Difunta Correa, devoción que trasciende la provincia y el país

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A 60 km de San Juan se encuentra el paraje desértico llamado Vallecito. Este es el sitio fundacional de uno de los cultos populares más difundido de Argentina: La Difunta Correa. Hasta este lugar millones de devotos visitan el lugar en búsqueda de un favor o para llevarles una ofrenda de agradecimientos por el milagro concedido. Estos devotos no solo llegan de distintos puntos de la provincia o del país, sino que ya la fe y la devoción han trascendido el país.  



La devoción hacia la Difunta Correa en un primer momento fue sencilla  y fue inaugurada por troperos y lugareños, pero creció enormemente a fines del siglo XIX. Hasta el lugar, en Vallecito, llegan arrieros, camioneros y turistas. También los futbolistas y las futuras novias o recién casadas, que han sumado su fervor por la Difunta Correa convirtiendo este paraje en uno de los más visitados de la provincia. Es un Paso obligado para sus devotos, también atrae a los viajeros en general, que encuentran aquí un sitio respetuoso y al mismo tiempo curioso, con donaciones bien diferentes que le brindan un color especial. “En el complejo de la Difunta Correa hay 150.000  placas puestas en agradecimientos a la ayuda recibida, y debe de tener más de 7 millones de creyentes y asisten todo el año a las fiestas que hacemos”, cuenta Daniel Rojas, administrador de la Fundación Vallecito que concentra toda la actividad de la Difunta Correa.


Sobre los milagros realizados por la Difunta Correa, Rojas explica que esta repercusión de “milagrosa” es un fenómeno cada vez más creciente y que la “la gente va permanentemente y le agradece. Nos ha pasado que cuando nosotros llegamos a la Difunta hace 14 años había asientos en el camping para 150 personas y ahora tenemos para 3000. Pero sigue faltando lugar para la cantidad de devotos nuevos que tiene”.


Los devotos vienen de distintos lugares, no solo de la provincia y el país sino también otras partes del mundo como de Chile, Canadá o California. La mayoría de ellos concurren al complejo de Vallecito para pedir un favor o agradecer un milagro realizado haciendo una ofrenda por la ayuda recibida. En esto más de un creyente ha donado una moto verdadera y casi nueva, tras hacer una promesa o haberse salvado de un accidente, y entre los más destacados, según Rojas, está el de Víctor Fernández, quien donó el camión Scania que se encuentra en el lugar en el año 1986. “Él nació con parálisis y no caminaba. Vino a la Difunta, le pidió y hoy camina con un bastón, por lo que es un milagro llamativo”, recuerda el administrador. Además Roja cuenta que muchos de los agradecimientos la gente lo hace con aporte para mejorar los servicios en el santuario. “La Casa de Turismo que hay en el complejo la donó Alejandro, un muchacho de La Plata. Su esposa tuvo cáncer que luego de hacer una promesa se salvó”.


Pero dentro de los milagros realizados por la Difunta Correa, entre los más destacados que recuerda por su trascendencia e implicancia está el ocurrido hace 7 años en Neuquén. “Me hace un reportaje un periodista de Buenos Aires sobre una chiquita de Neuquén que se cae del primer piso. El abuelo la lleva en la ambulancia y cuando van camino al hospital, su abuelo le pide a la Difunta Correa que interceda para que se salve. Mientras me hacían el reportaje estaba el médico presente y el periodista le pregunta a este si realmente muerte cerebral, este dice que estaba comprobado ese cuadro. Todo el equipo médico constató que tuvo muerte cerebral. Pero a los tres días del accidente, la niña se sienta en la cama y pide agua.


El abuelo vino a cumplir la promesa. Este milagro fue uno de los más increíbles y más cuando la chiquita pide agua ya que es un tema emblemático de la difunta”, cuenta Daniel Rojas.


Fe por la Difunta hasta en la cancha


Las ofrendas se distribuyen en pequeñas capillas temáticas. Hay, por ejemplo, un espacio dedicado a los amantes del fútbol y otros deportes, que dejan aquí trofeos y banderas de sus equipos luego de obtener un campeonato. Allí hay desde camisetas de equipos de la Primera a pequeñas copas de goleadores barriales.


“La última vez que vino Chiqui Tapia trajo la camiseta de Mascherano firmada por todo el plantel y nos dijo que esto se lo debemos a Messi y a la Difuntita. Además tienen la imagen de la Difunta en el vestuario y la van a llevar a Rusia”, dijo Daniel Rojas.


La devoción de la difunta trasciende el país


Los caminos de cualquier país católico tienen siempre capillas o cruces diseminadas por su recorrido. Muchas son recuerdo de algún santo o señalan un lugar de peregrinación. En la versión moderna, son muchas las carreteras con cruces y ramos de flores en recuerdo de aquellos que perdieron la vida en un accidente de tráfico. Pero ninguno de estos altares en la carretera están rodeados de centenares de botellas de agua. Esto solo lo tiene los altares, muchos de ellos improvisados, que se erigen hacia la Difunta Correa están difundidos no solo por varias provincias de Argentina, como Mendoza o Córdoba, sino en varios países del mundo, como es el caso de Chile.


“Chile también es muy devoto de la Difunta. Tenemos 3 santuarios grandes en este país y por esto vienen muchos chilenos a nuestro complejo. Además en Alicante y La Merca nos contaron sus alcaldes porque quieren hacer un suntuario de la Difunta Correa en cada provincia a pedido de la gente que coloca imágenes y velas a distintas partes de sus rutas”, expresa Daniel Rojas.


Por otro lado, hace 3 años el administrador tuvo un encuentro con un periodista francés que quería conocer el complejo y estaba perdido para llegar. “Esta persona andaba con una Citroneta, de las viejas, con un colchón y una cámara de televisión. Estaba haciendo las dos rutas emblemática del mundo, la 40 y la 66. Luego que me explica todo esto le pregunto que cuál era el tema de la Difunta y me cuenta que todos los años se emite mientras dura el Dakar una hora de programa para todo Europa. Este programa es media hora sobre el Dakar y media hora por donde pasa la competencia. Como en ese momento pasó también por la Difunta y me dijo que quiso conocer la Difunta. Al santuario se lo conoce por toda Europa”, concluye Daniel Rojas.

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