuando en materia cambiaria las cifras de su gestión no alcancen el nivel de catástrofe del período 1975-1991.

El club de los devaluadores

Puede decirse que Ramón Antonio Cereijo (en el 8° lugar del listado), ministro de Economía del primer gobierno de Juan Domingo Perón entre el 4 de junio de 1946 y el 4 de junio de 1952, fue el primer devaluador de la historia argentina. En esos seis años el dólar subió de 4,095 a 14,01 pesos Moneda Nacional (+242,1%) para mejorar los términos de intercambio con el exterior, pues Argentina no atravesaba crisis de deuda ni el dólar era entonces una referencia de ahorro.

Emilio Donato del Carril ocupa el puesto 12°. Ejerció entre el 17 de junio de 1958 y el 24 de junio de 1959, con Arturo Frondizi como presidente, y las necesidades de Argentina de expandir sus exportaciones llevaron al dólar de 42,20 a 90,30 pesos, con un incremento de 114% en apenas doce meses.

Con Adalbert Krieger Vasena (19°) en Hacienda el dólar acumuló un alza de 47,4%, al sumar el aumento de 245,63 a 350 pesos (+42,5%) cuando integró el gabinete de la dictadura de Juan Carlos Onganía entre enero de 1967 y junio de 1969, y otro 4,9% de una gestión anterior como ministro de Pedro Aramburu entre marzo de 1957 y mayo de 1958, cuando la divisa norteamericana se encareció de 39,38 a 41,29 pesos.

En 1971, uno de los ministros de Economía del gobierno de facto de Agustín Lanusse fue Juan Quilici (14°), bajo cuya gestión el dólar trepó de $4,12 a un tipo de cambio desdoblado en comercial a 5 pesos (21,4%) y financiero, a 6,95 pesos (+68,7%).
Durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón el descontrol de precios se trasladó a nuevas devaluaciones.

En apenas un mes y medio Celestino Rodrigo (13°) aplicó entre el 2 de junio y el 17 de julio de 1975 un fuerte ajuste para eliminar la distorsión de precios relativos, en especial tarifas y combustibles, acompañado de un salto cambiario de 180% para el dólar de comercio exterior (de 10 a 28,08 pesos) y de 68,9% para el financiero (de 15,10 a 25,50 pesos).

Fallecido Perón en 1974, el clima de violencia política y debilidad del gobierno hizo sucumbir el paquete económico y abrió las puertas a una aceleración inflacionaria que pudo apreciarse en la gestión de los sucesores de Rodrigo, como Alfredo Gómez Morales (18°), quien apreció el dólar 51,3% para el tipo de cambio financiero y 100% para el comercial entre octubre de 1974 y junio de 1975, y Antonio Cafiero (17°), ministro entre el 14 de agosto de 1975 y el 3 de febrero de 1976. Cafiero asumió con un dólar financiero de $42,64 y otro comercial de 33,50 pesos, para renunciar con un dólar financiero de $65,68 (+54%), uno de comercio exterior de $78,82 (+135,28%) y un dólar libre de 204 pesos.


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La "plata dulce"

La dictadura militar de 1976-1983 tuvo cinco ministros de Economía en el "top 20" de los devaluadores. Durante el mandato de Jorge Rafael Videla el ministro de Economía fue José Alfredo Martínez de Hoz (3°), entre el 29 de marzo de 1976 y el 31 de marzo de 1981. En 1979 el funcionario ideó la llamada "Tablita" que indexaba el precio del dólar de forma programada, para enfriar las expectativas de devaluación. En ese contexto, el avance de la inflación fue tan grande que volvió a retrasar el tipo de cambio, es decir estableció un dólar "barato" que popularmente se llamó "plata dulce" y algunos recordarán por el "deme dos" de los argentinos que viajaban al exterior en tour de compras.
La inflación creciente y el insostenible dólar bajo motivó una corrida con salida de depósitos y cierre de bancos.

En el final del gobierno de Videla el dólar se pagó a 2.363 pesos ley 18.188, con un aumento de 847,8% en cuatro años si se toma la cotización libre de marzo de 1976 ($240), o de 1.583,9% según el dólar oficial de 140,33 pesos. Martínez de Hoz ya había sido ministro durante cinco meses en 1963, en la presidencia de José María Guido, lapso en el que el dólar se encareció 5,5% (de 137,81 a 145,37 pesos).

A "Joe" Martínez de Hoz lo sucedió en el cargo Lorenzo Sigaut (7°), ministro entre el 1 de abril y el 20 de diciembre de 1981, durante el gobierno de Roberto Viola. Su frase "el que apuesta al dólar, pierde" quedó grabada en la memoria colectiva con amarga ironía, pues dejó al mercado de cambios desdoblado en un dólar comercial a $7.148 y otro financiero a $11.050, con un salto de 202% y 367,6% desde los 2.363 pesos de nueve meses antes.

A Sigaut lo sucedió Roberto Alemann (20°), a cargo del Palacio de Hacienda hasta el 30 de junio de 1982, ya consumada la derrota de Malvinas, con Leopoldo Fortunato Galtieri como presidente. Alemann unificó el tipo de cambio en $15.750, con un incremento de 120,3% ó 42,5%, según se tome el dólar comercial o financiero.

Dagnino Pastore, ministro desde el 2 de julio al 24 de agosto de 1982, volvió a desdoblar el tipo de cambio y fue 11° en el ranking devaluador, al llevar al dólar de $15.750 a $23.920 para el tipo comercial (+51,8%) y a $39.000 para el financiero (+147,6%) en menos de dos meses. Pastore ya había sido ministro durante la dictadura de Juan Carlos Onganía entre junio de 1969 y junio de 1970, lapso en el que el dólar subió 14,3%, de 350 a 400 pesos. Entre las dos gestiones de Pastore el dólar sumó un incremento de 161,9 por ciento.

