¿En qué podemos invertir en el convulsionado tiempo electoral?

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Desde acciones hasta bonos públicos, las oportunidades en tiempos electorales. Los analistas financieros recomiendan qué títulos elegir y en qué momento será mejor venderlos luego para obtener una rentabilidad adecuada.








El último trimestre del año ya está en la cuenta regresiva. Los inversores en activos financieros vienen de un septiembre "golpeado" y un futuro inmediato, con elecciones presidenciales incluidas, lleno de interrogantes. Puede no parecer el mejor clima para entrar al mercado de capitales. Sin embargo, las tormentas dejan siempre lugar a algunas ventanas de oportunidad. Saber verlas, tomar el riesgo y aprovecharlas es un buen desafío para terminar este 2015 con un plus en los ahorros.

Con un objetivo de corto plazo y pensando en fondos que se lograron separar de los gastos corrientes en los últimos meses para destinarlos a algún objetivo concreto -desde vacaciones hasta una reforma pequeña en la casa, por citar unos ejemplos-, se consultó a tres expertos en inversiones, sobre cómo intentar sacarle el mayor rendimiento.

Para los que se animan a tomar riesgo con una porción de sus ahorros, la primera oportunidad que coinciden en señalar todos los analistas es el mercado de acciones locales. Después de perder 10% en septiembre, el índice Merval remontó en los primeros días de este mes a 10.500 puntos, pero se ubica aún lejos de los picos de 12.400 puntos que marcó a mediados de año, y deja, entonces, varias perlas para descubrir.

"Desde 2013 hasta principios de 2015, las fuertes bajas que se produjeron en el mercado de acciones local han sido buenas oportunidades de compra. Si bien es cierto que una parte de los argumentos que motorizaron esas compras ya se encuentran descontados en los precios, no es menos cierto que todavía la renta variable local es un activo muy poco comprendido y analizado", argumenta Esteban Pereiro González, gerente de Inversiones de HSBC Argentina, quien añade: "Fuera de los fondos comunes de inversión, los grandes inversores institucionales locales no muestran un gran apetito por la renta variable; ni siquiera en aquellas carteras con objetivos de largo plazo".
"Esto no hace sino incrementar aún más el atractivo de las acciones argentinas en un escenario de mercados internacionales y locales algo más calmos que lo visto en los últimos meses".

Francisco Ribeiro Mendonça, gerente financiero de Banco Piano, apunta directamente a los activos vinculados a la industria petrolera. "Estas acciones bajaron considerablemente durante este año a partir de la fuerte baja del precio del barril de crudo y, en particular, la petrolera nacional YPF, cuyo precio se redujo 30% durante septiembre, con lo cual alcanzó valores mínimos de los últimos dos años en un contexto de reducción del riesgo país", dice. "Por lo tanto, vemos que es una interesante oportunidad para el mediano plazo adquirir este papel, considerando que debería recuperar parte de su precio", asegura.

En idéntico sentido hace su análisis Javier Salvucci, head of research de Silver Cloud Advisors. "Uno de los papeles más perjudicados por esta difícil coyuntura fue YPF, que más que duplicó la caída del mercado el mes pasado y ,en un año, la baja acumula 60%. Esta caída de precios en la petrolera argentina constituye una opción para aprovechar, las recomendaciones de valuación recientes le dan un potencial de upside de más de 100% para los próximos 12 meses", analiza el experto. La acción de YPF cotizaba a $ 248 al cierre de esta edición, pero entre abril y mayo su valor llegó a superar los $ 350. El precio máximo del papel, de acuerdo con los datos históricos publicados por Puente, es de $ 558, en un período analizado de 252 días.

Garantizar una renta

Para los que no se animan a tomar riesgos con acciones o pretenden darle una suerte de renta asegurada a sus ahorros, las recomendaciones por estos días pasan por los cheques de pago diferido, los bonos atados al rendimiento de las Lebac y también los fondos comunes de inversión de renta fija que, después de digeridas las medidas sobre la valuación de los títulos en cartera, son todavía una alternativa liquida para los pequeños ahorristas.

"Para fondos de corto plazo -apunta Ribeiro Mendonça- podemos recomendar algunos bonos que ajustan por la tasa de interés de Lebac a 90 días o por Badlar, que están rindiendo entre 29% y 30% anual en pesos. Los pagos del interés son trimestrales y las amortizaciones en un sólo pago al vencimiento", dice. En este grupo de activos se encuentran los Bonac 2016 (cotizan bajo la sigla A2M6) o los Bonar 2016 (AS16). Ambos títulos con Ley Argentina.

