Maite Centurión tiene apenas dos meses, es de Paraná y sufre de una enfermedad genética conocida como “piel de cristal”. Necesita usar una crema, pero su papá está sin trabajo “y no la puedo comprar”, dijo.
La epidermólisis ampollosa o bullosa, engloba un grupo heterogéneo de enfermedades raras, hereditarias de la piel. Se caracteriza por una erupción de ampollas en la piel de forma espontánea o por traumatismos mínimos, que incrementan la fragilidad de la piel. Esta enfermedad es conocida como “piel de cristal” o “piel de mariposa”.
Maite está internada en el hospital en la Sala 1 del Hospital de Niños “San Roque” de Paraná, ya que padece esta enfermedad; y es uno de los cuatro casos que existen en la provincia de Entre Ríos.
Hugo, su papá, necesita ayuda para poder comprar una crema que ayude a la pequeña ante las lesiones que presenta en su cuerpito.
El hombre contó que está sin trabajo, es por ello que “pedimos una colaboración para comprar una crema y pañales. La enfermedad le ha abarcado más de la mitad del cuerpo, en el hospital me dan la crema pero a veces nos quedamos varios días sin la pomada”.
Sobre la aplicación, Hugo contó que se trata de la crema Curefini. “Está patentada en Estados Unidos, es muy cara y no la puedo comprar porque estoy sin trabajo, tampoco se consigue en cualquier farmacia, hay que encargarla o comprarla por internet”, dijo.

“La crema le restaura la piel, sino la tenemos hay que ponerle vendas con vaselina y cuando se las sacamos se le generan más ampollas”, remarcó el papá de Maite.
Fuente: El Once