Rosie, la gata adoptada por tres Huskies, que se cree perro

Interés General
20170109151206_27100270_0_0-598x360
20170109151206_27100270_0_0-598x360
Fue rescatada de la calle y se hizo inseparable de los pichichos. Hoy es una más de la manada.

Se llevan como perros y gato. Ni más ni menos. Pero en este caso la definición no alude a problemas. Es literal. Y la historia tiene feliz a toda una familia. ¿De qué se trata? Rosie, una gatita gris, con el pecho blanco, es la gran protagonista. Y no es para menos, ya que se cree un perro. Sí, así como lo lee...



Thoa Bui es quien encontró a Rosie en la calle, cuando la gata tenía apenas tres semanas. Su aspecto no era el mejor. Al contrario: se la veía desnutrida, moribunda. Pero con amor y los cuidados del veterinario de la familia, todo fue para mejor.

En muy poco tiempo, Rosie se convirtió en una gata fuerte, feliz y contenta. Y ahí tuvieron mucho que ver Lilo, Infinity y Miko, los tres perros Huskies Siberianos que vivían junto a Thoa y también actores principales del cuento.

Es que apenas llegó al hogar en el que hoy todos viven en San José, California, Rosie primero adoptó a Lilo como si fuera su madre y a Infinity y a Miko, como sus hermanos. "Fue increíble pero apenas se sintió mejor, comenzó a imitar sus movimientos, a jugar con ellos como si fuera un perro más", relató su dueña a la cadena ABC.

Y agregó: "Nunca les tuvo miedo. Es más, fue tal su simbiosis que Rosie es de los pocos gatos que conozco a la que le gusta bañarse".

Aunque su dieta es distinta a la de sus hermanos perros, Rosie come junto a ellos, salen los cuatro de paseo y duermen uno al lado del otro. "Es una manada y ella es una parte importante", contó Rosie.



Para recibir la Navidad, por ejemplo, las cuatro mascotas posaron para las cámara de su dueña. Y Rosie estaba ahí, feliz, como un perro más. Obviamente, le falta ladrar. Pero al paso que va, nadie puede asegurar que algún día no vaya a hacerlo.
Te puede interesar
Lo más visto