Salvucci incorpora a la recomendación "cheques de pago diferido patrocinados en plazos de tres a cuatro meses, cuyas tasas son mayores al 30% anual". Coincide también en sugerir los bonos en pesos para quien esté dispuesto a soportar un plazo mayor, y, en cambio, "aquellos que desean alternativas con liquidez casi diaria deberían poner su atención en algunas administradoras de fondos que ofrecen instrumentos muy rentables y especialmente pensadas para el manejo de la liquidez, como puede ser el fondo Galileo Ahorro, que trata de ofrecer un retorno por encima de la tasa Badlar con liquidez de 24 horas y acumula en lo que va del año un retorno de 18%".

Pereiro, de HSBC, apunta a los FCI: "Para un inversor minorista con baja predisposición a asumir pérdidas de capital y que busque a la vez mantener su rentabilidad en pesos, los fondos comunes de inversión de renta fija denominados T+1, como el caso del HF Pesos Plus, son la mejor opción para el corto plazo".
"La incertidumbre sobre un ajuste de shock y las recientes resoluciones de la Comisión Nacional de Valores han fortalecido la expectativa de una fuerte devaluación del peso para los próximos tres o cuatro meses".

Cubrirse

Pensando en un escenario posterior a diciembre en el que el tipo de cambio se acomode en una cotización de entre 14 y 15 pesos, tal como proyectan muchos economistas, y en un contexto que seguirá siendo altamente inflacionario, hay que preparar una estrategia de inversiones ad hoc para no quedar "atrapado" en medio del combo explosivo de devaluación y suba de precios.

"Los tres candidatos con más probabilidad de triunfar en las elecciones presidenciales siguen sin despertar entusiasmo, y sin ofrecer ideas convincentes sobre cómo harán para administrar el complicado legado que dejará Cristina Kirchner. No revelan con precisión qué políticas aplicarán para revertir los desequilibrios insostenibles que deja la actual administración. La incertidumbre sobre un ajuste de shock y las recientes resoluciones de la Comisión Nacional de Valores han fortalecido la expectativa de una fuerte devaluación del peso para los próximos tres o cuatro meses", analiza Héctor Rubini, economista de la USAL.

Bajo este escenario de incertidumbre, para cubrir las espaldas los expertos en inversiones recomiendan principalmente los bonos atados al dólar. "Si la expectativa del inversor es que la cotización del dólar tendrá un ajuste considerable, la recomendación sería estar posicionado en activos dollar linked, que replicarían parcialmente esa suba del tipo de cambio", dice Ribeiro Mendonca. Y avanza: "Para mitigar los efectos inflacionarios que ese ajuste podría ocasionar, y partiendo de la base de que el nuevo gobierno presentará cambios en el Indec, una opción complementaria sería invertir en activos que ajusten por el índice CER con la expectativa de que los precios se ajusten al nuevo escenario".

Dar el salto

La estrategia sugerida por Pereiro, gerente de inversiones de HSBC, para un inversor minorista poco sofisticado, sería:
"Invertir hoy en activos comúnmente llamados dollar linked, salir de ellos apenas se produzca la hipotética devaluación y apostar por instrumentos ajustables por Badlar".

Los bonos denominados dollar linked son instrumentos en dólares que pagan en pesos según el tipo de cambio oficial, que emite el estado nacional. "Constituyen una opción para cubrirse ante una devaluación del tipo de cambio oficial, ofreciendo un retorno esperado en pesos, suponiendo un 40% de devaluación del tipo de cambio, de entre 28% a 35%", explica concretamente Salvucci. Los bonos sugeridos: Bonad 16, Bonad 17 febrero, Bonad 17 septiembre y Bonad 18. "Con estos títulos el inversor estaría comprando dólares de un precio que se ubicaría entre los 11 y los 11,25 pesos", aclara.

En dólares, el recomendado es el Bonar X (con vencimiento en 2017). Un bono que paga dólares billete con un retorno en dólares de 9 por ciento. "Para quien quiera asumir un poco más de riesgo, el Bonar 24 paga un cupón más alto que el Bonar X y vence en 2024 rindiendo 10% en dólares", recomienda Salvucci.

 

Fuente: La Nación.-
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