Vivi, la sanjuanina que construyó en su casa un refugio para los sin techo

Cultura
Vivi Fornés se puso al hombro cientos de campañas solidarias y hasta donó el garage de su casa para albergar a los que menos tienen. No le sobra nada y sin embargo da hasta lo que no tiene. ¿Por qué?
Foto exclusiva de Marcos Agüero para DIARIO MÓVIL





Viviana Fornés es una rubia platinada con una sonrisa permanente y la voz pancha. Anda en una combi turquesa toda ploteada de fucsia. Pero su marca registrada es el enorme corazón que la mueve a pelear por los que menos tienen. Ahora destinará su garaje para alberar a 10 hombres en situación de calle. “¿Estás loca?”, le consultamos desde DIARIO MÓVIL. “Totalmente”, respondió con una sonrisa y un mate en la mano.

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Es una locura compaginar sus trabajos, organizando eventos, vendiendo artículos de limpieza, etc; con la recorrida por sitios donde le ofrecen cosas para “los chicos”, como le llama al grupo de maleteros de la Terminal de Ómnibus.

Y va para arriba y para abajo en la combi celeste turquesa ploteada de fucsia. “Digo que me voy a la tumba con la combi, pero no doy más de manejarla. Es re pesada. Te morís de frío en invierno y de calor en verano. Pero la amo, así va siempre llena de gente, de donaciones”.
La combi llegó por una causalidad. Así como se lee. “Necesitaba un utilitario por mi trabajo.

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Un amigo me decía “Fornés, comprate una combi”. Un día se me rompe el Fiat 147 que tenía, un sábado a la tarde en pleno ajetreo de trabajo. Le llamo a mi amigo para que me recomiende un mecánico. Su taller estaba lleno de combis. Y ésta, estaba tirada en el fondo llena de tierra. Me llamó la atención el color. Mi amigo me dijo que le llame al dueño que la vende. Yo no tenía un peso, pero tenía el auto. Y justo la hija del hombre quería un 147. ¿Viste cuando las cosas tienen que ser?”, comentó.

El dueño le dijo que la estaba arreglando, que tenía un montón de gente que la quería, pero que iba a ser para ella. Pasaron dos meses sin novedades y cuando se estaba subiendo al colectivo para ir a Santa Fe a ver a un tío, le llamó el hombre. “Le rogué que me esperara a que vuelva y apenas estaba volviendo a San Juan le llamo y cumplió su palabra. Al día siguiente hicimos la transferencia. Y ya me enamoré de la combi, es tan divertida. Y se hace como una comunidad, viajamos con los amigos de las combis”, contó Vivi.

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De esas amistades le llegaron las réplicas coleccionables de combis que fue acomodando en pintorescos estantes. Su hogar es una casa de elementos reciclados, cuadros multicolor, artesanías hechas por ella, puertas y mesas pintadas con corazones, con pájaros, con flores, muchas plantas de interior y su amorosa perra Katy. Y su familia, son todos los que llegan a su corazón; más allá de los lazos de sangre.

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Charlando con ella se entiende su “locura”. Se llama amor. “A los chicos (de la Terminal) los conocemos de hace tiempo y verlos sufrir nos duele mucho. El invierno ya llegó y no nos salió la casa para ellos. Por eso decidimos con el grupo Incluíte armar acá la habitación y el bañito”, comentó.

Con una gestión incansable consiguieron que les donen los materiales para levantar con placas de durlock el refugio en el que cabrán 5 cuchetas. Y comenzaron a buscar las donaciones para equipar el proyecto que denominaron Águila. Así llegaron dos colchones, ropa de cama, unas tazas, ropa de hombre. “Tienen entre 30 y 40 años, con una historia de vida muy dura. Nadie llega a la calle porque sí. Para ellos, proyectar algo es muy complejo si no tenés casa, ni documento, si estás mal vestido, si sos analfabeto. Con el que vos hablés sueña con insertarse. No piden que les regalés nada sino un trabajo”.

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Y entonces le tocan la puerta el Tapita, Toro y un amigo nuevo. Ella los saluda con un abrazo, ellos también. Y de paso liga cariño también Katy. Están de punta en blanco. Han recibido una visita espiritual especial y gracias a ese empujón ahora están “producidos” para ir a la escuela vespertina Tambor de Tacuarí donde completarán la primaria. Antes de ir a clases pasan a saludar y a pedir que los acompañe. Y así termina ese día. Al siguiente, otra vez, a redoblar esfuerzos con una gran sonrisa en la combi loca.

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http://www.diariomovil.info/2018/06/21/inauguro-en-su-propia-casa-un-refugio-para-sanjuaninos-sin-techo/
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