Lo que comenzó siendo una alegría familiar rápidamente logró expandirse gracias a la solidaridad de los Javier. Porque el original modelo de silla de ruedas resultó tan útil, práctico y de bajísimo costo que podía estar al alcance de otros que tuviesen limitaciones motrices y a quienes no les era posible o se les complicaba desplazarse por la arena.
Así, para hacer frente al déficit de accesibilidad que presentan la mayoría de los balnearios en todo el país, nació "Por un mar accesible", el programa de la Fundación Lautaro Te Necesita que acaba de entregar 40 de estas novedosas unidades a distintos paradores de Mar del Plata. Y serán más, porque gracias a los alumnos de un colegio industrial (que trabajan en el diseño y el armado) y las donaciones que recibieron en el último tiempo, la ayuda llegará a cientos de personas.