Jorge Wehbe (6°) fue el último ministro de Economía del Proceso, entre el 25 de agosto de 1982 y el 9 de diciembre de 1983, y unificó el tipo de cambio en 20,55 pesos argentinos (equivalentes a 205.510 pesos ley 18.188) con un alza de 426,9% para el dólar financiero y 759,2% para el de comercio exterior. La quita de cuatro ceros en la nueva moneda nacional fue un claro ejemplo de cómo se vapuleó a la divisa.

Los años de la "Híper"

El ranking histórico de ministros en cuya función más se depreció la moneda nacional está encabezado por Juan Vital Sourrouille, quien ejerció entre el 19 de febrero de 1985 y el 31 de marzo de 1989, durante la presidencia de Raúl Alfonsín. En esos cuatro años en el Palacio de Hacienda, el dólar subió 20.108% en la cotización libre, desde los 246,43 pesos argentinos a los 49,80 australes. El austral fue la moneda establecida el 15 de junio de 1985, equivalente a 1.000 pesos argentinos.
Si se contempla el dólar comercial, la tasa de cambio trepó 6.320%, a 15,82 australes.

Con el lanzamiento del Plan Austral en 1985 se apeló al congelamiento de salarios y precios, con un dólar alto para incentivar las exportaciones. El país arrastraba una crisis de deuda heredada de la dictadura, escasas reservas en el BCRA y un déficit fiscal que el Plan Primavera de 1987 tampoco pudo doblegar. Así, el camino para la hiperinflación de 1989 estaba allanado.

Con esas penosas circunstancias económicas el gobierno de Alfonsín fue pródigo en ministros devaluadores. Con Bernardo Grinspun (2° en la lista) el dólar subió 1.090% entre el 10 de diciembre de 1983 y el 18 de febrero de 1985, de 20,55 a 244,58 pesos argentinos.

Luego de Grispun y Sourrouille asumió Juan Carlos Pugliese (del 31 de marzo al 14 de mayo de 1989), quien decidió unificar los tipos de cambio (libre y comercial) en un dólar único, a 110,90 australes, un 122,7% más alto. Pugliese ocupa el puesto 10° en el ranking devaluador si se le suma el salto cambiario de 47% durante su gestión en la presidencia de Arturo Illia, entre agosto de 1964 y junio de 1966, con lo que totaliza un 170 por ciento.

Con Jesús Rodríguez (5°) el billete verde avanzó 490,6%, de 110,90 a 655 australes en menos de dos meses, entre el 14 de mayo y el 11 de julio de 1989, con la hiperinflación desatada.

Hasta la asunción de Domingo Cavallo en Economía y la llegada de la Ley de Convertibilidad, el gobierno de Carlos Menem debió afrontar los fuertes coletazos de la hiperinflación. Con Néstor Mario Rapanelli (16°) como ministro entre julio y diciembre de 1989 el dólar trepó de 655 australes a 1.010 australes en la paridad oficial (+54,2%) y a 1.555 pesos en para el dólar libre (+137,4%). Erman González (4°) lo sucedió en el Palacio de Hacienda hasta el 4 de febrero de 1991, período en el que el tipo de cambio unificado trepó 609,8%, de 1.330 australes a 94.400 australes. A partir del 1° de enero de 1992 llegó el "uno a uno" del peso contra el dólar: al austral se le quitaron cuatro ceros y nació el peso convertible, denominación vigente hasta hoy, aunque la ley que lo originó se derogó en 2012.


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Colapso de la convertibilidad

En plena crisis económica y con el mayor default de deuda de la historia a cuestas, Eduardo Duhalde completó el mandato presidencial que había iniciado Fernando de la Rúa en 1999. Su primer ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov (9°), llevó al dólar de 1 peso a $3,12 entre el 3 de enero y el 27 de abril de 2002 (+212%).
Después de una década de fuerte crecimiento económico hubo que llegar a la segunda presidencia de Cristina Kirchner para encontrar ministros de Economía que califiquen para la categoría de grandes devaluadores.

Hernán Lorenzino (21°) motorizó un avance de 41,3% en el precio del dólar oficial, de 4,279 a 6,04 pesos en sus casi dos años de gestión (10 de diciembre de 2011 al 20 de noviembre de 2013). Si se toma en consideración la cotización libre, la divisa tuvo un repunte de 111,1%, de 4,70 a 9,92 pesos. El actual ministro Axel Kicillof ocupa el puesto 15° en el ranking histórico de la devaluación, pues el dólar oficial subió 56,7% en el mercado oficial (de 6,0475 a 9,4775 pesos) y 59,3% en el "blue", de 9,93 a 15,82 pesos.

Estos 70 años de devaluación se resumen en la quita de 13 ceros que hubo que aplicarle a la moneda argentina. Al Peso Moneda Nacional, vigente entre el 4 de noviembre de 1899 y el 31 de diciembre 1969, se le eliminaron dos ceros con el Peso Ley 18.188. El 31 de mayo de 1983, mediante una quita de cuatro ceros, nació el efímero Peso Argentino, que rigió hasta la llegada del Austral el 14 de junio de 1985, junto a una nueva quita de tres ceros. A partir de 1992, circula el actual Peso Convertible equivalente a 10.000 australes.

 

Fuente: Infobae.-
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