Miguel Albornoz volvió a ser “El Taza”

Penal de Chimbas
Penal de Chimbas
El conocido delincuente sanjuanino salió con permiso del Penal y no regresó. Las salidas transitorias para presos quedan otra vez en el centro de la polémica. La sociedad vuelve a preguntarse… ¿sirven o no?






Miguel Albornoz: "Yo no quiero ser más El Taza".

Miguel “El Taza” Albornoz volvió a ser noticia este mes. El conocido delincuente sanjuanino dio varias notas a medios locales en las que comentaba las mieles que saboreaba por las salidas transitorias del Penal de Chimbas y alegaba que ya no quería que le dijeran más “El Taza”. Sin embargo, la felicidad y el cuento de la lección aprendida duró poco. En el segundo permiso de salida que tuvo no regresó a la cárcel sanjuanina. Y de yapa entre el Director del Penal de Chimbas y la Jueza de Ejecución Penal se cruzan acusaciones y culpas por lo sucedido. Finalmente habló el Ministro de Gobierno y pidió “dejar de repartir culpas y asumir responsabilidades”.

En el medio de tantas declaraciones, explicaciones sin sentido y lágrimas sobre la leche derramada, queda la eterna duda que atormenta a la sociedad:
¿sirven verdaderamente las salidas transitorias para internos del Penal?

La primera en tomar la palabra fue la jueza de Ejecución Penal, Margarita Camus, quien volvió a defender su eterna postura de la obligatoriedad de entregar ese beneficio a los reclusos que cumplen con los requisitos exigidos por la ley. “El proceso de reinserción de los reos no pasa solamente por todo lo que se trabaje, sino que está prevista una ley de ejecución y del tratamiento de internos. Y también pasa por otro tipo de políticas de inserción reales al momento de estar en contacto con la sociedad”, sostuvo la Magistrada, quien cargó las tintas de la circunstancia por la situación del penal. “El tema es cómo se trabaja en una cárcel que tiene capacidad para 700 personas y hay 1400 alojados con 6 psicólogos. No sé cómo se pretende un proceso exitoso con tantos reclusos", lanzó con dureza la doctora Camus.

De todos modos, la Jueza de Ejecución Penal no excusó por ello al Director del Penal por su mal desempeño, quien no le avisó a tiempo la falta de retorno del detenido al Penal de Chimbas. “Ha habido una accionar incorrecto por parte del Director del Servicio Penitenciario en decir que se nos había informado, porque no es cierto", sostuvo.


Margarita Camus Margarita Camus: "No es cierto que el Director del Penal nos haya llamado para informarnos".

Por su parte, el director Oscar Ghilardi aceptó la demora en la comunicación con la Jueza, pero a la se desligó de la culpa de haber autorizado la salida de Albornoz del Penal, cuestión que le corresponde pura y exclusivamente a Camus. “Evidentemente tuvimos un error de comunicación en cuanto a la tardanza de avisar formalmente al Juzgado de Ejecución con respecto a la no vuelta del señor Albornoz. Pero las salidas transitorias son decisiones que le caben a la jueza Camus, y no estamos nosotros para cuestionarla, sino para llevarla adelante la misma con mayor eficiencia”, lanzó el Jefe del Penal.

Y mientras las autoridades responsables se peleaban y tiraban la pelota mutuamente, Albornoz se aleja cada vez más de las puertas del Servicio Penitenciario, donde debía cumplir condena hasta 2018. Ente otras muchas causas, “El Taza” cayó por el histórico y millonario robo a la Dirección de Arquitectura en 1993. En 2011 ya había gozado del permiso se salidas transitorias, pero, fiel a su estilo, una noche no volvió, ni la siguiente, ni la otra. Lo volvieron a capturar, le suspendieron las salidas, le aumentaron la condena, y su vida siguió entre rejas con la habitual normalidad que abrazó hace más de 20 años. En la cárcel él volvió a ser un preso ejemplar, el tiempo pasó y volvieron a cumplirse los plazos legales para que pudiera volver a salir. Y así lo hizo. Y aunque proclamó por los medios que ya no quería volver a delinquir, que ya no era más el Taza y que la relación con su padre lo impulsaban a querer ser una persona de bien, el final del capítulo no fue lo que todos esperaban. “Tengo muchas ganas de hacer las cosas bien, estoy haciendo un buen trabajo”, había declarado. Y hasta algunos le creyeron.

Y si bien ya era suficiente con la pelea entre la doctora Camus y Ghilardi mientras Albornoz sigue andando quién sabe dónde, se sumó el fiscal Nicolás Zapata aportando datos que no ayudan al caso. “Nosotros recomendamos que no autorizaran la salida de Albornoz porque considerábamos que podía incumplir las condiciones que le fijaba la Jueza. Y a la luz de los hechos está que eso pasó. En el año 2011 también había gozado de salidas transitorias y también las había quebrantado”, sostuvo el doctor. Además, el mismo defendió el fin de las salidas transitorias que, según la ley, están estipuladas para que el reo pueda afianzar lazos familiares y sociales. Pero a la vez aclaró que existe el deber legal de fijar cómo sale el interno, acompañado por agente penitenciario, bajo palabra de honor o bajo la tutela de alguien. “Y en este caso particular, Albornoz salió sin la tutela y sin el control de un agente penitenciario”, sostuvo el doctor Zapata.


Emilio Baistrocchi: Emilio Baistrocchi: “Hay que dejar de repartir culpas y asumir responsabilidades”.

Y para poner fin a tanta acusación cruzada apareció el ministro de Gobierno, Emilio Baistricchi, que aunque no dijo nada de fondo para poner fin a una problemática de antaño, al menos pidió que las autoridades judiciales dejaran de evadir responsabilidades. En ese sentido, para que nadie se ponga celoso, el joven Ministro culpó a todos. “Evidentemente se ha fallado tanto en el control de las salidas transitorias como en el otorgamiento, porque Albornoz era una persona que tenía posibilidades de escaparse”, sentenció.

Y así estás las cosas. Muchas palabras escritas. Más acusaciones entredichas y el eterno problema de las salidas transitorias sigue sin definición. La ley existe y hay que hacerla cumplir, pero eso nos cabe a todos, incluidos quienes son nuevamente beneficiados luego de saltearse las leyes y cumplir parte de la pena que se les impone. Antes de acusar al otro sería más importante revisar nuestras acciones y tratar de aprender de nuestros propios errores, al menos una vez.
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