Estudiantes sanjuaninos crean prótesis para ayudar a los necesitados

En el taller de Robótica aprendieron a operar la impresora para producir desde prótesis a juguetes. Ya piden la creación del título de Robótica o Mecatrónica.




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Flautas, un cerebro iluminado, letras, un ábaco, dos manos articuladas, un corazón seccionado. Todo salió de la usina de ideas de los alumnos sanjuaninos del Taller de Robótica de la EPET 4. Los chicos comenzaron a experimentar en innovación con el objetivo de aportar soluciones a San Juan.

Hace 2 años se construyó el taller en el interior de la escuela, gracias al Plan Maestro Argentino que apuntó a cambios en el secundario para aplicabilidad de conocimiento. "Lo difícil es que cuesta correrlos cuando se terminan las 2 horas de clase", contó con humor el profesor Rubén a DIARIO MÓVIL. Junto al profe Miguel dan las clases teóricas y guían el aprendizaje. Pero son los chicos los que más disfrutan pensando diseños y probando prototipos.

Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL

Por ejemplo, Paula Guevara y Fátima Chirino, son compañeras de curso y van a contraturno al taller. "Me encanta. Es muy lindo saber que lo que uno hace tiene un uso. Todas las etapas son lindas: desde pensar el diseño, probar, perfeccionar, imprimir y cortar. Y cuando ves lo que sale y lo tenés en las manos, no lo podés creer", dijo Paula.


Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL

"Se puede crear todo lo que deseemos. Y en este caso", dice mientras sostiene una mano articulada, "un ciclista que perdió los dedos en un accidente nos pidió asistencia. Hicimos distintos prototipos. A la quinta vez él se contactó con nosotros desde Mendoza con una idea. Se lo imprimimos y hoy lo usa. Sin los dedos no se podía agarrar del manubrio", contó la alumna.


Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL

Pero además, hay otros elementos con un uso específico, producto de articular las disciplinas técnicas con los conocimientos. Las chicas del taller fabricaron elementos para aplicación en salud como un corazón humano tamaño real. Se puede abrir en tres niveles para observar por dentro el funcionamiento de arteria, válvulas, ventrículos, ya no en una lámina sino entre las manos. O un cerebro que se ilumina electrónicamente emulando las áreas neuronales estimuladas. Y en el ámbito educativo fabricaron calibres y piezas de dibujo técnico.

Y las ganas siguen más allá del aula. "Me hubiera gustado que esté como orientación y con título esto de robótica", dijo Paula. Por ahora, el taller se aprueba con los trabajos y no tiene nota. "Me encantaría seguir estudios en robótica o ingeniería mecatrónica (la convergencia de disciplinas técnicas y procesos de control digital). Llegar a aplicar esos conocimientos en la NASA", confesó Paula. "Mi familia está feliz y orgullosa, siempre me han apoyado y me han podido comprar lo que les he pedido para hacer las prácticas en casa", contó.


Foto: Nicolás Mercado para DIARIO MÓVIL
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